Arguiñano (77 años), chef, no se corta sobre el menú que sirvió el día de su boda: "A mi suegra le dio mucha vergüenza"

Con una dilatada trayectoria entre manos que recoge más de 1.000 recetas, el cocinero más popular del panorama televisivo que se encuentra en el programa Cocina Abierta de Antena 3 desde 2011, Karlos Arguiñano, no ha dejado de conquistar casas gracias a sus menús y de ganarse el corazón de la audiencia con sus anécdotas, como la del día de su boda. 

Las recetas de Arguiñano viajan de mesa en mesa en casas ajenas desde que sorprendió por primera vez en televisión en la década de los 90 con su programa El menú de cada día. El vasco ha dejado huella en todos. Los más pequeños del hogar, que crecieron con sus chistes de fondo, y los más mayores, que replican sus obras maestras, todavía aprecian, después de tantos años, al mago de los fogones. 

El plato con el que avergonzó a su suegra

El reconocido chef no solo cocina para su programa, sino que suele elaborar platos de comidas o cenas navideñas para su familia e incluso preparó los de su boda de hace 53 años con María Luisa Ameztoy. Un banquete diferente y que encantó a algunos, pero que no gustó tanto a otros. 

Estas celebraciones marcan un antes y un después en las parejas, pues son motivo de felicidad y orgullo, pero en la boda de Arguiñano ocurrió algo de lo que no olvidará nunca. El cocinero vasco ha recordado de qué estaba compuesto el menú en un reciente programa de Cocina abierta de Antena 3. "Sopa de ajo, cordero asado y fresas con vino". 

"A mi suegra, que era pescadera, le dio mucha vergüenza", dice mientras se la imagina. "'Qué novio se ha echado mi hija, que pone sopa de ajo para el día de la boda'". Así que su suegra, que llevaba las riendas de una pescadería, "puso una mesa grande a la entrada" llena de cigalas.

"Le daba una vergüenza lo de la sopa de ajo... Y yo estaba orgulloso de mi sopa de ajo, y sigo estándolo", comenta con una sonrisa mientras señala la que elabora en directo y siente orgullo. "Como mucha más sopa de ajo que cigalas", apunta. 

La sopa de ajo es uno de los platos favoritos de muchos españoles en invierno. Un plato sencillo a base de pan, ajo, jamón y huevo que sigue conquistando a muchos después de años de historia. Pero Arguiñano tiene una manera especial de prepararla y eso quiso demostrar a los 200 invitados de su boda. 

Al vasco, como buen enamorado de los platos calientes de cuchara, no le podía faltar uno de sus platos más queridos que elabora con mucho mimo. Tal y como destaca la web de Cocina Abierta, Hogarmania, en su artículo Sopa de ajo sencilla, receta de Karlos Arguiñano, el chef utiliza pan de sopako o pan vasco para la sopa, loncha de jamón serrano, huevos, cabeza de ajo, caldo de pollo y jamón, guindilla de cayena, perejil, pimentón, sal y aceite de oliva. 

Primero pela los dientes de ajo y los añade enteros a la cazuela hasta dorarlos. Corta el jamón en dados y los incorpora, junto con la guindilla de cayena, a la cazuela rehogándolos. Acto seguido añade el pan en rebanadas. 

El siguiente paso es agregar el pimentón y el caldo a la cazuela. Mezcla todo bien y cocina a fuego lento media hora. Remueve todo, retirando la guindilla, con una varilla hasta que el pan se desintegre. 

Por último, coge una tartera, añade una buena cantidad de agua con sal y cuando comience a hervir casca los huevos, los incorpora en la tartera y los escalfa unos minutos. Los reserva. En cada plato coloca un huevo y los espolvorea con pimentón y perejil.