Cena Navidad.

Cena Navidad. Freepik

Gastronomía

La receta vasca que gusta a todos y es un clásico en Navidad: lista en 30 minutos y con solo 3 ingredientes

El próximo 24 de diciembre, los vascos se sentarán a la mesa para disfrutar de uno de los grandes manjares que no consumen el resto de españoles en esta época.

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La Navidad es un momento único y el más esperado del año por toda la magia que queda impregnada en el ambiente. Unas fechas únicas para disfrutar con los familiares acompañadas de alegría, nostalgia, actividades, mercados navideños y de una buena cena, que nunca puede faltar para finalizar el año de la mejor manera

El próximo 24 de diciembre, los vascos se sentarán a la mesa para disfrutar de uno de los grandes manjares que no consumen el resto de españoles en esta época: el bacalao al pilpil.

Una receta única y deliciosa, además de saludable, que no requiere mucho tiempo de preparación, ya que se elabora en media hora, y que se puede preparar con solo tres ingredientes. Así, coronarán este mágico día con uno de los tradicionales platos vascos que hoy sigue cautivando a la mayoría. 

El bacalao al pilpil, un 'must'

La Navidad también es sinónimo de comida deliciosa. Motivo por el que las familias se preparan para sacar sus dotes culinarias y sorprender a los invitados con recetas originales o tradicionales y sencillas, pero con ese toque inigualable

Muchas se decantan por el bacalao al pilpil, que nunca falla, pues el marisco y el pescado son los reyes del norte de España. Este manjar de los dioses bilbaíno se elabora a partir de tan solo tres ingredientes: lomos de bacalao, aceite de oliva y dientes de ajo. Sin embargo, necesita su práctica y una buena técnica para que salga perfecto, por ello el cocinero vasco, Karlos Arguiñano, sale siempre al rescate. 

Arguiñano, además, le añade a la receta de su canal de cocina de Antena 3,Cocina Abierta, media guindilla para que adquiera un toque inigualable. Tal y como explica la web del canal, primero debemos poner el aceite en una cazuela baja de barro. 

Empezamos dorando los ajos y, una vez consigan ese color amarillento, los apartamos y reservamos. Troceamos la guindilla en cuatro y la salteamos, al igual que los ajos. Los reservamos. 

En este mismo aceite cocinaremos los lomos de bacalao. El truco está en dejarlos con la piel mirando hacia arriba y freír unos minutos por cada lado. Reservamos el suero que desprendan los lomos en un tarro y dejamos el aceite en otro recipiente. Vamos a esperar a que se temple y, una vez listo, vertemos un poco del aceite y del suero en la cazuela. 

Para ligarlo usaremos un colador y haremos movimientos suaves. Añadiremos la mitad del aceite poco a poco e incorporamos, acto seguido, lo que queda del suero sin dejar de mover el colador. Seguimos echando lo que queda del aceite y continuamos moviendo hasta lograr una mezcla espesa. 

Cuando la salsa quede espesa, añadiremos los lomos de bacalao y los calentaremos. Por último, emplataremos para sorprender a los comensales.