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Hemorroides. ¿Qué hacer para que no incordien tanto?
El estreñimiento, el embarazo o la herencia genética son factores que pueden derivar en este trastorno tan molesto y que se puede corregir con prevención, cuidados en el hogar y tratamiento médico adecuado
6 mayo, 2024 00:00Noticias relacionadas
Las hemorroides son unas almohadillas vasculares compuestas de pequeñas arterias y venas, que se desplazan hacia fuera del ano (prolapsan), se congestionan, se dilatan y sangran.
No son una enfermedad en sí ya que todo el mundo tiene hemorroides en menor o mayor cuantía. Cuando patológicamente aumentan de tamaño o se deslizan hacia el exterior provocan molestias y sintomatología: picor, escozor, dolor o sangrado. Se estima que el 50% de la población en algún momento de su vida tiene molestias de índole hemorroidal.
Las causas
Las hemorroides, muy molestas para quienes las padecen, son en realidad estructuras naturales y fisiológicas presentes desde el nacimiento. El doctor José Luis Elósegui, cirujano general y digestivo de Policlínica Gipuzkoa, explica que las populares almorranas son “acumulaciones de vasos sanguíneos que forman una especie de almohadilla en el canal anal” y destaca que “cuando se dilatan, pueden causar incomodidad y picazón”.
El estreñimiento y los esfuerzos defecatorios son las causas principales de la inflamación de las hemorroides, aunque la diarrea también puede contribuir a su aparición. Otros factores incluyen permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo, el último trimestre del embarazo y la falta de higiene personal y en la alimentación.
Los síntomas
Los síntomas comunes de las hemorroides incluyen picazón, sensación de prolapso y sangrado. Si se descuidan, pueden provocar inflamaciones agudas, que pueden ir acompañadas de dolor.
Es importante entender que las hemorroides son una parte normal del cuerpo humano y que, con la combinación adecuada de prevención, cuidados en el hogar y tratamiento médico, se pueden tratar eficazmente y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.
Prevención
La prevención se centra en evitar los factores desencadenantes, como el estreñimiento, manteniendo un ritmo intestinal regular y evitando hábitos como permanecer mucho tiempo en el baño y consumir alimentos picantes o café en exceso.
“La prevención pivota principalmente en evitar todos aquellos factores que provocan su aparición”, asegura el doctor Elósegui. “Se deben evitar hábitos diarios como “permanecer en la taza del váter mientras hojeamos una revista, así como ingerir comidas picantes o abusar del café”, indica.
El primer tratamiento “debe partir desde casa, con baños de asiento con agua tibia o caliente y ajustando la dieta”, señala el cirujano de Policlínica Gipuzkoa. “Los síntomas hemorroidales no indican una necesidad de atención urgente ni por el médico de cabecera ni del especialista”, recalca. También –añade– se pueden utilizar “preparados antihemorroidales, que sobre todo se basan en antiinflamatorios, venotónicos, y analgésicos
La cirugía, la última medida
Antes de recurrir a la cirugía, existen varias medidas instrumentales que permiten corregir las hemorroides: “Las más extendidas son la esclerosis, que consiste en inyectar una sustancia esclerosante para reducir el tamaño de la hemorroide, y las ligaduras hemorroidales elásticas”, que cortan el suministro de sangre a la hemorroide para que se caiga en unos pocos días.
De todos modos, el doctor Elósegui recomienda a los pacientes que no estén seguros de su diagnóstico que consulten a un especialista, quien podrá aclarar el diagnóstico y proponer medidas para corregir las hemorroides.