Mujeres en la construcción: ausencia, estereotipos que perduran y falta de medidas para el cambio
Una problemática "invisibilizada y normalizada" y que, según la arquitecta Ane Alonso, "no cambiará si no se toman medidas"
11 febrero, 2023 05:00Son varios los sectores laborales en los que la presencia de las mujeres es muy relativa debido a diferentes factores. El de la construcción es uno de ellos, donde el número de mujeres es mínimo o, incluso, nulo. Así lo constata el estudio ‘La ausencia de las mujeres en el sector de la construcción en los trabajos a pie de obra’ realizado por la arquitecta Ane Alonso (Bilbao, 1971). Un estudio que ha sido el ganador de la IX edición del Certamen de publicaciones de trabajos de investigación en materia de igualdad que organiza anualmente Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer).
La ausencia de las mujeres en el sector de la construcción es una problemática que la autora de este estudio, Ane Alonso, tenía identificada desde que comenzó su carrera profesional. Ane llevaba ya años trabajando en el mundo del urbanismo, pero desde una perspectiva de género y a raíz de tener que realizar un Trabajo de Fin de Máster enfocado a la perspectiva de género, aprovechó el momento para profundizar y tratar el tema de la falta de mujeres en la construcción. “Era una oportunidad excelente para identificar las causas que están haciendo que esto sea así”, explica Ane a este periódico. Es un asunto que, además, no mejora con el paso de los años, más bien, se mantiene estancado, hasta el punto de que las cifras actuales de mujeres en la construcción son prácticamente iguales a las de hace 20 años. El estudio revela también que, en épocas de crisis como la de 2008 con el estallido de la burbuja inmobiliaria o en 2020 con la llegada del coronavirus, ese pequeño porcentaje disminuye aún más.
Según el estudio de la arquitecta solo un 8% de mujeres trabajan en el sector de la construcción y si hablamos de trabajos a pie de obra el porcentaje se reduce a un 1% de media. En este sentido, si hacemos distinciones en las diferentes subáreas, por ejemplo, en trabajos como los de pintura o electricidad los datos hablan de un 1,5% de mujeres. Sin embargo, en otras como la carpintería, las soldaduras o los trabajos de hormigonado el porcentaje nada más y nada menos es del 0%.
Falta de referentes y los estereotipos perduran
Tras tiempo de investigación, Ane Alonso ha llegado a la conclusión de que son diferentes factores los que contribuyen a que haya pocas mujeres en el sector y también sean pocas las que se interesan en trabajar en él. Una de las causas principales es que, a día de hoy, los estereotipos sobre las capacidades de las mujeres se mantienen y, en ese aspecto, no se ha producido un cambio de mentalidad. “Seguimos con el estereotipo de obrero tipo que tiene que ser un señor fornido, con un trabajo muy sucio y cansado”, señala Ane. Estas falsas creencias —explica— crean una especie de barrera que lo único que consigue es que ni las mujeres se acerquen al sector, ni el sector se acerque a las mujeres. Otro de los grandes hándicaps a los que hace referencia Ane Alonso en su investigación es la falta de referentes femeninos. “El hecho de que no haya mujeres trabajando nos lanza la idea de que no son trabajos para nosotras e inconscientemente acabamos interiorizando la idea de que las mujeres no tienen cabida en este sector”, menciona.
Y, como en otros sectores laborales, el embarazo es otro de los asuntos que tienen que ver y de forma aún más extendida. Es cierto que el trabajo a pie de obra requiere un uso activo del cuerpo y con según qué fases del embarazo es incompatible. Sin embargo, Alonso asegura que ya existen referentes de normativa para que el embarazo no sea un inconveniente y menciona, por ejemplo, el caso de las tripulantes de vuelo, a las que se les recomienda no volar a partir de la semana 20 de embarazo. Existe una regulación y en casos así, tienen la opción de trabajar en tierra. Aún así, al no haber mujeres en la construcción, este es un tema que no se visibiliza y que se trata con normalidad. “En las mesas del sector de negociación de la construcción, es algo que no se pone encima de la mesa y, por lo tanto, no se regula”, explica la arquitecta.
Testimonios muy reveladores
Ane ha recogido varios testimonios de diferentes trabajadoras de la construcción y son “muy clarividentes”. Así como algunas de ellas sí que han notado cierta evolución en la actitud o en las reacciones de los compañeros o empleadores, también se han encontrado, en ocasiones, con situaciones en las que algunos clientes creen que por ser mujeres, van a hacer peor su trabajo. “En una ocasión una clienta al enterarse que iban a ir dos chicas a hacerle el trabajo, dijo que no, que a su casa le mandaran a dos chicos. Los comerciales de la empresa en la que trabajábamos, me confesaron con el tiempo que les costaba colocarnos, que había clientes que decían que no querían chicas. Y aunque les contestaban que se perdían a las mejores instaladoras, les daba igual, no querían mujeres. Las resistencias han sido mayores por los clientes que por los compañeros de obra”, contaba una de las trabajadoras a Ane Alonso. Y, como consecuencia de este pensamiento, a las mujeres se les exige más esfuerzo y están obligadas a demostrar día tras día que valen para ello. “Las pocas que trabajan son excepcionales y los resultados, normalmente, son mejores y por lo tanto, aumenta la exigencia. Es la pescadilla que se muerde la cola”, lamenta Ane.
A corto plazo este es un asunto que Ane no cree que vaya a cambiar y asegura que, "o se toman medidas, o esto seguirá igual”. Por eso, Ane plantea una serie de estrategias que podrían servir para que más mujeres se interesen en la construcción y que este asunto deje de estar “invisibilizado y normalizado”. Entre ellas, crear campañas publicitarias para acercar el sector a las mujeres, que haya una regulación específica sobre el embarazo, buscar referentes y que las pocas mujeres que se dedican a la construcción tengan voz o tomar conciencia de que esto es un problema y “no seguir naturalizándolo”. Otro de los aspectos que señala Ane Alonso y que —a su juicio— es muy importante, es seguir investigando. Y es que a lo largo de su investigación, ha encontrado muy pocos escritos académicos acerca de mujeres en la construcción. “Hay algo sobre mujeres en sectores de la construcción en cargos cualificados como arquitectas o aparejadoras, pero sobre mujeres a pie de obra no he encontrado nada a nivel académico”.
Aún y todo, Ane espera que su estudio sirva de altavoz, que la sociedad se de cuenta de que esto es un “escándalo” y que la cosa cambie poco a poco. “No hay ningún otro sector en el que haya tal escasa presencia de mujeres y, sin embargo, no está en ninguna agenda política, sindical, feminista o social. No hay preocupación”, considera. Además insiste en que este es un nicho de trabajo, una gran oportunidad ya que el 15% de los empleos que se generan pertenecen a este sector y que las condiciones laborales y económicas para las mujeres son mejores que en trabajos feminizados.