Es un hecho incontrovertible que el presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucín, ha fracasado en su intento in extremis de convencer a los cooperativistas de Orona y Ulma para que se quedasen en el grupo. Tras meses de brazos cruzados, sin tratar de impedir lo que se avecinaba, en los últimos días el grupo cooperativista viró en su estrategia. Y tanto viró que puso en marcha toda una campaña mediática que incluyó hasta la aparición del presidente en el 'prime time' de EITB.
Ucín y su núcleo duro del grupo de Arrasate llegaron tarde a la batalla. Y se movieron con demasiadas prisas, lo que suele provocar los movimientos torpes. ¿Qué ha pasado? ¿Falta de previsión? ¿Exceso de confianza? Quizás sea una mezcla de factores, pero lo cierto es que Orona y Ulma, motores de la parte industrial del grupo, se marchan. Con todo lo que eso conlleva. El tiempo explicará la magnitud del error.