Más vino y menos banderas
Más vino y menos banderas. No es un eslogan provocado por el inicio de las fiestas de la capital de Euskadi el pasado viernes. Es lo que debería hacer el PNV para conectar de verdad con la sociedad. La maniobra de los jeltzales en el caso de Viñedos de Álava que venimos contando en Crónica Vasca sí representa algo que los peneuvistas podrían exigir a Pedro Sánchez para investirle otra vez como presidente del Gobierno.
Se esté de acuerdo o no con la separación de algunas bodegas la DOC Rioja, que es algo cuanto menos discutible, plantearlo como exigencia, con el acuerdo solicitado al Gobierno central esta semana como primer paso, sí parece lógico o puede tener más sentido. Mucho más, al menos, que la reclamación de la cuestión territorial que el PNV ha lanzado imitando a EH Bildu y a los separatistas catalanes.
La ciudadanía no demanda ahora "el encaje nacional" o "la vertebración territorial" de Euskadi. Eso son palabras grandilocuentes en los que no está pensando la sociedad. Es legítimo que el PNV se suba a ese carro del referéndum o el derecho a decidir, pero resulta obvio, y los peneuvistas debieran interiorizarlo, que los ciudadanos sí estamos para que se nos mejore el bienestar y no para vivir un 'procés' a la vasca. Más vino y menos banderas.