No habrá una mujer lehendakari en 2024.

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Opinión

La paja en el ojo ajeno

18 diciembre, 2023 05:00

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Igual que resulta más sencillo criticar algo que otro ha hecho que hacer algo, es mucho más fácil ponerle pegas a lo que hacen y dicen los demás que mirar para dentro y detectar y sobre todo, reconocer los errores. Vamos, lo que viene siendo desde tiempos inmemoriales eso de descubrir antes la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio.

La falta de autocrítica suele darse en todos los órdenes de la vida, pero en política es absolutamente exponencial. 

Hay ejemplos que se prodigan como champiñones. Y esa falta de autocrítica lejos de arreglar los problemas, los enfanga más, puesto que la asunción de errores debiera ser bastante más natural de lo que estamos acostumbrados, y no admitirlos es contraproducente.

Por ir a algunos ejemplos recientes en esto de la falta de autocrítica, vamos con un par de ellos. A día de hoy ya podemos afirmar con escaso riesgo de equivocarnos que no habrá una mujer como lehendakari en Euskadi para la próxima legislatura. Ya conocemos a cuatro de los candidatos propuestos y son cuatro hombres, así que básicamente, no hay opción.

Las mismas formaciones políticas que ahora proponen a hombres, son las que en campaña hablaban de la importancia del posicionamiento de las mujeres en política y del interés de que ocupen las posiciones más altas. Pues bien, han debido buscar y no las han encontrado

Seguramente recuerdan que las mismas formaciones políticas que ahora proponen a hombres, son las que en campaña hablaban de la importancia del posicionamiento de las mujeres en política y del interés de que ocupen las posiciones más altas. Pues bien, han debido buscar y no las han encontrado. No contentos con eso, a la hora de explicar por qué no se ha optado por una mujer las respuestas son tan fantásticas como “somos un partido claramente feminista” tal y como nos hizo saber Arnaldo Otegi, para añadir que son otros los que tendrían que explicar más. La paja en el ojo ajeno.

Evidentemente tenemos más ejemplos. Si nos vamos a la política nacional, alguno de los últimos suena casi a antología del disparate. Resulta que el líder de VOX Santiago Abascal hace unas declaraciones en Argentina diciendo “habrá un momento que el pueblo querrá colgar de los pies a Sanchez”, se monta un revuelo tan tremendo, como lógico y los resultados son: el PSOE reacciona de forma airada y aprovecha para recordar al PP que recibe el apoyo de VOX; el PP condena de una forma tibia, pero se la devuelve al PSOE nada más y nada menos, que argumentando que el PSOE busca polémicas y que además está en concreto, le viene bien; VOX  por su parte, no sólo se ratifica en el exabrupto, sino que además acusa al PP, una vez más, de cobardía…La paja en el ojo ajeno.

Por estos lares somos más dados a eso del “y tú más” con el que tenemos tanta práctica que nos sale de maravilla. La paja en el ojo ajeno

Podemos seguir ilustrando esta forma de comportarse de nuestros representantes políticos, pero no acabaríamos nunca. Por eso nos llama tanto la atención cuando algún político entona el mea culta, en un ejercicio de autocrítica, al que evidentemente, ni están, ni nos tienen acostumbrados. Es mucho más fácil encontrarlos fuera, a través de esas dimisiones de políticos cuando entienden que es mejor dejar el cargo para no dañar ni la imagen de la institución a la que representan, ni al partido al que pertenecen. Una de las más recientes, la del Primer Ministro de Portugal Antonio Costa, tras verse envuelto presuntamente, en un caso de corrupción.

Algo así es impensable por estos lares, en los que somos más dados a eso del “y tú más” con el que tenemos tanta práctica que nos sale de maravilla. La paja en el ojo ajeno.

Al margen de que errar dicen que es humano, no es menos cierto que hay errores y errores, pero deberíamos recuperar la perspectiva y trabajar más la autocrítica entre otros muchos motivos, porque es rentable.

Si la han practicado alguna vez, si han reconocido “motu proprio” que se han equivocado, habrán experimentado que la reacción que encuentran en el otro lado, es mucho más empática que si son los otros los que evidencian su error, mientras usted se dedica a buscar excusas o culpables. 

Por eso, convirtamos el término autocrítica en una palabra útil y no como suele decirse en un concepto ruso, porque con toda seguridad nos va a ir mejor. Dejemos de buscar la paja en el ojo ajeno para centrarnos en la viga del propio, porque corremos el riesgo de quedarnos ciegos.