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Opinión

Los candidatos y la candidata a lehendakari: primeros apuntes

11 enero, 2024 05:00

No tenemos fecha para la elección autonómica, pero ya se ven cercanas. Los partidos, o bien tiene ya elegidos a sus candidatos o sus procesos están a punto de cerrarse. Salvo la candidata de una posible entente Sumar-Podemos (en principio la candidata más lógica seria Miren Gorrotxategi), el resto de partidos ya tienen seleccionado a su candidato.

Por tanto, es oportuno comenzar a analizar que representan, que posibilidades tienen y como pueden jugar en la campaña de las próximas autonómicas. Los análisis a estas alturas serán todavía un poco prematuros y habrá que ver cómo evolucionan los escenarios, sus partidos y los propios candidatos.

Los procesos de selección de élites y candidatos en Euskadi nunca han sido muy democráticos. Ya hemos comentado en alguna ocasión que la democracia interna de nuestros partidos brilla por su ausencia

Deberíamos empezar por una serie de apuntes generales que nos ha dejado el proceso de selección de candidatos. No es un escenario muy positivo.

Poca o nula democracia interna:

Los procesos de selección de élites y candidatos en Euskadi nunca han sido muy democráticos. Ya hemos comentado en alguna ocasión que la democracia interna de nuestros partidos brilla por su ausencia. En esta ocasión no hemos tenido novedades. De los 4 candidatos conocidos, los 4 han sido designados por sus estructuras (poca cantidad de personas) y por tanto no se puede decir que la selección haya sido descentralizada (uno de los requisitos para hablar de una auténtica democracia interna). Alguien puede alegar que tanto Javier de Andrés como Eneko Andueza no han sido designados por los órganos de dirección de sus partidos. Eso es hacerse trampas al solitario. Ambos candidatos son los máximos dirigentes de sus respectivos partidos y por tanto se puede interpretar como una selección centralizada.

Los 4 candidatos lo serán sin que hayan tenido alternativa interna y por tanto el proceso de confirmación de sus candidaturas solo será legitimado por sus bases a través de refrendos. Únicamente, parece que en la hipotética coalición Podemos-Sumar podría haber un proceso democrático en condiciones y puede que su candidata sea elegida por sus bases sin que esta sea la máxima dirigente de su formación y con alguna alternativa real.

No hay feminización de la política vasca:

Aquel mito que empezó a extenderse en las elecciones forales y municipales de la feminización de la política parece haberse disipado. De 5 candidatos solo 1 es mujer (Miren Gorrotxategi). El carácter poco democrático y patriarcal de los partidos vascos ha hecho que nos quitemos a venda de los ojos: ni se facilita ni se favorece la inclusión de las mujeres en el alta política y parece que cuando unas elecciones se han vuelto competitivas, los partidos han apostado por hombres.

El show con respecto a la designación de Pradales y la sustitución de Urkullu han sido una crisis de comunicación de libro en la que los valores de marca del PNV (seriedad, responsabilidad, incluso la elegancia) han quedado muy perjudicados

Nuevo ciclo político

Solo Miren Gorrotxategi repetirá como candidata, los demás son todos nuevos. Era algo de esperar. El actual ciclo político viene desde que el PNV recuperase el poder autonómico y las elites políticas ya estaban muy desgastadas y no conectaban con el electorado. Que esto vaya a suponer algún cambio en la política vamos a ponerlo en cuarentena como debimos hacer con la feminización de las forales y autonómicas.

Vamos con los candidatos y con unos pequeños apuntes sobre ellos:

Miren Gorrotxategi:

Lo que dicen los datos es que ha tenido una evolución positiva en estos 4 años. De ser una política desconocida y discreta ha pasado a tener números competitivos (bajos, pero susceptibles de mejora). Su mejor baza, confrontar con el PP y su candidato. Su peor baza, su partido, las polémicas con Sumar y la tendencia de su formación en Madrid de confrontar con el resto de las izquierdas.

Javier de Andrés:

El PP ha seleccionado un muy buen candidato. Tiene experiencia en la gestión, buena oratoria y buen nivel de debate. Casi sería el candidato perfecto de no ser porque se deja enredar (como todo el PP vasco) en el discurso de la extrema derecha. En eso, De Andrés cae con demasiada ligereza y eso se puede convertir en un punto débil para él.

Eneko Andueza:

De todos los candidatos el que más avanzada tiene su campaña, de hecho, ya ha comenzado a lanzar los mensajes más básicos. Las prisas le han hecho anticiparse y es que sus números en conocimiento y valoración no están a la altura de su predecesora, Idoia Mendia. Su mejor baza, el gobierno en España. Su peor baza, dejarse enredar en los rumores de apoyos a EH Bildu, al final acabaran desgastando su posición.

Pello Otxandiano:

Una de las grandes incógnitas. Seguramente necesite una campaña específica para aumentar su conocimiento entre el electorado. Ahí EH Bildu puede construir una imagen de su candidato perfecta para hacerlo competitivo. El problema es que, si se equivocan, sus rivales aprovecharan el erro para desdibujar su imagen. Su mejor baza, el buen momento de EH Bildu. Su pero baza (como para el resto de candidatos de la formación independentista) que Arnaldo Otegi gane demasiado protagonismo en la campaña.

Imanol Pradales:

El otro gran desconocido, pero el principal favorito. No ha comenzado bien. El show con respecto a su designación y la sustitución de Iñigo Urkullu han sido una crisis de comunicación de libro en la que los valores de marca del PNV (seriedad, responsabilidad, incluso la elegancia) han quedado muy perjudicados. Esto ya se ha agregado a su imagen de candidato y será difícil despegar ese daño de Pradales. Su mejor baza es, precisamente, lo único que puede aliviar el daño de su designación: El actual lehendakari.

Como ya señalo habrá que estar atento a cómo se desarrolla la campaña y a los candidatos y a la candidata. Las maquinarias de los partidos tendrán la tentación de descuidar la imagen y la capacidad de atraer voto de sus candidatos y eso será un error. El candidato que destaque, que mejor cuide su imagen y que más lleve la iniciativa en el debate público y en la agenda de campaña, se convertirá en el mayor activo electoral para su formación. Agárrense, que vienen curvas y puede que sorpresas.