Al albur de la incertidumbre

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Opinión

Al albur de la incertidumbre

22 enero, 2024 05:00

Con el comienzo del año las empresas ponen en marcha las planificaciones estratégicas para lograr los objetivos marcados en los próximos meses. En los últimos tiempos se han visto obligadas a incluir en esos planes de actuación, un imponderable con el que se ven obligados a contar: la incertidumbre.

Pocas son ya las compañías que no incluyen en sus menús de gestión diaria este ingrediente, cuando piensan en cómo desarrollar la estrategia encaminada a permanecer en el mercado, y en el mejor de los casos a reforzarse y seguir creciendo.

Donde antes había cierta estabilidad que permitía visualizar objetivos empresariales a corto, medio y largo plazo, que se traducían en acciones y previsiones muy concretas y medibles, ahora hay dudas de lo más diverso relacionadas con el contexto político, social, económico y por supuesto laboral. Y esas dudas aparecen contempladas en las planificaciones estratégicas de quienes saben que la incertidumbre es y va a seguir siendo, la forma habitual en la que deben desarrollar su actividad.

La situación no es ni mucho menos nueva para las empresas, pero sí es cierto que en los últimos años, la volatilidad de los escenarios se ha convertido en una constante.

Tenerlo presente es la única manera de afrontar el momento de una forma realista, porque supone la necesaria capacidad de hacer cambios relativamente rápidos, para poder adaptarse en cada momento a las circunstancias que vienen generadas por agentes externos. La situación no es ni mucho menos nueva para las empresas, pero sí es cierto que en los últimos años, la volatilidad de los escenarios se ha convertido en una constante.

En concreto, y por ponerle una fecha a este panorama, la pandemia del 2020 nos dio a todos unas cuantas lecciones en este sentido, lecciones que unos han aprendido mejor y otros peor,  pero que fueron un tremendo ejercicio de cómo adaptarse a las circunstancias más adversas en un tiempo récord.

Salimos exhaustos de la pandemia y nos sorprendió la guerra entre Rusia y Ucrania, y sin habernos recuperado del primer golpe, nos encontramos con una carestía inédita y en muchos casos inasumible en materia de  energía que además vino y aún se mantiene en algunos casos, acompañada de la crisis de suministros, asuntos ambos, que desbarataron cualquier intento de trabajar con la más mínima previsión, pasando la mayor parte de las empresas a una situación de intentar resistir mientras vienen vientos mejores.

Hemos tenido y seguimos teniendo que enfrentarnos a la tormenta perfecta, a la que no le han faltado aderezos de otra índole como la inestabilidad política que tan mal sienta a la economía o la dificultad para encontrar perfiles profesionales, mientras vemos impertérritos como los mejores siguen abandonando este barco

Lejos de que el contexto se tranquilice y sin cerrar el conflicto bélico en Europa, estalla el de la franja de Gaza que ya ha superado los 100 días y que supone además de una terrible catástrofe humanitaria, la desestabilización en Oriente Medio, con lo que eso conlleva por poner sólo un ejemplo en el precio del petróleo.

Básicamente, hemos tenido y seguimos teniendo que enfrentarnos a la tormenta perfecta, a la que no le han faltado aderezos de otra índole como la inestabilidad política que tan mal sienta a la economía o la dificultad para encontrar perfiles profesionales, mientras vemos impertérritos como los mejores siguen abandonando este barco. 

Como suele decirse, con estos mimbres hay que hacer el cesto, sin olvidar además, que habrá más situaciones no agendadas que vuelvan a sorprendernos. En las empresas lo saben, y tienen claro que la incertidumbre es y seguirá siendo el caldo de cultivo en el que tienen que desarrollar su actividad, del mismo modo que conocen que las formas en las que antes se trabajaba se han quedado obsoletas, y que ahora la continuidad de los negocios y el éxito de los mismos pasa por tener capacidad de respuesta lo más inmediata posible ante las situaciones inesperadas. Quienes no estén preparados para esto que obviamente va muy ligado a la capacidad innovadora, estarán fuera del mercado más antes que después

Estamos desde hace tiempo, y así seguiremos estando, al albur de la incertidumbre.

Incertidumbre.

Incertidumbre. Pexels