El PNV, un conejo deslumbrado por las largas de Bildu
Un párrafo para Pradales y Osakidetza, dos para Educación, tres para los candidatos al Parlamento vasco y una parrafada sobre Urdaibai y su Guggenheim, para unirlo todo. De eso va este artículo, así que si no les interesan estos temas pueden parar aquí.
Pradales ha sido investido, proclamado, anunciado candidato del PNV a las próximas elecciones vascas y además de hablarnos de su humilde infancia maketa en el barrio de Mamariga de Santurtzi (antes Santurce), nos ha desvelado que su primera tarea, si es o cuando sea, elegido lehendakari será mejorar la sanidad pública vasca, Osakidetza, que parece ser que no está tan bien como la consejera Gotzone Sagardui nos quería hacer creer ¡Vaya por dios! Igual por eso no repite en listas.
Sigue la huelga de parte -no toda- la educación concertada de Euskadi. Están de huelga los sindicatos de los colegios privados, exceptos los de la red privada de Ikastolas, que se agrupan bajo el paraguas de Ikastolen Elkartea. En estos centros también existen ELA y LAB pero... no hay huelgas. No se por qué.
La educación (en euskera) es de las pocas cosas que une al PNV y a Bildu. No les importa tantear los límites de las propias leyes vascas sobre la materia para posicionar de forma obligatoria y forzada el euskera en las aulas y en le mundo laboral. Y para las aulas, ambos beben doctrinalmente de Ikastolen Elkartea, que no deja de ser una patronal privada de la enseñanza. Otra cosa que les une es el avance hacia un total autogobierno lejos de Españita. No se cansan de repetirlo en sus actos. Por eso no deja de extrañar que Ortuzar se moleste con el candidato socialista Eneko Andueza cuando alude a este particular. Qué raro es todo. Parece que de independentzia, nuevo estatus y autogobierno solo puede hablar él. Y Arnaldo.
La educación (en euskera) es de las pocas cosas que une al PNV y a Bildu
Será que llegan las elecciones, aún sin fecha hasta que Urkullu quiera. De hecho, ya empiezan los partidos a presentar sus listas. El otro día lo hizo el PNV y uno se puso a mirar los perfiles de los “parlamentables”, neologismo que no pretende aludir a lo lamentables que pueden llegar a ser, sino a la posibilidad de ser elegidos. Si miramos la lista por Araba o Álava, de los diez primeros solo tres trabajan fuera de la administración. La número 6 Irina Rabalo, sexóloga y enfermera, el 8 Pedro Sáez del Castillo, profesor de FP, y en el 10 la logopeda Mamen Älvarez.
En Gipuzkoa, de los 10 primeros candidatos solo de dos puede decirse que tienen un puesto de trabajo fuera de política, aunque íntimamente ligado a una oposición o designación. En el noveno puesto de la lista figura Garikoitz Mendizabal, director de la banda de Txistularis de Bilbao (no es broma, giputxis de mis amores) y en el décimo Marijo Etxegoien, que es asesora jurídica de Emakunde. O sea, todos cobran de la teta pública.
Y por fin, en Bizkaia, de los doce primeros solo el número 11, Aritz Abaroa, ex-alcalde de Bermeo, que trabaja en Euskaltzaindia, recibe su salario de algo distinto al Parlamento vasco o a la Diputación. Yo soy un firme defensor del servicio público como profesión, pero también es cierto que creo que en esas listas (y me barrunto que en el resto antzeko parecido) debería haber obreros, fontaneros, mecánicos, carpinteros, abogados en ejercicio, médicos, bomberos, directivos, sindicalistas, … y no tanto estómago agradecido, con nula experiencia IRL y mucha como NPC que se limita a dar un botón cuando toca.
Si miramos la lista por Araba o Álava, de los diez primeros solo tres trabajan fuera de la administración
Volvamos al candidato Pradales que ha contradicho al lehendakari Urkullu al afirmar que el Guggenheim en Urdaibai es viable. Se une así a Ortuzar, Atutxa, y de ahí para abajo, que han salido en tromba para despejar cualquier duda respecto del compromiso del PNV con la comarca y con la fundación de Nueva York. Lo curioso es que Urkullu nunca dijo que no fuera viable o que no se fuera a hacer, solo pidió dos años de plazo para repensar y plantear un proyecto definitivo. Y lo hizo acompañado por la flamante diputada general de Bizkaia, que movía la cabeza como perrito positivo y que tan rápido se bajó luego del barco de Iñigo.
Una hipótesis ¿Puede ser que en Urdaibai se esté jugando una partida demoscópica inesperada? Item más ¿El Guggenheim de Urdaibai puede mover votos fuera de la propia comarca? Intentaremos aproximar el tema con datos. En principio, el PNV es favorable al Guggenheim y Bildu es entre reticente y contrario.
Ya saben el discurso de Bildu, el partido agrario vasco contrario al turismo, que devalúa y gentrifica a nuestro pueblo, o a los parques eólicos y solares que afean el territorio y perjudican a las aves y a la salud mental de los indígenas con el ruido, etc... Son más partidarios de la Camper diesel para irse de vacaciones a ver museos en otros países y ciudades que ellos, con su turismo responsable, no gentrifican. Y si está lejos, dejan la Camper y se van en avión.
¿El Guggenheim de Urdaibai puede mover votos fuera de la propia comarca?
Es un discurso errático pero que les ha dado resultados a corto: no a los vertederos, a las líneas de alta tensión, a la generación de energía verde,... prefieren comprar la que nos vende Francia, por ejemplo, procedente de centrales nucleares... Y en todos estos aspectos, el PNV ha eludido la confrontación con la idea de que había mucho que perder en los pueblos afectados, donde los borrokas te montan una plataforma en menos que canta un gallo.
Así, tras el enésimo gesto de prudencia anunciado por Urkullu, dos años de plazo y sacar el Guggenheim Urdaibai del debate electoral, ahora que pueden perder -y no cuando ganaban hasta sin querer-, el PNV ha decidido plantar cara a Bildu con este tema y en esa comarca.
Es la manera que ven los jeltzales de frenar la hemorragia que, también en Bizkaia, desangra electoralmente al partido. En este territorio, cuna, base y granero del PNV, obtuvieron en las elecciones al parlamento vasco de 2019, con un 50% de participación el 43% de los votos frente al 20% de Bildu. En las municipales de 2023, los datos de Bizkaia para las Juntas, con un 60% de participación bajaron casi cinco puntos en el PNV, 38,70% frente al 25% de Bildu. Estamos hablando de un resultado que modificaría el número de escaños para cada formación. Del 12-6 de 2019 a un extrapolable 10-8. Y eso puede hacer mucho daño.
La tendencia es favorable a Bildu. Si miramos los 22 municipios que forman parte del Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, veremos que suman casi 66.000 personas. De esos 22 municipios, hoy 11 de ellos, con 25.652 personas,están regidos por el PNV. Bildu gobierna a 22.177 personas en 8 pueblos. Gernika, con 16.847 habitantes está en manos de Guztion, la lista adhoc del eterno alcalde Gorroño, que fue apoyado por el PNV (luego han salido, escaldados) para no dar la alcaldía al partido más votado que fue Bildu. Y los dos que quedan Ibarrangelua y Sukarrieta son para agrupaciones vecinales apoyadas por la izquierda abertzale. Es decir, Bildu se ha hecho con la mayoría de Urdaibai ante el horror de Bizkai Buru Batzar.
Bildu se ha hecho con la mayoría de Urdaibai ante el horror de Bizkai Buru Batzar
Especialmente sangrante y mortificador ha tenido que ser la pérdida de Sukarrieta, dónde Sabino fue tan feliz y donde reposan sus restos, homenajeados año tras año por la cúpula del partido. Es como, no se, como si La Meca cayera en manos de los chiitas.
Si observamos las tendencias en la capital de la reserva, Gernika, más de lo mismo. En 2016, en las elecciones al Parlamento vasco, Gernika tuvo una participación del 70% y 4212 votos fueron al PNV mientras que Bildu obtuvo 2858. En las elecciones de 2020, con 63% de participación, el PNV descendió en número de votos 3.866 y Bildu creció, 2.960. Y en 2023, en los comicios a las Juntas Generales, con un 67% de participación, el PNV volvió a bajar votos, 3.748, mientras Bildu rompía la barrera con 3.180 papeletas.
Y esta muestra la pueden hacer extensible a toda la reserva. La ola Bildu, que ya tenía Lekeitio, Ea, Ondarroa, y la mayoría del Lea Artibai, está engullendo Urdaibai y mirando fijamente la costa desde Bermeo: Bakio, Lemoiz, Gorliz, Plentzia, Barrika y Sopela. Tiene razones el PNV para estar inquieto.
Quizá por eso han decidido confrontar el modelo Guggenheim y meterlo en campaña a pesar de las iniciales reticencias. Aunque yo hubiera preferido que optaran por confrontar el suelo ético de Bildu. Mientras tanto, el candidato Otxandiano en un inteligente movimiento propone que gobierne el más votado. Y el PNV se queda inmóvil como un conejo ante las largas del trailer que viene lanzado.