El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont / EUROPA PRESS

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont / EUROPA PRESS

Opinión

Amnistía sí o sí

7 febrero, 2024 05:00

Reducir los plazos de instrucción modificando la Ley de Enjuiciamiento Criminal para acotar las investigaciones judiciales y la posibilidad de que estén en manos de los fiscales. Eficiencia de la justicia, eso es lo que pone encima de la mesa Pedro Sánchez para sacar la ley de amnistía adelante. Queda fuera la modificación de la definición del delito de terrorismo o cualquier otro retoque. Así, ha establecido los marcos de la nueva negociación con Junts después de que los de Puigdemont recularan su apoyo al albur de los movimientos judiciales, devolviendo la ley a la Comisión de Justicia. Quince días, prolongables hasta treinta, para solventar otro salto al abismo de los independentistas catalanes en un margen temporal que sorteará las elecciones gallegas del dieciocho de febrero, que todo hay que tenerlo en cuenta.

A partir de aquí, todo son incógnitas. ¿Será suficiente esta propuesta? ¿qué plus aporta para atraer a Junts? La verdad es que no mucho, solo el acotamiento temporal de los procesos que investigan al expresident, sin quedar al arbitrio de los periodos tan elásticos, como cuatro años y lo que te rondaré, para investigar el caso de Tsunami democrático y que el juez García-Castellón retomó el pasado noviembre en plena negociación de la investidura señalando a Carles Puigdemont por terrorismo.

Junts per Cat elevó la apuesta de la negociación al dejar caer la ley de amnistía en la votación de la semana pasada, dejando perplejos a los socios de investidura con este envite a máximos y poniendo en alerta a los mismos, ante el debilitamiento que este paso atrás supone para el Gobierno. A más a más, que dirían los catalanes, Jordi Turull explicitó que sin amnistía no habría presupuestos, pretendiendo dejar tiritando la viabilidad de la legislatura, pero ya les digo yo que no se lo pueden permitir.

Primero por que el sujeto político beneficiado por la ley está en Catalunya, que daba por hecho salir del embrollo de la judialización para cientos de personas que penden de esta decisión. Si la sociedad catalana percibe un beneficio quasi personal, principalmente en la figura exclusiva de Puigdemont tras este órdago, les penalizará como ya sucedió con los indultos a los líderes del procés.

Si la sociedad catalana percibe un beneficio quasi personal, principalmente en la figura exclusiva de Puigdemont tras este órdago, les penalizará como ya sucedió con los indultos a los líderes del procés

Segundo, está el debate de la postura definitiva a adoptar que discurre por las diferentes corrientes internas del partido. Hay más de un Junts  y es probable que puedan aflorar las discrepancias, especialmente con unas elecciones catalanas más pronto que tarde.

Y tercero, ¿cargaría Junts son el peso de la responsabilidad de acabar la legislatura y caer en el vacío de la repetición electoral? Los partidos vascos, PNV y EH Bildu, han manifestado respeto hacia la decisión de los catalanes, pero también han verbalizado la inquietud que les provoca ese escenario ante la amenaza de un cambio de Gobierno liderado por la derecha, cada vez más escorada y la pérdida de la oportunidad de materializar los acuerdos pactados, transferencias por ejemplo. La política es la balanza del coste beneficio y visto lo visto parece que el fiel se inclina por no dejar pasar la oportunidad de ser pragmáticos. Hágase la ley y resuélvanse los escollos poco a poco. Ninguna norma puede evitar que los jueces investiguen, que abarque todos los supuestos a golpe de pisotón en el callo y además ser constitucional.

El ofrecimiento de Sánchez, para recuperar el diálogo con los soberanistas catalanes, además plantea dudas entre los juristas y es que acotar temporalmente las instrucciones judiciales es otro: digo Diego donde dije digo del Partido Socialista y del propio presidente del Gobierno, que se negaron a esta modificación en 2015 a propuesta del PP.

La política es la balanza del coste beneficio y visto lo visto parece que el fiel se inclina por no dejar pasar la oportunidad de ser pragmáticos

El motivo era de peso, dar el margen necesario a las investigaciones sobre corrupción que cercaban a los populares y que acabaron en condena. Es decir, se corre el riesgo de que las pesquisas en los macrocasos sean un coladero para la impunidad. Eso por un lado, pero al mismo tiempo supondría un marco de seguridad para investigados por jueces con un claro perjuicio personal, valga de muestra este botón, que tras cinco años de empeño en buscar la financiación ilegal de Podemos del propio García-Castellón, se ha quedado en la nada judicial, pero en un claro perjuicio y desgaste para la imagen de los morados. Dudas y más dudas.

Si no hay amnistía, ¿va a haber convocatoria electoral? de ninguna manera, así de tajante se ha mostrado Sánchez en una reciente entrevista. El presidente del Gobierno no tira la toalla, va a seguir, no ha lugar a elecciones anticipadas y se muestra convencido de que la amnistía saldrá sí o sí y será constitucional. A su favor, que no hay una alternativa para una propuesta de moción de censura y que solo está en su mano la convocatoria de nuevas elecciones. La duda es si un Gobierno, con pongamos presupuestos prorrogados y sin poder sacar adelante iniciativas, cuánto puede aguantar sin gobernabilidad. En esta hipótesis el horizonte temporal lógico sería hasta la celebración de los comicios en Catalunya, pero como se suele decir en peores garitas ha hecho guardia la política.