El candidato a lehendakari, Imanol Pradales, felicita a Bakartxo Tejería al ser nombrada, de nuevo, Presidenta del Parlamento vasco en la nueva legislatura / ADRIAN RUIZ HIERRO - EFE

El candidato a lehendakari, Imanol Pradales, felicita a Bakartxo Tejería al ser nombrada, de nuevo, Presidenta del Parlamento vasco en la nueva legislatura / ADRIAN RUIZ HIERRO - EFE

Opinión

Mesa y mesura

15 mayo, 2024 05:00

Ya ha echado andar la XIII Legislatura en el Parlamento Vasco con la sesión de constitución del Parlamento y su Mesa que ha quedado conformada por la presidenta,  la jeltzale Bakartxo Tejería de nuevo al frente, las dos vicepresidencias para el PSE (Susana Corcuera) y EH Bildu (Eba Blanco), respectivamente, y las dos secretarías repartidas entre jeltzales (Jon Aiartza) y EH Bildu (Eraitz Saez de Egilaz). Como si de una alineación deportiva se tratase, este 2- 2 -1 es la base para ordenar el debate parlamentario y el filtro de los asuntos del día que se abordarán en los plenos. 

No ha estado exento de polémica. Se llegó a especular con la posibilidad de que el PSE reclamara la presidencia para sí, debido a su incremento de peso en la futura coalición de Gobierno. El Partido Popular de Javier de Andrés protestaba porque quedaban excluidos de la Mesa, a pesar de haber incrementado su representación con ocho parlamentarios. Esto nos describe cómo de importante es este órgano directivo, clave en los contenidos y en los tempos de la Legislatura. Podríamos decir que es algo así como la sala de máquinas que responde al puente de mando en un trasatlántico, capitaneado por la mayoría de Gobierno que queda asegurada con los dos representantes del PNV y una del PSE, primera pista de cómo van las negociaciones.

Se llegó a especular con la posibilidad de que el PSE reclamara la presidencia para sí, debido a su incremento de peso en la futura coalición de Gobierno

La conformación de los integrantes de la Mesa nos da muchas pistas de por dónde transcurrirá el periodo parlamentario. Viento en popa a toda vela al entendimiento entre socialistas y el PNV para la conformación de Gobierno. Negociaciones discretas, pero avanzando. Eso nos transmiten las partes negociadoras, mientras un EH Bildu, un tanto descolocado o por seguir con el símil futbolístico en outside, se empieza a sentir ajeno e impotente al no poder tocar balón durante este período postelectoral y de trámites más burocráticos mediáticamente que de contenido político puro y duro.

Normalmente, tras la conformación del Gobierno, se suelen conceder cien días de cortesía parlamentaria para comprobar cómo funcionan las piezas del engranaje del Ejecutivo, sin embargo, las críticas han llegado ya desde los portavoces de Bildu. Resumiendo, aún no se ha dado forma, ni fondo al nuevo periodo político, pero ya han consagrada el fracaso del mismo. Tras los excelentes resultado de los de Otxandiano el 21A y tras la constatación de que su lugar en la Cámara sería ejercer de oposición, la duda era por qué estilo apostarían ¿al choque o al hilo de la campaña electoral de mano tendida a la cooperación para solventar los problemas de país?

EH Bildu se empieza a sentir ajeno e impotente al no poder tocar balón durante este período postelectoral

Las primeras miguitas de pan nos dan pistas de la no deglución de los resultados, pero al igual que a los Gobiernos, a la oposición hay que darle margen para posar su posicionamiento, estructurar su presencia política, pública y mediática. Parece razonable que si se pide generosidad, se otorgue este don, no solo para cargarte de razones, si no por ser la manera más honesta de construir país.

No siendo nada habitual, el discurso de la reelección de Tejería al frente de la Presidencia no ha pasado desapercibido por su contenido político. Ha realizado un llamamiento al entendimiento, por la política de acuerdos en materia de ampliación del autogobierno para reconocer la realidad plurinacional del Estado y la necesidad de alcanzar un acuerdo para actualizar las competencias. Toda una declaración de intenciones sobre un asunto que desde hace tres legislaturas se ha quedado atascado.

¡Hágase!.