El lehendakari, Imanol Pradales, en Ajuria Enea / L. RICO - EFE

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Opinión

¿Independentistas o centralistas?

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Hace quince días analizaba en estas mismas páginas al electorado vasco en función de su ideología en el eje clásico de izquierda-derecha.

Ya entonces advertíamos que la política vasca se configura a través de dos dimensiones y que analizar una de ellas sin tener en cuenta la segunda era un ejercicio metodológicamente poco riguroso. Desgraciadamente, somos presos de los formatos y hacer una tesina predoctoral en las páginas de un medio de comunicación como Crónica Vasca, no me pareció oportuno. Quedó pendiente hace 15 días, por tanto, continuar con el análisis del electorado vasco.

La segunda dimensión que configura la política vasca y que es la que más presencia tienen en los partidos, electorados y medios de comunicación con sus respectivas agendas, es la dimensión identitaria.

El Sociometro Vasco se recoge información solo de la independencia y no de otras formas de relación con el Estado como son el centralismo o el federalismo

No es una dimensión fácil de analizar. La dimensión ha tenido diferentes formas de medirse y alguna de esas formas no nos daba información correcta. Existen 3 variables que os ayudan con esta dimensión y ofrece, en conjunto, información importante

Estas tres variables son:

  • Escala de nacionalismo vasco: Mide del 0 al 10 donde 0 es nada nacionalista y 10 muy nacionalista. Problema: mide el grado de nacionalismo vasco, pero no el grado de nacionalismo español (que lo hay).
  • Eje Vasco-Español: Sin calificar las posiciones de nacionalistas o no, permite hacernos una idea de como se sienten los electorados con respecto a su identidad nacional. Problema; es difícil de cuantificar.
  • Deseo de independencia: Mide el grado de acuerdo con una ficticia independencia. Problema: en el Sociómetro vasco se recoge información solo de la independencia y no de otras formas de relación con el Estado como son el centralismo o el federalismo.

En realidad, y esto es algo que vemos en los primeros datos analizados, la dimensión identitaria ha perdido presencia en la política vasca desde la crisis de 2008. Los electorados están más atentos a cuestiones materiales (los que algunos llaman las cosas del comer) y, aun así, la presencia de esta dimensión identitaria sigue estando muy presente. Es la que diferencia más claramente a unos electorados de otros y es la que limita los traspasos de votantes de un bloque a otros. Los votantes que más se inclinan hacia el nacionalismo y se sitúan entre el 7 y el 10 son los votantes de EH Bildu (65%) y PNV (43%).

El PNV tiene una presencia importante de personas que se sitúan en valores medios de la escala (39%) mientras EH Bildu se queda en el 27%. El grupo de posiciones centrales (entre el 4 y el 6) tiene más presencia en los electorados del PSE (44%) y Sumar (36%). En el caso de Sumar es importante destacar que es el partido de ámbito estatal que más votantes se declaran nacionalistas vascos (14%) cuando sus dirigentes políticos, al igual que los de Podemos, hacen auténticos malabares para no posicionarse claramente en la escala identitaria o lo hacen con discursos poco claros.

Lógicamente los electorados del PP y Vox son los que menos nacionalistas vascos se muestran, pero atención entre un 4 y 3% de los votantes de estos partidos se declaran nacionalistas vascos. El efecto contrario lo tenemos en EH Bildu, donde hasta un 7% del electorado se declara no nacionalista vasco. Este número asciende hasta el 15% en el PNV. La lectura es simple, salvo tal vez en el dato del PNV.

Posiblemente esta escala en el lado de los votantes del PP y Vox se deba a una mala interpretación de la pregunta y la escala. Algunos votantes de estos partidos se consideran nacionalistas (españoles) y eso los ha llevado a confusión. En EH Bildu el número es más alto y posiblemente no sea consecuencia de un error, si no que producto de una mayor presencia de temas ideológicos en el discurso de la coalición, hayan atraído a votantes que no se consideran nacionalistas.

Asegurar que en Euskadi el independentismo es menor que las posiciones en contra de esta, con estos números, no es posible

En el eje vasco-español esos votantes disonantes de los partidos de la derecha española desaparecen, pero no los disonantes de los partidos abertzales. Ojo, en esta escala la presencia de los votantes que se definen como más vascos que españoles (que implica una identidad española, aunque muy ligera) no es el PNV como cabria espera (32%), es EH Bildu (36%).

Pasemos ahora a la variable de actitud hacia la independencia. Parto de la base de que no estoy de acuerdo con como se plasma la pregunta en el Sociometro. Ya he mencionado que se deja fuera mucha información importante como cuánta gente abogaría por un sistema centralista o federalista, pero es que, además, las respuestas posibles dejan mucho que desear.

Sobre todo, la posición central de “Estaría o no de acuerdo dependiendo de las circunstancias”. De esta afirmación se ha escrito mucho y las conclusiones parecen inclinarse a que la mayoría de los que responden de esta forma, estarían a favor de la independencia.

Hay dos elementos en los datos que nos inclinan a pensar esto: que la suma de “Estoy de acuerdo” y “dependiendo de las circunstancias” en el electorado de EH Bildu inclina la balanza hacia la independencia y la posición de los votantes de Sumar, quienes prestan más atención a cuestiones del eje ideológico como las mejoras sociales. Estos votantes podrían inclinarse hacia la independencia si esta supone una mejora en las condiciones de vida o una mayor democratización del sistema político.

En cualquier caso, la pregunta esta mal formulada al igual que las respuestas. No nos permite determinar que otras posiciones existen y no deja claro cual es la posición de la mayoría de los votantes hacia la independencia.

Asegurar que en Euskadi el independentismo es menor que las posiciones en contra de esta, con estos números, no es posible y seguramente ese número sea mayor cuando se active un hipotético proceso independentista, dependiendo, claro, de las circunstancias. En esto como en otras cosas, el electorado vasco es más móvil de lo que pensamos.