
Eneko Goia, el alcalde de San Sebastián por parte del Partido Nacionalista Vasco (PNV)
El TAV y los egoístas: la disputa interna en el PNV
Eneko Goia llamó "egoísta" a su compañero del PNV Ramiro González en una entrevista de eitb por defender que el TAV una Vitoria con Navarra
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Los partidos políticos son organizaciones complejas en las que confluyen una serie de variables que interactúan entre si de manera muchas veces inesperada.
Intereses dispares, juegos de poder e incluso filias y fobias personales juegan un a varias bandas que determina en gran medida los comportamientos y apariciones públicas de los partidos. A veces todos esos factores se alinean para aparecer en los medios de comunicación como una pelea interna hecha pública.
El último caso es el de la disputa que han tenido el Diputado general de Álava, Ramiro González y el alcalde de Donostia, Eneko Goia, ambos dirigentes del PNV, a cuenta de la conexión del TAV con Navarra. En esta polémica el alcalde donostiarra llegó a acusar al Diputado General de Álava de ser egoísta y no pensar en el país al optar por la conexión de navarra con Gasteiz y no con Ezkio Itsaso, conexión que favorecería mucho más a los intereses guipuzkoanos.
Las discusiones dentro de los partidos son habituales porque son organizaciones dinámicas, de mucho debate e interacción y como hay discusiones habitualmente, alguna de esas discusiones se desliza hasta la esfera pública
Como pueden comprobar por el calificativo empleado, el tono ha sido duro y nada habitual entre las filas del PNV. Se han podido escuchar broncas sonadas incluso más duras dentro del PSOE (Sánchez-Diaz), en el PP (Casado-Ayuso), Podemos (Iglesias-Errejón) o Ciudadanos (Arrimadas-Bal).
Las discusiones dentro de los partidos son habituales porque por lo general son organizaciones dinámicas, de mucho debate e interacción y como hay discusiones habitualmente, alguna de esas discusiones se desliza hasta la esfera pública.
Pero nunca en el PNV. El PNV se comportaba a unos niveles de discreción extremos y podía haber discusiones públicas, pero siempre eran medidas y bastante cuidadosas en el tono utilizado.
Llamar a un compañero de partido con responsabilidades de gobierno “egoísta” son palabras mayores y el calificativo ataca a uno de los valores fundamentales de la comunicación de un gobernante como Ramiro González. A cualquier gobernante de cierta relevancia política se le presupone una voluntad altruista en su obra de gobierno. Aquello de “gobierno por y para la gente” y demás frases hechas. Llamar egoísta a González es un torpedo a la línea de flotación de la comunicación del Diputado General.
Pero ¿Por qué se ha producido este “ataque”?
Voy a apuntar algunas posibilidades:
La primera: Eneko Goia se deja llevar por el entrevistador que es quien desliza primero la palabra egoísta. Las entrevistas a veces son complicadas y una situación muy relejada en una entrevista tranquila hace que políticos de bajo nivel se dejen llevar por la situación y acaben cometiendo errores que en otras circunstancias no se producirían. Posteriormente, este error se suele solucionar con una disculpa pública (que en este caso no se ha producido) que fortalece más al agredido que al agresor.
Segunda posibilidad: Existe una lucha de facciones dentro del PNV y/o falta de liderazgo. Como todos sabemos en el PNV ha cerrado ya la renovación de sus cargos dirigentes y no se ha hecho sin polémica. A una importante contestación interna de sus bases, hemos de añadir un rumor que hablaba de confrontación entre diferentes facciones.
Esta confrontación se ha resuelto de manera privada, pero como los niveles de tensión han sido altos, esta tensión ha terminado emergiendo a la esfera pública. La salida a esto viene con un toque de atención de la máxima dirigencia del PNV y un llamado a la calma, pero siempre interna.
Tercera posibilidad: Realmente Goia quiere atacar a González porque no hay buena relación o porque lo considera un rival interno o una amenaza para sus intereses políticos. Este es el peor escenario para el PNV. Intereses personales, pelea pública y muy posiblemente un cisma difícil de resolver. La imagen del PNV en este escenario es de un partido que se mueve por motivaciones personales y que tiene una confrontación interna irresoluble.
Los jeltzales han perdido el liderazgo gipuzkoano y muy posiblemente se haya desdibujado una identidad gipuzkoana de los de Esteban
Cuarta posibilidad (y para mí la más plausible): El PNV tiene un problema en Gipuzkoa (o más bien el problema es mayor que en otros herrialdes). Los jeltzales han perdido el liderazgo gipuzkoano y muy posiblemente se haya desdibujado una identidad gipuzkoana de los de Esteban. O recuperan esa identidad alejandose del clásico bizkainismo o no mejoraran las tendencia de voto.
Para ello que mejor manera que uno de sus dirigentes ataque de manera contundente a uno de sus compañeros (aunque este no sea bizkaino). La idea se resume en defender los intereses de Gipuzkoa por encima de los intereses de mi partido.
Como digo, esta última para mi es la posibilidad más plausible, pero la jugada es muy arriesgada. Aunque los votantes de derecha (y el PNV sigue siendo de derechas, le pese a quien le pese) son más tolerantes a la disensión interna dentro de los partidos, estos también castigan la división intrapartidista.
Veremos si esta polémica avanza de alguna manera o se estanca y se acaba diluyendo en otras noticias. Como se resuelva este conflicto nos indicará como están las cosas en el principal partido de Euskadi. Estaremos atentos.