Ese gran periodista que es Alberto Uriona contaba este lunes en Crónica Vasca una información más que reveladora: resulta que el exalcalde que autorizó el casoplón de 11 baños en Aia (Gipuzkoa) es ahora el secretario municipal que debe tramitar el derribo

Este dato desvelado en este diario aviva los tintes surrealistas de este escándalo que lleva demasiados años coleando. Se trata de uno de esos casos increíbles en que al agravio se añade escarnio conforme pasa el tiempo. 

Recordemos que la sentencia del pasado enero del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco consideró ilegal la reconstrucción del casoplón de 11 habitaciones y 11 baños construido por la familia de una ex concejal del PNV de Zarautz que incumple la ley de Suelo.

Los motivos de dicha decisión judicial son la ubicación del inmueble en un lugar diferente al del caserío original (en concreto, a unos 200 metros) por contravenir la ley vasca de Suelo así como por la nulidad de las obras de urbanización acometidas. Por ello, los jueces ordenaron “la reposición de los terrenos al estado anterior a dichas obras”. 

Lo cierto es que este escándalo es digno de estudio. A lo largo de más de una década se han sucedido errores judiciales de bulto -ese juzgado que en principio archivó el caso, la anulación de declaraciones clave, etc- que se suman al hecho en sí mismo. Y, claro está, vuelve a quedar en evidencia la desesperante lentitud de la justicia

Pasa el tiempo y el caserío sigue incólume donde se construyó. Sólo algunos periodistas y algunos denunciantes, pertinaces todos ellos en sus demandas de limpieza institucional y de justicia, permiten que se siga hablando del caso.

En esta época tan propicia para los bulos y los engaños, donde todo va tan rápido que se olvida con facilidad y donde la verdad se confunde con la mentira por los intereses creados, en este periódico seguiremos informando sobre cada detalle de este caso

Algunos nos tildan de pesados o cansinos en las redes sociales. Otros creen que tenemos algún tipo de cuita inconfesable con esta cuestión. Nada más lejos de la realidad. 

En esta época tan propicia para los bulos y los engaños, donde todo va tan rápido que lo relevante se olvida con facilidad y donde la verdad se confunde con la mentira por los intereses creados, en este periódico seguiremos informando sobre cada detalle de este caso.

Como haremos con el chalet de Xabi Alonso en Igeldo. Y como haremos con todos los casos donde la injusticia impere. Es nuestra responsabilidad. Para que la palabra periodismo siga teniendo algún sentido en estos tiempos de fango y fake news.