El galimatías del euskera, la concertada y otras claves de una ley sin fecha de aprobación

La nueva Ley de Educación en Euskadi es todavía un proyecto. Lo aprobado este martes por el Gobierno vasco es el articulado definitivo del borrador que ahora se abordará durante meses en el Parlamento de Vitoria. El galimatías sobre el papel del euskera y el lío de la concertada siguen siendo los grandes cambios, sí, pero también los grandes obstáculos para que la legislación sea una realidad, puesto que enfrentan sobremanera a los partidos. 

El proyecto de ley, encabezado por una exposición de motivos, recoge un total de 101 artículos divididos en seis títulos, como son las disposiciones generales; el derecho a la educación y convivencia positiva; gobernanza del sistema educativo; las lenguas en la educación vasca; la innovación, evaluación y mejora continua; y la autonomía de centros educativos.

Euskera como "eje central"

En ninguno de esos artículos se hace referencia a los actuales modelos lingüisticos (es decir, los modelos diferentes en función del idioma en que se imparten las clases). Lo único seguro es que la nueva ley establece que los centros van a tener que desarrollar un proyecto lingüístico propio. Es decir, los centros tienen la última palabra. Esto es lo que ya se esperaba. 

Más en concreto, la ley establece que "los centros que componen el sistema educativo vasco deben elaborar, como parte del proyecto educativo, su propio proyecto lingüístico que enmarque el tratamiento de las lenguas en el centro, con la finalidad de impulsar un sistema plurilingüe en el que el euskera se sitúe como eje central y en el que las dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera, se consideran lenguas de aprendizaje".

Tal y como recordaba en rueda de prensa el consejero del ramo, Jokin Bildarratz, la norma establece que tanto el euskera como el castellano tendrán un perfil de salida, para que una vez finalizada la secundaria obligatoria los alumnos tengan un nivel B2, y el B1 en una tercera lengua. Una y otra vez, el miembro del Gobierno vasco insistía en que los padres podrán seguir eligiendo el idioma en que estudian sus hijos. Pero no explicó cómo. Porque, de hecho, ya ocurre que casi la totalidad de los centros educativos en Euskadi utilizan el modelo D, íntegro en euskera. 

Concertada y las cuotas

La otra gran novedad de la ley tiene que ver con la escuela pública versus la escuela concertada. Lo que se pretende con ella es poner fin a las cuotas en los centros concertados -en teoría no pueden cobrarse pero es una práctica habitual- y prevé para ello establecer "mecanismos de control".

En puridad, este texto establece que la prestación del Servicio Público Vasco de Educación se hace a través de los centros de titularidad pública y los centros concertados. La nueva norma recoge que "la Administración educativa garantiza la prestación de una enseñanza gratuita en los niveles correspondientes y de calidad a través de los centros financiados con fondos públicos, en los términos establecidos".

El consejero destacaba en su comparecencia de este martes que la apuesta del Gobierno vasco es por la defensa de la escuela pública. Pero no puede perderse de vista que en Euskadi hasta un 50% de los padres eligen colegios concertados. 

El fin de la segregación

El proyecto de ley elimina la segregación por sexo, establece mecanismos para evitar la concentración de alumnos vulnerables y, en este terreno, se marca el objetivo de "lograr un pacto contra la segregación escolar" con la comunidad educativa

La disposición adicional segunda cita la integración de centros en la red pública y señala que el departamento de Educación, "atendiendo a sus necesidades ordinarias de planificación y de acuerdo con la Ley, desarrollará el régimen que permita la integración de centros educativos privados en la red de titularidad pública tras recabar la conformidad" de estos.

La gratuidad hasta los seis años, los cambios en el Consejo Escolar o la creación de un consejo asesor sobre mejoras laborales para los profesores son otros de los puntos relevantes de esta nueva ley todavía en ciernes.  

¿Aprobación esta legislatura?

Así las cosas, la gran pregunta es, como viene contando Crónica Vasca, si esta ley estará aprobada o no durante la legislatura en curso. La aprobación se antoja complicada. Tanto por las discrepancias entre los partidos, que tendrán que resolverse en el trámite parlamentario, como por el calendario político, repleto de elecciones por las que se paraliza el trabajo en la Cámara. 

Habrá Ley de Educación, sí, pero no se sabe cómo, cuándo ni con qué apoyos.