Nada más pasadas las elecciones forales y municipales de Euskadi, el Partido Popular, ante los buenos resultados de EH-Bildu, mostró una posición férrea en contra de la coalición soberanista y aseguró que pondría todos sus votos a disposición de aquellos acuerdos y candidaturas que alejaran a la izquierda abertzale del gobierno de las instituciones donde esta necesite de pactos.
Sin embargo, esta postura ha durado poco en el Parlamento vasco donde, en el primer pleno realizado tras el 28-M, el PP ha apoyado una proposición de ley impulsada por Bildu para facilitar la tramitación del autoconsumo de energías renovables en Euskadi, una medida que modifica la Ley de Suelo y Urbanismo y que ha sido apoyada por todos los grupos a excepción de la única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez.
La norma, que elimina la obligatoriedad de solicitar la licencia municipal de obras y permite así agilizar los trámites administrativos para instalar placas solares o puntos de recarga de vehículos en los edificios de Euskadi, ha sido aprobada en el primer punto del pleno realizado este jueves, en el que la portavoz del grupo Vascos Populares-Cs, Muriel Larrea, ha justificado los votos favorables de su formación asegurando que la obligación del Parlamento es, "acompañar a la ciudadanía y a las administraciones" en una transición ecológica que se debe "impulsar" desde las instituciones.
Por su parte, el parlamentario abertzale, Mikel Otero, ha aseverado que esta modificación legal es "un paso pequeño" para seguir desarrollando una transición energética que "va en buena dirección". En este sentido, ha señalado que los datos nacionales son "espectaculares" y que "el autoconsumo se está convirtiendo ahora mismo en el verdadero protagonista de la transición energética".
"En los últimos cinco años se han instalado más de cinco gigavatios de fotovoltaica en régimen de autoconsumo, lo que está provocando que esté bajando la curva de la demanda y que el consumo de gas esté bajando de manera notoria", ha destacado.
En este caso, el apoyo del PP solo es excepcional por el contexto posterior a los comicios, pero no es realmente una sorpresa dentro de la Cámara vasca, en donde populares y abertzales han coincidido de manera más que habitual.