La Ley de Educación de Euskadi continúa generando ríos de tinta y polémica. No es un secreto que el Gobierno vasco apuesta por aprobarla antes de que termine este año. Eso es lo que se contempla en el departamento de Educación que dirige Jokin Bildarratz. Unos plazos que no ven factibles las formaciones de la oposición.
Tal y como recoge Efe, el Proyecto de Ley de Educación superará este jueves las cuatro enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición, para encarar después el debate de enmiendas parciales. Algo que ocurre con la consabida intención gubernamental de que una de las normas más importantes de esta legislatura sea aprobada antes de que acabe 2023.
Paso de esta semana
Más en concreto, esta semana la holgada mayoría en el Parlamento vasco de PNV y PSE-EE, junto con el rechazo de EH Bildu a devolver la ley al Gobierno de Iñigo Urkullu, permitirán que el trámite de esta iniciativa siga adelante en la Cámara autonómica.
Decaerán así las enmiendas a la totalidad de PP, Vox, Ciudadanos y Elkarrekin Podemos-IU, partido firmante del pacto educativo, pero que se ha desmarcado de un proyecto de ley que a su juicio no respeta este acuerdo suscrito junto con PNV, PSE-EE y EH Bildu en abril del pasado año.
Dudas crecientes
Sin embargo, diversas fuentes de la opsición consultadas por Crónica Vasca ven poco probable, e incluso "imposible", que la ley pueda ver la luz en los próximos dos meses y medio. Tal y como ha publicado este diario, el calendario electoral y la tramitación de las enmiendas posteriores puede demorar esa esperada aprobación.
Claro que, como todo en política, dependerá básicamente de si hay un acuerdo claro o no entre los partidos. Sobre todo, tienen que acordar qué pasa finalmente con el asunto de los modelos lingüisticos. Hay tiempo, pero depende de ellos.