La futura Ley Vasca de Educación ha dado un nuevo paso adelante hacia su tramitación final. Tras meses de conversaciones y disidencias entre los diferentes grupos de la Cámara, e incluso entre los propios socios del Ejecutivo, el Parlamento autonómico ha acogido el debate sobre las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Ciudadanos y Elkarrekin Podemos-IU en contra de esta norma. Todas ellas han sido rechazadas con los votos en contra del PNV, PSE-EE y EH-Bildu, quienes, en conjunto, representan el 82,6% de la Cámara.
Con el rechazo a estas enmiendas, la norma avanza en un proceso de tramitación que el Ejecutivo vasco va a tratar de reducir al mínimo. De hecho, el propio consejero de Educación, Jokin Bildarratz, aseguró que su objetivo es aprobarla para "finales de este año", algo que desde la oposición ven francamente imposible.
Bildarratz, al comienzo del debate sobre esta norma, ha llamado al resto de fuerzas políticas a que "sean capaces de llegar a acuerdos" sobre esta norma. Ha reclamado que se priorice "aprobar la ley con el mayor consenso posible". Para adaptarse "a la nueva realidad".
Sin embargo, aunque el objeto de este debate parlamentario trataba sobre devolver o no el texto al Gobierno vasco, la sesión de este jueves ha ido más allá, dejando la clara imagen de que el consenso logrado en abril de 2022 con el pacto educativo ha desaparecido casi de manera definitiva. EH-Bildu, que en su momento se erigió como uno de los grandes defensores de la norma y ha rechazado las enmiendas presentadas por PP, Vox, Cs y Podemos, ha dado un giro a su postura y ha lanzado lo que parecía un "ultimátum" contra el Ejecutivo autonómico.
Sin garantías del apoyo de Bildu
En su intervención, el portavoz del grupo soberanista, Ikoitz Arrese, ha insistido en que desde su formación han rechazado estas enmiendas porque "pretenden negar la posibilidad de una buena Ley de Educación”, pero ha dejado en claro que su voto en favor de la norma todavía no está garantizado. "No apoyaremos ninguna ley que no responda a los retos que tiene la educación vasca, ni que responda a los equilibrios internos partidistas de este Gobierno”, ha aseverado.
Una referencia clara a las enmiendas presentadas in extremis, por PNV y PSE el pasado 3 de octubre que, a su juicio, cambiaron la dinámica con la que hasta ahora actuaba el Gobierno respecto a esta norma. Para Arrese, el acuerdo educativo "fue un primer paso" y la futura ley "debe ser un segundo". Sin embargo, ha denunciado que desde EH-Bildu están "muy preocupados", desde que el secretario general del PSE, Eneko Andueza, "dijera públicamente" que en este proceso la formación abertzale "sobra", y dejara abierta la puerta para que Bildu acabe quedando "fuera de la ley".
En esta línea, ha denunciado que los partidos del Gobierno "están haciendo una mala gestión del acuerdo educativo y están condicionando el pacto a peor". Y muestra de ello es "la presentación de las enmiendas in extremis, las cuales muestran "versiones diferentes respecto a los modelos lingüísticos" sobre las que "difícilmente se entiende alguna explicación". De hecho, es precisamente la permanencia de estos modelos lo que lleva a EH-Bildu a reclamar explicaciones
El hecho de que ninguna de estas cuatro enmiendas hayan triunfado permite avanzar a la Ley Vasca de Educación hacia un nuevo escenario, y en las próximas semanas el parlamento acogerá un nuevo debate centrado en las modificaciones parciales hacia este texto. En total, casi 300 cambios planteados por todos los grupos parlamentarios a excepción de Vox, y entre los que se incluyen las 26 modificaciones presentadas por PNV y PSE.
Ante el órdago de EH-Bildu, el portavoz del PNV, Gorka Álvarez, ha insistido en que la ley puesta a examen este jueves, "garantiza" que los alumnos que estudien en Euskadi alcances "los niveles educativos adecuados" tanto en euskera y castellano "sin menosprecios de ningún tipo". Además, ha aseverado que desde el Ejecutivo, centrarán el debate "en la educación y no en debates interesados".
Elkarrekin Podemos-IU, el primer disidente
De las cuatro enmiendas a la totalidad votadas este jueves en la cámara autonómica, una llevaba la firma de Elkarrekin Podemos-IU. La formación morada fue uno de los firmantes del pacto educativo en abril de 2022. Sin embargo, conforme se fueron conociendo detalles del texto, el grupo encabezado por Miren Gorrotxategi fue separándose cada vez más de la norma, argumentando que el texto trasladado a la Cámara "no respeta el espíritu" de dicho pacto.
Así, este jueves ha sido la parlamentaria de Podemos-IU, Isa Gonzalez, quien ha defendido la enmienda de su partido ante la Cámara. González, ha insistido en que hace un año, en su partido "no se hubieran creído" que acabarían presentando una modificación total contra la Ley de Educación". Además, en referencia a los modelos lingüísticos, ha señalado que estos "son un factor más de segregación", que "impiden la igualdad entre centros".
En esta línea, González se ha mostrado muy crítica con la norma, y la ha definido como "el colofón y la guinda de un pastel relleno de incumplimientos" de dicho pacto que "eterniza" la segregación y "blinda" la concertación.