Corría septiembre de 2021, hace ya algo más de dos años, cuando el lehendakari, Iñigo Urkullu, moderado en las formas y en el fondo, lanzaba un ataque "a las personas que han menospreciado a la ciencia". Se refería así, sin nombrarlo, a Luis Ángel Garrido, juez del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) cuyas decisiones rara vez sintonizan con las del Ejecutivo autonómico. Algo que ha quedado claro esta semana con dos resoluciones sobre el euskera.
El lehendakari usaba la citada expresión sobre el menosprecio a la ciencia porque en aquellos días el magistrado había puesto en duda públicamente la labor de los epidemiólogos en plena pandemia del coronavirus. Y porque había trascendido que en su perfil de Whatsapp tenía escrito el mensaje "No more lockdown" ("no más confinamientos").
Llovía sobre mojado, en realidad. Porque el ataque de Urkullu traía causa de algunos fallos judiciales contrarios a las decisiones tomadas en el Palacio de Ajuria Enea. Durante aquella etapa pandémica Garrido dictó al menos seis resoluciones que disgustaron sobremanera al Gobierno. De permitir la apertura de los establecimientos de hostelería a ampliar el aforo en los campos de fútbol pasando por tumbar la limitación de las reuniones a seis personas...
Garrido, que actualmente preside la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSPJV, nació en Palencia, tiene raíces vascas (su segundo apellido es Bengoechea) y reside en Bilbao hace más de treinta años. Es un hombre querido y respetado en el Palacio de Justicia. Es también un amante del jazz y del cine, con preferencias por las películas clásicas de los años 40 y 50. Y es, para muchos, el gran azote de Urkullu y sus consejeros.
Si durante la pandemia hubo al menos seis decisiones del TSJPV lideradas por Garrido que enmendaron la plana al Ejecutivo, esa tónica ha continuado después por otras cuestiones variopintas. Por ejemplo, cuando este mismo verano la Sala de este magistrado corrigió una orden del Gobierno vasco que limitaba la forma de manifestarse de los agentes de la Ertzaintza frente al Parlamento de Vitoria.
El euskera y dos sentencias
Pero, sin duda, las decisiones del juez que más duelen en Ajuria Enea tienen que ver con el euskera. Esta misma semana llegaban los dos últimos ejemplos: primero el TSJPV frenó la ley que fomenta el uso del euskera en el sector público. Más en concreto, los jueces estimaron parcialmente un recurso de Vox contra la Ley de Instituciones Locales de Euskadi (Ley Municipal).
Además, el jueves se supo que el TSJPV anula varios apartados de la misma norma al estimar otro recurso, en este caso del PP. Tal y como recogía Efe, el Partido Popular había impugnado 14 artículos del Decreto 179/2019 y la Sala declara la nulidad de tres de ellos, sobre el criterio manifestado anteriormente por el Tribunal Constitucional de que "no es jurídicamente admisible" imponer el uso de una lengua cooficial "en detrimento del castellano", ni la " imposición del uso exclusivo de la lengua autonómica en el ámbito de la Administración Local en razón de la determinación sociolingüística del municipio.
Partiendo de ese argumento, el TSJPV anula que la determinación de la lengua a emplear en las comunicaciones de una institución se realice "atendiendo al factor de conocimiento de ambas lenguas oficiales por parte de las personas receptoras". Además, la Sala censura que un decreto así obliga a la ciudadanía a ser bilingüe y que la entidad local no tiene por qué saber el factor de conocimiento de las lenguas por parte de los receptores ni puede exigir a la ciudadanía que manifieste este dato.
Estas dos decisiones se suman a otras tomadas en los primeros meses del año que igualmente irritaron al propio lehendakari, quien no dudó en mostrar su disconformidad con los jueces por estas decisiones. El mismo lehendakari volvía a alzar la voz contra el tribunal este mismo viernes en el Parlamento vasco. "Falta mucha sensibilidad". La larga batalla continúa.