Bildu 'sacrifica' a Otegi en busca de un tripartito con PSE y Podemos que jubile al PNV
Arnaldo Otegi se sacrifica por Bildu. O Bildu sacrifica a Arnaldo Otegi. Sea cual sea el orden de los factores, el producto es que la salida del veterano dirigente, portavoz de todas las marcas de la izquierda abertzale y condenado por secuestro como miembro de ETA, busca allanar el terreno para posibilitar el ya famoso acuerdo tripartito con PSE y Podemos (o Sumar o ambos) que desaloje del poder al PNV.
No sólo es que haya un "nuevo tiempo político", como decía este lunes el propio Otegi, o que se necesite una "candidatura feminista", como han dicho otros portavoces de Bildu. En la decisión también pesa, y así lo admitió el propio interesado en alguna medida, quitar un obstáculo a ese acuerdo a tres que jubile a los jeltzales.
Otegi sorprendió a propios y extraños en su comparecencia. No por su decisión de no presentarse, que era la más esperada, sino cuando habló de su propio pasado en términos casi negativos. Una manera de admitir que su candidatura puede restar en algunos sectores.
El giro de Bildu
Bildu lleva varios años intentando presentarse como un partido de gobierno e institucional, capaz de llegar a acuerdos con la izquierda para acceder al poder y/o ayudar a los ciudadanos más allá de las demandas identitarias. Un giro estratégico que le ha granjeado más apoyos que nunca. De hecho, si el célebre sorpasso al PNV es posible, es gracias a esa suerte de moderación de los abertzales. Porque gracias a ello se ha hecho con muchos votos sobre todo en sectores a la izquierda del PSE.
Este mismo lunes el secretario general del PSE, Eneko Andueza, se afanaba en dejar claro que los socialistas vascos no harán lehendakari a un candidato de Bildu. Algo que viene repitiendo desde que llegó a su cargo. Su plan consiste en ganar las eleccione vascas -el PSE ganó en Euskadi el 23-J- y después buscar apoyos para gobernar.
¿Cambio de socio?
La opción de que se articule el citado tripartito tras las elecciones autonómicas parece remota si se tiene en cuenta que PNV y PSE son socios en casi todas las instituciones vascas (las tres diputaciones y las tres grandes alcaldías). Pero nada está escrito, sobre todo desde que lidera el PSOE el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que también negaba cualquier pacto con Bildu y ahora se reúne con sus portavoces y gobierna gracias a sus votos.
Eso, que las posibilidades crece con Sánchez en Moncloa, también lo saben Otegi y sus compañeros de siglas. Como también saben que con el veterano líder de Batasuna un tripartito es francamente imposible. Pero las opciones cambian si la candidata es una mujer joven y sin esa mochila a sus espaldas.
Si tras las autonómicas de 2024 la suma de PSE, Bildu y Sumar-Podemos sirve para formar gobierno, será el momento en que los socialistas tendrán que decidir si continúan junto al PNV u optan por aliarse con Otegi y los suyos. Y será el turno, también, de que estos últimos recuerden a Sánchez que en la investidura le dieron sus votos "gratis".