Tras meses de elucubraciones, teorías sobre cuándo serán las elecciones y evasivas por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, Euskadi por fin tiene fecha para las autonómicas vascas de este 2024. Serán el próximo 21 de abril, como ya publicó este mismo medio, una semana antes de San Prudencio -fecha dedicada al patrón de Álava-, y coincidiendo con el cumpleaños del candidato del PNV, Imanol Pradales.
Urkullu ha dado a conocer esta decisión después del Consejo de Gobierno que se ha celebrado en la tarde de este jueves y en el que se han aprobado, entre otras medidas, el nuevo decreto para la Normalización del Euskera y una ampliación de 1431 plazas en la plantilla de Osakidetza. Un encuentro que habitualmente se realiza los martes pero que esta semana acabó anulándose después de que el lehendakari cancelara su agenda para acompañar a su madre, Flori Renteria, que falleció este martes.
Con esta convocatoria, que ya ha comunicado a la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, el dirigente autonómico disuelve la cámara vasca y da paso a una campaña en la que los jeltzales podrían perder su posición como la fuerza hegemónica de Euskadi. Nunca antes el Partido Nacionalista Vasco ha tenido a un rival tan cerca como actualmente tiene a EH Bildu. Formación a la que muchas encuestas ponen como la gran vencedora de estos próximos comicios.
En su intervención, Urkullu, en el cargo desde el 15 de diciembre de 2012, ha aseverado que "jamás habría imaginado mayor honor" que el de ser lehendakari, y ha insistido en que durante sus 12 años en el cargo ha procurado "ser siempre fiel a la dignidad que, tanto el Parlamento como el Gobierno vasco, merecen como máximas instituciones representativas de la sociedad vasca".
Con el talante solemne que le identifica, el lehendakari se ha despedido del cargo reconociendo sus errores y su dedicación a la sociedad vasca. "He trabajado lo mejor que he sabido. Buscando en cada decisión lo que creía mejor para nuestra sociedad". Asimismo, ha agradecido a Euskadi "por todo lo que me ha dado". "Como personas políticas no pasa nada por pedir perdón. ¿Que no es habitual? Cada uno procede y se pronuncia como estima oportuno. Seguro que habré cometido errores”, ha sentenciado.
Sin embargo, sí ha dejado un punto en el aire, es de si tenía intención de mantenerse en el cargo y buscar un cuarto mandato, o si él había participado en la decisión de dar un paso a un lado y dar paso a un nuevo candidato. "Soy un hombre de partido" ha insistido el lehendakari, quien además, ha hecho gala de los logros alcanzado por su ejecutivo en estos 12 años.
Mención al PSE-EE
Acompañado del resto de los miembros de su Ejecutivo, el lehendakari ha dado su agradecimiento, primero a la sociedad vasca, y luego al conjunto de su Ejecutivo vasco. Compuesto también por los consejeros del PSE-EE. Formación que le ha acompañado durante las dos últimas legislaturas. "Superando nuestras diferencias, y siempre a través de la discreción y el acuerdo, tanto el PNV como el PSE hemos compartido Estrategia y Objetivos de País, con la defensa de los intereses de Euskadi por encima de todo", ha sentenciado.
Como ha recordado, ya fuera durante su primer mandato en solitario o durante las dos legislaturas en coalición con los socialistas, en estos tres mandatos que Urkullu ha dirigido el Gobierno vasco, se han aprobado 121 leyes. La gran mayoría, un 85% apoyadas no solo con los partidos que sustentan el Gobierno, sino también con otros grupos de la oposición.
Recuerdo a las víctimas de ETA, Zaldibar y la violencia de género
Durante su intervención, el lehendakari ha hecho mención a las dos víctimas del derrumbe del vertedero de Zaldibar: Alberto Solaluze y Joaquín Beltrán; a las víctimas de la pandemia y a las muchas mujeres que en los últimos años han sido asesinadas o maltratadas por sus parejas. Seguiremos trabajando por una sociedad que destierre la lacra de la violencia contra las mujeres, que respeto y practique la igualdad efectiva entre hombres y mujeres", ha sentenciado Urkullu.
Así, ha hecho referencia también a "la pesadilla del terrorismo" protagonizada por la banda terrorista ETA, que dejó cientos de víctimas en Euskadi. "Vivimos sin la barbarie, sin ver hijas e hijos llorando porque están enterrando a su padre o a su madre, con muchas décadas de retraso y todavía queda mucho por hacer para que nunca vuelva a germinar el odio y la violencia en nuestro pueblo", ha sentenciado el lehendakari, en el mismo día que el Parlamento vasco recordaba a Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez, asesinados por ETA en 2001.
"Es un honor poder legar una Euskadi más avanzada, más justa a quienes nos sucederán. Una Euskadi asentada en los valores del respeto, la cohesión y la convivencia", ha aseverado.
Tanto el PNV como el PSE hemos compartido Estrategia y Objetivos de País, con la defensa de los intereses de Euskadi por encima de todo
Nueva etapa para Euskadi
Este medio, tras consultar a varias fuentes cercanas al PNV, ya publicó hace dos semanas que Urkullu tenía en la cabeza convocar las elecciones a finales de este mes. Sin embargo, también había otras fechas, como el 14 de abril, que podían acoger estos comicios. Pero finalmente será el 21 de abril cuando la ciudadanía vasca acuda a las urnas para elegir a sus representantes durante los próximos cuatro años.
Lo harán por tercera vez en menos de un año, en unos comicios que dejarán una Cámara ampliamente renovada y que, por primera vez desde 2012, no contará con la presencia de Urkullu entre los parlamentarios. Tampoco la de muchos otros cargos del Gobierno y representantes actuales del PNV como el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; o el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu.
Todos ellos abandonarán la sede de la soberanía vasca al término de este mandato. Dando así paso a una nueva camada de políticos jeltzales a la que pertenece su candidato, Imanol Pradales; el cabeza de lista por Álava, Joseba Díez Antxustegi; y la actual presidenta del Parlamento y cabeza de lista por Gipuzkoa; Bakartxo Tejería.
Pero la renovación no llegará solo por parte del PNV. Por parte de EH Bildu, su candidato, Pello Otxandiano, aterrizará en la Cámara vasca con un resultado histórico si cumple lo que prevén las últimas encuestas. Aunque necesitaría de una segunda fuerza para poder conformar Gobierno.
Los comicios también supondrán la vuelta del presidente del PP, Javier de Andrés, al parlamento; y la llegada del actual delegado del Gobierno y candidato del PSE-EE por Gipuzkoa, Denis Itxaso; así como la de su compañera de partido y candidata por Bizkaia, Aroa Jilete. Además, confirmada la ruptura total entre Podemos y Sumar en Euskadi, la formación de Yolanda Díaz, encabezada por Alba García podría llegar a la Cámara vasca con uno o dos escaños; mientras que Podemos, con Miren Gorrotxategi a la cabeza, se quedaría con un solo asiento.