El Parlamento vasco acoge este jueves el que previsiblemente será el último pleno como lehendakari de Iñigo Urkullu. Una sesión con aroma a despedida -la tercera o cuarta que ha experimentado ya el dirigente vasco en la cámara autonómica-, en la que se someterán a votación siete iniciativas parlamentarias de escasa relevancia. En concreto, seis Proposiciones no de Ley y una moción relativa a la Inteligencia Artificial, entre las que destacan dos cuestiones relativas al personal de Osakidetza.
Urkullu, que llegó a la Lehendakaritza en 2012 tras el primer y único mandato del socialista, Patxi López, sigue manteniendo en secreto la fecha para las elecciones autonómicas vascas de este año. Unos comicios que previsiblemente se realizarán el próximo 21 de abril y de los que solo hay una certeza, que saldrá un nuevo lehendakari. Ya sea Imanol Pradales por parte del PNV, Pello Otxandiano de EH Bildu, o alguno de los otros candidatos.
A priori al lehendakari no le quedan grandes tareas pendientes. La semana pasada logró aprobar tres leyes: la de Infancia y Adolescencia, la de Solidaridad y Cooperación, y la nueva Ley Trans, con un apoyo casi unánime por parte del resto de grupos parlamentarios. Solo Vox votó en contra de todas ellas -aunque en la última ni siquiera estuvo presente en la votación-, y el PP optó por una postura diferente en cada una de ellas: absteniéndose en la primera, votando a favor de la segunda y rechazando la tercera. Además, la semana anterior, logró sacar adelante en la Cámara autonómica una de las leyes 'insignia' de esta legislatura. La ley de Transición Energética y Cambio Clímatico, que la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio amente, Arantxa Tapia, aprobó como carta de despedida y con un trámite exprés.
Solo deja como tarea pendiente la Ley de Transparencia. Cuyo texto, desarrollado por el departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno, que dirige Olatz Garamendi, se aprobó en el Consejo de Gobierno el pasado 28 de noviembre. Pero incluso entonces, aún habilitando el Parlamento durante el mes de enero como se hizo en esta ocasión-, las esperanzas de que esta norma se pudiera sacar adelante eran mínimas. Algo que admitió la propia consejera y que dejaba a Urkullu son una norma de este tipo tras varios intentos fallidos en doce años. Dejando todavía a Euskadi como la única Comunidad Autonomía sin una ley que regule y vigile la actividad del Ejecutivo.
La enésima despedida del lehendakari
Durante los últimos dos meses, prácticamente desde diciembre, varios portavoces de diversos signos políticos se han despedido públicamente del lehendakari, convencidos de que la convocatoria electoral iba a llegar más pronto de tarde. Y es más que probable que, ante la previsión de que este sea el último pleno de Urkullu, la escena se repita por tercera o cuarta vez. Sobre todo, después de que el dirigente vasco se reuniera con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, en un encuentro centrado en hacer un balance final de este mandato.
El primero en despedirse, hace ya varios plenos, fue el portavoz del grupo popular y expresidente del PP, Carlos Iturgáiz, quien con total seguridad no mantendrá su escaño. Este, ya en diciembre, y cuando todavía se manejaba la posibilidad de que las elecciones se celebraran en marzo, aprovechó una de sus intervenciones durante un pleno de control para agradecerle a Urkullu "su labor como lehendakari, su tono y su talante". Un adiós ante el que el lehendakari reaccionó con tono jocoso, asegurando que era el líder popular quien se estaba despidiendo y negando que él mismo tuviera conocimiento de cuándo iban a ser las autonómicas.
Así, pasados ya casi dos meses, la escena se repitió en un nuevo pleno de control, solo que esta vez fue Laura Garrido, también del PP, quien protagonizó dicha despedida, en una sesión parlamentaria donde incluso el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y el propio lehendakari, dieron pistas sobre una despedida cercana.
Sin embargo, la fecha de las elecciones sigue manteniéndose como una incógnita, y desde el resto de formaciones políticas comienza a notarse cierto hartazgo ante la actitud de Urkullu. De hecho, portavoz de EH Bildu, Nerea Kortajarena, pidió este miércoles "claridad" porque a su juicio, "hay señales que hacen pensar que la semana que viene se disolverá el Parlamento" y aseguró que todo el mundo "tiene presente una fecha, el 21 de abril".