En esta última semana ha habido dos temas que han dominado buena parte del debate político vasco. Con las elecciones autonómicas vascas programadas para el próximo 21 de abril y los partidos centrados en unos comicios que se esperan especialmente ajustados, cualquier movimiento se mira con lupa y cualquier error y equivocación puede suponer un coste muy grande para quienes buscan liderar Euskadi tras la etapa del lehendakari, Iñigo Urkullu.
Desde luego, uno de los asuntos que va a rondar por los discursos de los candidatos en esta precampaña es la Ley de Vivienda. Medida que el pasado domingo el propio Gobierno vasco -sin el aval de los tres consejeros de la parte socialista- anunció que iba a recurrir ante el Tribunal Constitucional puesto que, a su juicio, vulnera las competencias de Euskadi en esta materia.
En si día, los jeltzales ya se posicionaron en contra de esta norma que sí apoyó EH Bildu, y que por salió adelante en el Congreso el 27 de abril de 2023. Sin embargo, el PNV, convencido de que se trata de una ley inconstitucional, ha tratado de convencer al Ejecutivo central para que este firmara un acuerdo interpretativo que reconociera las competencias vascas en esta materia". Una forma de que esta norma estatal no prevaleciera sobre la regulación autonómica vasca.
Así, durante esta semana ya se han visto varios episodios donde los principales candidatos se han manifestado de una u otra forma sobre esta cuestión, convirtiéndola en una herramienta electoral más. Un debate en el que se han conformado dos bandos muy claros: el de EH Bildu, PSE-EE, Podemos y Sumar, que apoyan la vigencia de la Ley de Vivienda -igual que la apoyaron en el Congreso-: y el del PNV y el PP, contrarios a esta norma, pero en base a argumentos considerablemente diferentes. Mientras los jeltzales basan sus críticas en cómo afecta esta medida a las competencias vascas, los populares inciden en que dicha norma provocará un encarecimiento todavía mayor de la vivienda, tanto a la hora de comprar como de alquilar.
PNV y PP, solos contra la Ley de Vivienda
El candidato de los nacionalistas vascos, Imanol Pradales, defendió el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno autonómico porque la Ley estatal "ataca el autogobierno vasco al invadir competencias propias" y, desde su perspectiva "no resuelve lo que pretendía reglar en cuanto al precio de los alquileres". Una posición, la de los precios, similar a la que defendió el presidente del PP vasco, Javier de Andrés el pasado lunes.
Por la otra parte, tras conocerse la decisión del Ejecutivo, el delegado del Gobierno y candidato por Gipuzkoa, Denis Itxaso, criticó que la decisión del PNV les ponía en el mismo bando que el Gobierno de Andalucía o el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (ambos del PP), que también han recurrido la norma. Además, el candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, aseguró que la formación jeltzale, que votó en contra de dicha norma, "no cree en las políticas de vivienda".
Desde podemos siguieron una línea muy parecida. Su candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, para quien el problema con la Ley de Vivienda no tiene una base competencial sino que el PNV "quiere seguir haciendo de la vivienda una mercancía y no un derecho".
En EH Bildu, tanto el diputado, Oskar Matute, como la portavoz de la campaña electoral, Oihana Etxebarrieta, también entraron a este debate para defender la norma que en su día apoyó la formación abertzale. A su juicio, esta "complementa" la regulación vasca, y por tanto no invade las competencias vascas.
Guggenheim con "tufo electoral"
La precampaña de las elecciones vascas ha traspasado las fronteras de Euskadi ha se ha asentado incluso en el Congreso de los Diputados. Algo que también ha ocurrido con los temas candentes de cara al 21-A. Allí, en la Cámara Baja, se vivió el pasado miércoles un destacado debate entre Javier de Andrés -quien todavía conserva su cargo como diputado por Álava-, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun (Sumar), en torno al Guggenheim de Urdaibai.
Un choque donde el ministro incidió en los "graves problemas" que este proyecto podía desatar desde el punto de vista medioambiental y urbanístico, en la comarca de Busturialdea, donde se encuentra la única reserva protegida de Euskadi.
Estos comentarios no fueron muy bien recibidos por Pradales, hasta el pasado jueves encargado del departamento de Urbanismo en la Diputación Foral de Bizkaia, y quien ha hecho de este proyecto una de sus principales lanzas. Aunque, como ya anunció Urkullu junto con la diputada general de este territorio, Elixabete Etxanobe, la ampliación del museo ha quedado paralizada hasta 2025 para que el Patronato de la Fundación Guggenheim hiciera una reflexión respecto a este proyecto.
Pradales, ante las declaraciones de Urtasun, insistió en que notaba cierto "tufo electoral" en que ahora el ministro de Cultura se decicara a "buscar ruido mediático" en torno a proyecto vasco y que compete al Ejecutivo autonómico. Aunque el Gobierno central haya dedicado ya más de 40 millones a la ampliación de este museo.
La continuidad del PNV o el rupturismo de Bildu
Todas estas disputas entre las diferentes formaciones políticas se apoyan, además, en un concepto concreto: la visión del autogobierno vasco que tiene cada uno de estos partidos. Estos mismos, en concreto EH Bildu y PNV, hablan de que las autonómicas del 21-A son una oportunidad para votar entre "dos modelos" sobre la gobernabilidad de Euskadi.
El mismo Pradales lo defendió hace unos días en una entrevista para la cadena Cope. Ante el aparentemente imparable avance de Bildu -primero en varias de las encuestas publicadas recientemente- la sociedad vasca debía elegir entre el modelo del PNV centrado en la economía, en el desarrollo de un autogobierno menos rupturista y a priori de la mano del PSE-EE; o un modelo 'progresista' y abertzale dirigido por EH Bildu y su candidato Pello Otxandiano.
Dos opciones, las mayoritarias en las elecciones, entre las que se cuelan otras propuestas sin opciones de hacerse con la Lehendakaritza como esa "alternativa" de la que habla Javier de Andrés; o una opción con Eneko Andueza y los socialistas vascos a la cabeza. De hecho, Andueza criticó el pasado miércoles que PNV y Bildu estaban "perdiendo el tiempo" en una pelea "encarnizada" por demostrar cuál de las dos opciones es más abertzale e independentista.