El pasado 27 de noviembre, cuando el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunció que no sería el candidato de la coalición abertzale a las elecciones autonómicas de este 2024, muchos ojos se pusieron sobre Nerea Kortajarena (San Sebastián, 1974): la portavoz soberanista en el Parlamento vasco; sustituta de la anterior candidata, Maddalen Iriarte, y la que parecía ser el reemplazo natural tras doce años de listas lideradas por mujeres abertzales.
Sin embargo, en un movimiento que sorprendió a buena parte de la sociedad vasca -también a un amplio sector de la propia militancia de Bildu-, la formación soberanista puso a Pello Otxandiano, su director de programa y una de las principales mentes del partido, al frente de la candidatura con la que, tras poco más de una década inmersos en el panorama politico vasco, buscan convertirse en la primera fuerza electoral de Euskadi.
Las últimas encuestas miran hacia el empate, y las convocatorias electorales del pasado 28-M (municipales y forales) y del 23-J (generales), anticipan que la victoria de Bildu es más que posible. Con la izquierda abertzale aupada por la decadencia de Podemos y Sumar, especialmente desde su ruptura oficial primero en el Congreso y luego en Euskadi; y con Gipuzkoa como el principal caladero de votos. De hecho, en este territorio, donde Kortajarena es la candidata -lo es también a presidir la mesa del Parlamento- podrían hacerse con casi la mitad de los 25 escaños a repartir (11-12), y llegarían a reunir cerca del 40% de los votos.
- Antes de que se anunciara que Pello Otxandiano iba a ser el candidato de EH Bildu a lehendakari, se habló de que usted podía encabezar las listas ¿Llegó a estar su nombre sobe la mesa?
- Esto no es una cuestión de aspiraciones o ambiciones personales. Desde la militancia política siempre asumimos el papel que decide la comunidad de EH Bildu. Lo hacemos con mucha tranquilidad y, en mi caso, con mucha ilusión. No tengo una ambición personal de ser lehendakari o estar en esas tornas. Estoy absolutamente convencida de que EH Bildu ha elegido a su mejor militante, al mejor perfil político para abordar el liderazgo en este nuevo ciclo. Hemos conseguido crear un equipo en el que se combina gente que tiene experiencia en la actividad parlamentaria; personas que van a traernos el conocimiento específico en áreas de gran relevancia; y también un perfil muy importante, la gente que ha trabajado como concejales en sus pueblos.
- Se ha referido al candidato de su partido, Pello Otxandiano, como el mejor militante y la mejor opción para estas autonómicas
- Pello tiene una visión del momento actual y de los cambios que nos vienen que marca una diferencia. Combina la pasión con el proyecto político y nuestro país, con una visión de lo que viene y de cómo abordarlo que, desde la honestidad política y desde la humildad, pocas veces se ven en la política convencional. Es verdad que quizás, en la parte más pública no se le ha conocido, pero desde sus funciones como responsable de programa ha tenido contacto con muchísimos agentes sociales: con el mundo de la empresa, de la cultura, etc.
Urkullu tampoco tenía experiencia en la gestión cuando llegó a Ajuria Enea
- ¿Puede afectarle a su candidato la falta de experiencia institucional una vez pasadas las autonómicas?
- En absoluto, Urkullu tampoco tenía experiencia en la gestión cuando llegó a Ajuria Enea. Además, durante muchos años la política en Álava, Gipuzkoa y Bizkaia ha estado muy vinculada a la gestión y precisamente lo que ha faltado ha sido esa visión de hacia dónde vamos. Seguramente eso es lo que ha hecho que en los últimos años hayamos perdido un tiempo crucial para preparar el futuro. Y por eso seguramente ahora abordamos todos estos retos con debilidades manifiestas. Creo que Pello tiene esa mirada a medio-largo plazo esencial, y esa pasión y visión por cómo abordar los cambios que nos vienen.
- ¿Cómo se toma EH Bildu que las últimas encuestas les den o bien un empate respecto a EH Bildu o bien incluso la victoria?
- Analizamos las encuestas con muchísima humildad. Reflejan una tendencia al alza de EH Bildu y que estamos acertando y sintonizando con esas necesidades y demandas que nos está mostrando la ciudadanía. Estamos consiguiendo referencialidad en muchos sectores de la población. Lo que está pasando ahora es que mucha gente que hasta ahora no confiaba en EH Bildu, está viendo nuestra forma de hacer política en los pueblos; cómo ejercemos nosotros la política; cómo estamos en política y está viendo nuestro intento de ofrecer propuestas y soluciones a los grandes retos. Que se esté dando esta pugna significa que las cosas están cambiando.
- ¿Bebe EH Bildu del desplome de Podemos?
- Los microdatos indican que EH Bildu está recibiendo votos de, diría, prácticamente todos los sectores. Elección tras elección la ciudadanía está mandando unos mensajes muy claros, nos está pidiendo que respondamos de otra manera ante las situaciones de cambio; y creo que estamos respondiendo bien. Creo que somos bastante honestas y la ciudadanía ve esa honestidad. En ese sentido creo que eso es lo que hace que esta tendencia al alza, aunque algunos se empeñan en decir que era coyuntural, tiene una base sólida.
- Pello Otxandiano planteó que fuera la lista más votada la que gobernara ¿Estarían dispuestos a votar a Pradales si este ganara?
- Estamos en un contexto parlamentario, con lo cual entendemos que estamos hablando de la fuerza con más escaños. Este nuevo ciclo requiere también pensar en nuevas formas. El nuevo ciclo político y las nuevas situaciones que vamos a vivir, requieren políticas nuevas y eso quiere decir que no se puede hacer política en el S.XXI como en el S.XX y no se pueden seguir las mismas lógicas, ni las mismas lógicas de alianzas.
- ¿Qué esperan de este 'nuevo' ciclo?
- Estamos convencidas de que va a ser un mandato abertzale, soberanista y que va a requerir políticas más soberanistas, pero también de izquierda y políticas públicas más progresistas. Hay que articular una agenda transformadora que responda a ese mandato y que permita abordar los retos futuros desde la colaboración. Y el diálogo que se dé en torno a la gobernabilidad del país tiene que darse en torno al cómo y con qué elementos abordamos ese mandato que nos va a hacer la ciudadanía.
- Ustedes han llegado a plantear un pacto con el PNV, pero también se habla de un posible acuerdo con el PSE-EE ¿Es esta una posibilidad?
- Tendremos que ver cuál es el resultado y cada uno, desde la humildad política, tendrá que ver cuál es el nuevo rol que le asigna la ciudadanía. Creo que lo importante es el para qué. Venimos de una alianza entre el PNV y el PSE que no tiene un para qué. Que realmente no funciona, que casi es un matrimonio de conveniencia en el que no hay un proyecto compartido y eso se ve cada vez que sale un proyecto estratégico, cada vez que surge el tema de educación, por ejemplo, y no están de acuerdo.
- ¿Cree que es una fórmula agotada?
- Son alianzas que para los retos que vamos a abordar en estos momentos, aunque den los números, aunque no sabemos si darán, eso también está abierto, pues no funcionan y, sobre todo, ya no garantizan estabilidad. no son garantes absolutamente de nada. Creo que las fórmulas de gobernabilidad tiene que ver con esa agenda transformadora que nos permita responder al mandato parlamentario, al mandato de la ciudadanía y a partir de ahí veremos qué fórmulas adoptar. Ahora se abren nuevas oportunidades y veremos qué dan de sí.
- La estrategia de EH Bildu, está funcionando, o al menos eso parece según muchas encuestas. ¿Qué ha hecho bien EH Bildu para dar a conocer así a su candidato?
- Creo que EH Bildu lleva bastante tiempo acertando en su lectura del momento político. Diría que hemos intentado centrarnos en los debates que nos está pidiendo la ciudadanía. Hemos intentado poner encima de la mesa un diagnóstico de la situación que se vive aquí y hemos tratado de ofrecer e identificar cuáles son los problemas y los retos, y ofrecerles soluciones. Lo hemos hecho tratando de elevar el nivel del debate político, y la gente lo está valorando positivamente. Está agradeciendo que, por ejemplo, EH Bildu, con su candidato a la cabeza, presente una propuesta detallada en relación a Osakidetza, trabajada con los y las profesionales del ámbito sanitario. Esas son las cosas que la gente nos está reclamando en este momento y creo que estamos acertando en ofrecerlas.
EH Bildu lleva bastante tiempo acertando en su lectura del momento político. Lo hemos hecho tratando de elevar el nivel del debate político
- ¿Cuáles son las prioridades de su partido si alcanza la Lehendakaritza?
- En este momento vemos dos urgencias. Una relativa a ofrecer una respuesta a la carestía de la vida. Los datos de pobreza ponen en evidencia que no ofrecer respuestas concretas a esa situación de la inflación genera que estemos en los mayores niveles de carencia material y severa desde 2015. Esa es una de las prioridades, sobre todo enfocada en el acceso a la vivienda. Que es también un factor de situaciones de pobreza y exclusión social. Tenemos las tasas de emancipación más bajas de toda Europa. Nuestros jóvenes tardan en emanciparse casi hasta los 30 años, tienen que dedicar casi el 50% de su salario a poder alquilar algo. No podemos normalizar alquileres de 1500 euros, precios absolutamente escandalosos.
- ¿Qué plantean como solución?
- Hay dos ámbitos: incrementar la oferta de vivienda en alquiler. Tenemos 69.000 solicitantes de vivienda en alquiler social y solo hay 27.000 viviendas en parque público. En Europa el porcentaje se multiplica por tres. El Gobierno vasco tiene una opción preferente de compra de VPO que hasta ahora no ha ejercido y creemos que debería ejercerla. Creemos que también hay que tomar medidas para frenar la entrada de fondos buitres en el mercado inmobiliario y que tiene que haber actuaciones dirigidas a controlar el precio de la vivienda. Para eso tenemos los instrumentos que nos ofrece la Ley de Vivienda Estatal.
- ¿Cómo valora el recurso de inconstitucionalidad que presentó el PNV en contra de esta norma?
- Creo que es una excusa más para no abordar el tema de la política de vivienda. El PNV votó en contra de la Ley de vivienda en 2015 y también ha votado en contra de esta, que lo que establece es la opción de utilizar unas herramientas. Aquí está la cuestión de cómo entendemos la vivienda. Nosotros lo hacemos como un derecho subjetivo que desde las Administraciones públicas hay que garantizar. El PNV la entiende como una propiedad. No ha habido voluntad política para articular medidas reales que ofrecieran una respuesta a esta situación.
- Ha hablado usted de dos urgencias. ¿Cuál es la segunda?
- Osakidetza. Es innegable que lo que fue la joya de la corona se desmorona, la percepción de la ciudadanía es clarísima. Osakidetza ha pasado en 10 años de ser la política pública mejor valorada a ser la segunda preocupación de la ciudadanía.
- ¿Qué se debe hacer?
- Osakidetza tiene los problemas de época, como el envejecimiento de la población, o la situación de la pandemia, que son problemas casi universales y que tensionan cualquier sistema de salud; y luego están los problemas estructurales que tienen una responsabilidad política: falta de planificación; políticas de contratación erróneas; precariedad; temporalidad, etc. Y luego está también la situación de las privatizaciones. Ha habido un incremento del 24% de los seguros privados.