La distancia mínima que separa a EH Bildu y PNV en las encuestas sobre las autonómicas vascas del 21-A no se romperá hasta la misma noche electoral. Si el pasado 1 de abril el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) daba a los jeltzales como ganadores de estos comicios -los más ajustados en 40 años- ahora las tornas han cambiado y es la coalición soberanista la que toma la delantera. Sin embargo, de poco sirve este sondeo si, como este mismo muestra, todavía un 30,1% de la ciudadanía vasca no ha elegido el sentido de su voto.
Los resultados publicados este miércoles muestran que la gran mayoría de la sociedad en Euskadi, el 67,1%, ya tiene decidido a quién apoyará en estas próximas elecciones. Pero este porcentaje restante, el compuesto por los indecisos, podría dar un vuelco a los resultados. Algo en lo que confían muchas de las formaciones políticas. Especialmente el PNV cuya militancia, por lo habitual, está bastante menos movilizada que la de su principal rival, EH Bildu. Un electorado que en estas elecciones, si quiere evitar una victoria de la izquierda abertzale, deberá salir a las calles para apoyar la candidatura de Imanol Pradales.
Aún así, la paridad será extrema hasta el domingo 21 de abril. Porque mientras un 57,2% de la población vasca ya decidió su voto mucho antes de que comenzara la campaña electoral y un 10,6% lo habría hecho ya con el inicio de esta; todavía queda un 16,9% que no decidirá hasta la última semana de campaña; un 5,1% que lo hará durante la jornada de reflexión y un 6,9% que se esperará hasta el mismo día de las elecciones.
En total, un 28,9% de los votantes tienen todavía su decisión en el aire. Y los partidos saben que esto puede cambiar drásticamente el resultado de las elecciones. Por eso sus candidatos, sobre todo el del PNV, Imanol Pradales, y el presidente de su partido, Andoni Ortuzar, están llamando a esa parte del electorado que todavía duda entre mantener su voto o consumar un giro hacia EH Bildu. Lo que podría arrebatarle la hegemonía política a los nacionalistas vascas.
A esto se suma, además, que ya hay un 1,5% de la sociedad vasca que ya tiene claro que se abstendrá. Aunque en realidad esta cifra es mucho menor de la que luego acabará por quedar reflejada. De hecho, hace cuatro años, en pleno contexto post pandemia, un 49,22% de la ciudadanía optó por no votar.
Las siglas sobre el candidato
Las elecciones de este próximo 21 de abril consumarán, con total seguridad, un cambio de ciclo para Euskadi. Con la salida del lehendakari, Iñigo Urkullu y una renovación amplia de los candidatos -solo repiten Miren Gorrotxategi con Podemos, y Amaia Martínez con Vox-, las siglas han tomado una importancia todavía mayor en esta campaña electoral. Lo que no quita que los partidos hayan hecho grandes esfuerzos en presentar a sus candidatos a lehendakari.
Aquí, según muestra el CIS, un 71,8% de la ciudadanía asegura que da más importancia a los partidos a la hora de votar; mientras que un 14,4% priorizan al candidato. Del total restante, un 4,8% basa su voto en ambas cosas y tan solo un 3,2% dice que lo que más le importa es el programa electoral.
Por otra parte, en lo que se refiere a la fidelidad a la hora de votar, el sondeo muestra que un 31,6% de los vascos vota siempre al mismo partido y un 25,8% "suele" mantenerse en la misma opción. Mientras, un 35,1% elige en función de "lo que más le convenza en ese momento".