Las claves del polémico centro de menores de Sopuerta
Durante las últimas semanas algunos profesionales sanitarios han reclamado la necesidad de presencia policial en el antiguo Palacio de Quintana por el comportamiento "violento" de algunos jóvenes
27 mayo, 2024 05:00Desde que la Diputación Foral de Bizkaia anunció que la localidad de Sopuerta, de 2.700 habitantes, sería la sede de un nuevo centro de menores no acompañados, la polémica estuvo servida. Prácticamente todo el conjunto del pueblo se posicionó en contra de reformar el antiguo Palacio de Quintana y convertirlo en un espacio de acogida para jóvenes migrantes.
En poco tiempo Sopuerta, donde Gobierna EH Bildu con mayoría absoluta, se llenó de protestas impulsadas por los vecinos del pueblo y de comentarios al estilo "yo no soy racista, pero...", y de pancartas reclamando la paralización del centro. Incluso un vecino del pueblo llegó a ofrecer en el programa Espejo Público de Antena 3 un millón de euros si se acaba por cancelar su construcción. Una propuesta que se quedó en una simple anécdota, y finalmente el centro abrió pocos días antes de las elecciones autonómicas vascas del 21-A. Comicios donde, igual que en las municipales, volvió a ganar la izquierda abertzale.
Los motivos, el "miedo" y la "preocupación" que algunos vecinos mostraban incluso antes de que uno solo de estos menores carentes de acompañamiento adulto, y que se han visto obligados a migrar, pusieran un solo pie en el pueblo. Estos, definidos en varias ocasiones como MENAS, sufrieron el rechazo sin paliativos de esta localidad, que ahora se mantiene en vilo por la situación del propio centro. Un espacio de acogida para más de 100 jóvenes que sin embargo, en poco más de un mes activo, está dejando sus primeras polémicas.
Acompañamiento policial a los sanitarios
Más allá del rechazo vecinal y de la negativa general a este centro en Sopuerta, durante estas semanas las críticas se han amplificado también desde el sector sanitario y los profesionales que atienden a los jóvenes de este centro. Menores que, en algunos casos, han dado muestra actitudes y tendencias violentas que dificultan el trabajo de los profesionales sanitarios de las ambulancias.
El pasado fin de semana el sindicato LSB-USO dio a conocer el descontento de cierta parte de este sector que actúa en la zona de Encartaciones, donde se integra Sopuerta, y que se negaba a atender a los jóvenes del centro si no recibía algún tipo de apoyo o acompañamiento por parte de la Ertzaintza o la policía de la zona. En concreto, el sindicato reclamó un protocolo para actuar en contra de la "desprotección" de los trabajadores que acudían a este centro.
En concreto, según informó El Correo, algunos sanitarios del servicio de ambulancias denunciaron las actitudes "agresivas" protagonizados por un par de jóvenes que habían llegado incluso a fugarse durante su traslado al hospital de Cruces. Razón por la que estos profesionales reclamaron la presencia de agentes de la Policía vasca y evitar así que estos sucesos se repitan.
Ni la Diputación Foral de Bizkaia, gobernada por el PNV, ni el Ayuntamiento de Sopuerta, cuya alcaldía conserva EH Bildu, han hecho declaraciones sobre este tema. De hecho, desde la formación soberanistas optan por mantenerse en silencio respecto a todo lo que tiene que ver con el centro. Aunque finalmente, tras varios altercados dentro del antiguo Palacio de Quintana, la Ertzaintza podrá actuar en el interior del centro para evitar que se repiten estos episodios violentos que, aunque los hayan protagonizado un sector minoritario de los residentes, provocan una clara sensación de inseguridad a sus trabajadores.
Dudas sobre el centro de refugiados de Vitoria
La polémica en torno al centro de Sopuerta se produce en un momento donde se está poniendo en duda otro espacio de características similares en Vitoria. Se trata del centro de refugiados que se abrirá en la Antigua clínica de Arana y que acogerá a 350 personas migrantes. Un proyecto impulsado por el Gobierno Central y que cuenta con el rechazo de prácticamente todas las fuerzas políticas de Euskadi a excepción del Partido Socialistas.
Este, para el que todavía no hay fecha, se convertirá en el espacio de acogida para personas migrantes con mayor capacidad de España. Sin embargo, sus detractores no cesan en su lucha por hacer tambalear el proyecto. De hecho, desde el PP vasco han tratado de paralizar su construcción en varias ocasiones, pero en ninguna de ellas han tenido éxito. Una de las últimas, a través de una votación en las Juntas Generales de Álava donde la iniciativa popular no logró los apoyos necesarios.
Además, respecto con el centro de Sopuerta como referencia, el grupo popular en la Cámara autonómica, presentó el pasado miércoles la primera iniciativa parlamentaria de esta legislatura. Una propuesta que tiene como objetivo "redimensionar a la baja" la capacidad de estas residencias para menores migrantes no acompañados. A juicio del presidente del PP vasco, Javier de Andrés, el tamaño de estos espacios impide el desarrollo de "un marco adecuado" para la educación, la normalización de la conducta, y la integración familiar de estos jóvenes.