Iturgaiz: "Mal negocio ha hecho el PNV con Sánchez porque ha fortalecido a Bildu en Euskadi"

En el Partido Popular están convencidos de que las elecciones al Parlamento Europeo del próximo domingo 9 de junio pueden convertirse en un examen de la ciudadanía al actual Gobierno de Pedro Sánchez. Con el Ejecutivo central pendiendo de un hilo y con el panorama postelectoral de Cataluña todavía por solucionarse, desde el PP han optado por hacer de estos comicios una nueva pugna de ámbito completamente nacional. 

Las encuestas -la mayoría de ellas a excepción del CIS de Tezanos-, dan a los populares una ligera victoria sobre el PSOE de un 2-3% y hasta 3 o 4 escaños de diferencia. El partido comandado por Alberto Núñez Feijóo, y con Dolors Montserrat como cabeza de lista, podría lograr hasta 24 asientos en las mejores de las previsiones. Y precisamente ese último puesto como eurodiputado lo ocuparía el dos veces presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz (Santurce, 1965), quien ya cuenta con una amplia trayectoria de 15 años en el Parlamento Europeo.

Ahora, tras cuatro años en Euskadi al frente del grupo popular en la Cámara autonómica, y después de reflotar el partido en una etapa cuanto menos convulsa tras la salida forzosa de Alfonso Alonso en 2020, Iturgaiz trata de volver a las instituciones europeas habiendo dado el testigo a Javier de Andrés en Euskadi. 

¿Cuáles son sus expectativas y las del partido para estas elecciones europeas?

Todas las encuestas, excepto la de Tezanos, dicen que va a ganar el Partido Popular. Hay que recordar que hace 5 años sufrimos un varapalo severo. Y ahora, que todas las encuestas serias de este país digan que gana el PP muestra que hay un vuelco en la política europea que ya se está viendo en España desde hace tiempo. La gente quiere castigar las políticas de Sánchez. Y estas elecciones pueden convertirse en una moción de censura a Sánchez y sus socios secesionistas.

¿Son unas elecciones también en clave nacional? 

Sin duda, pero no solo por parte del PP, el PSOE las ha hecho nacionales, lo hace Vox, lo hace Sumar, lo hacen todos los partidos de ámbito nacional. Porque estas elecciones europeas no se pueden desgajar de los problemas que hay para los franceses en Francia, para los griegos en Grecia o para los españoles en España. Hablamos mucho de Europa, de los sectores a los que afecta lo que ocurre en Europa, y por tanto estas son unas elecciones a nivel nacional. Pueden ser una meta volante antes de unas generales para descabalgar a Sánchez de la Moncloa.

¿Puede haber elecciones en octubre?

Hacer futurología en política es un mal negocio. Pero evidentemente, con lo que está ocurriendo, Sánchez, que es experto en sorprendernos, puede ser que espere al resultado y si le va bien podría convocar unas elecciones generales en otoño. Incluso coincidiendo con unas catalanas dependiendo de lo que pase el día 10 en la Mesa del Parlament. Estas europeas pueden dar la radiografía de lo que pueda pasar junto con Cataluña.

En las autonómicas de Euskadi y Cataluña se ha visto que lo que ha ganado el PP no lo ha ganado a costa de Vox. ¿Cómo les afecta la presencia de este partido? 

Vox es un rival político de la misma manera que para ellos el PP es un rival político. En estas elecciones yo le pediría prestado el voto a mucha gente que quiere votar a Vox. Porque si queremos desalojar a Sánchez de la Moncloa, estas son unas elecciones vitales. Si dispersamos el voto quién se beneficia es Sánchez. Y para qué eso no ocurra hay que centralizar el voto en la fuerza mayoritaria que es el Partido Popular.

Estas elecciones pueden ser una meta volante antes de unas generales para descabalgar a Sánchez de la Moncloa.

Carlos Iturgaiz, candidato del PP en el 9-J

En las generales del pasado julio el PSOE llamó al voto útil para prevenir sobre los posibles pactos entre PP y Vox, ahora están usando un discurso similar. ¿Le preocupa que logren el mismo efecto? 

Hay muchas personas que han votado al Partido Socialista que se han dado cuenta de que Sánchez les ha mentido. Sánchez era el que decía que no iba a haber una amnistía y la ha habido; Sánchez decía que no iba a pactar nunca con Bildu y pactó; antes decía que el Ayuntamiento de Pamplona no se lo iba a quitar a UPN y se lo ha dado a Bildu. Sánchez es un presidente que no tiene escrúpulos, puede levantarse hoy y decir una cosa, y mañana hacer completamente la contraria.

La semana pasada se aprobó la ley de amnistía. ¿Qué van a pedir a partir de ahora?

Ya lo están pidiendo. Sánchez pactó la amnistía con Puigdemont por siete votos. No pensando ni en España, ni de los españoles, ni en su propio partido. Simplemente pensaba en él para seguir en la Moncloa a cualquier precio. Pero es que un segundo después de aprobarse la ley de Amnistía, salieron todos los socios de Sánchez en Cataluña a celebrar que habían ridiculizado a la monarquía, a la Constitución, al Estado de derecho español, a la propia España; y segundo, salieron a volver a amenazar a España con un referéndum de autodeterminación para Cataluña.

¿PNV y EH Bildu, que en el Parlamento vasco mantienen una mayoría más que holgada, podrían avanzar en este discurso?

Evidentemente. Ya lo ha anunciado la presidenta del Parlamento [Bakartxo Tejería] diciendo que esta será la legislatura del nuevo Estatus. También lo dijo hace cuatro años y se quedó en agua de borrajas, pero no le interesó el PNV porque estaba viendo lo que ocurría en Cataluña y sabía que eso le podía hacer un terremoto. Uno que ya le ha ocurrido porque los malos resultados del PNV en las últimas convocatorias electorales demuestran que está moviéndose en tierras movedizas.

Vamos a dar una oportunidad a la paz, al diálogo y a la negociación. Si eso fracasara veremos qué hay que hacer

José Manuel García-Margallo, Ministro de exteriores

¿Considera que el modelo de PNV está ya caduco?

Eso no lo digo yo, eso lo están diciendo los electores con los resultados electorales que tiene el Partido Nacionalista Vasco en las últimas elecciones. El descenso del PNV es evidente, y su nerviosismo también. Ellos pueden perder ser el referente en Euskadi pasándole el testigo a Bildu, que ya le está comiendo la tostada. Mal negocio ha hecho el PNV con Sánchez porque lo que ha hecho es fortalecer a Bildu en Euskadi.

¿Se les da un valor real a lo que se hace en Europa por parte del resto de la sociedad vasca y española? 

Tampoco ayudan muchas veces los medios de comunicación que solo publican a veces las puntillas del Parlamento Europeo cuando ha habido una bronca. Que no suele ser normal. Yo creo que no vamos a los grandes proyectos que se toman para los sectores primarios, para nuestra economía, para los agricultores o la ganadería. Pero también es nuestra culpa. También hay que explicar mejor lo que se hace en el Parlamento Europeo. Pero insisto, se pone mucho el telescopio en el Congreso de los Diputados o el Senado, y se olvida lo que viene de Europa.

¿Cuáles son los temas más importantes en esta campaña europea?

A Euskadi le afecta todo, le afecta el tema de los sectores primarios y el de los fondos europeos, A Euskadi han llegado con cuentagotas los Fondos Europeos. Mal y tarde. El propio Lehendakari [Iñigo Urkullu] me ha dicho en privado y en público que estaba muchas veces en desacuerdo con cómo se estaba llevando el tema de los fondos europeos por parte de Pedro Sánchez. Los jóvenes necesitan de esos fondos cuanto antes para abordar su vida profesional o mejorar su bienestar social y económico en esta tierra. Además, hay que romper una lanza a favor de nuestra industria, de nuestra economía y de nuestros empresarios que se ven muchas veces afectados por la mala gestión del gobierno de Sánchez.

¿Cómo representa el PP a la ciudadanía vasca en Europa? 

Yo no voy a entrar en el juego que hacen ellos, porque parece que son la genuina voz vasca en Europa. Tan vasco es un diputado del PP o del PSOE como es el del PNV o Bildu. Es cansino y hasta repugnante que ellos tengan los carnés de vascos de primera y vascos de segunda, de buenos vascos o de malos vascos. Los vascos genuinos, como dicen ellos, o los vascos sucedáneos. Ese es un discurso antieuropeo. Porque Europa es la apertura, la unión, la diversidad y la pluralidad, todo lo contrario al nacionalismo.

Usted va como el número 24 en la plancha del PP ¿Teme quedarse sin escaño? 

El primer objetivo es que gane el PP; el segundo que el PP vasco saque un muy buen resultado comparado con el de las anteriores elecciones; y el tercero es que yo saque el escaño. Yo estoy confiado de que la ciudadanía vasca y la del resto de España va a dar al PP una holgada mayoría, porque creo que la delegación española ha hecho un gran trabajo en Europa con Dolors Montserrat a la cabeza. 

¿De verdad piensa que si hay una mayoría amplia del PP respecto al PSOE, Sánchez entonará el mea culpa? 

Lo que pasa por la cabeza de Sánchez solo lo sabe Sánchez, tal vez Begoña también. 

¿Le hubiera gustado ir algún puesto más abajo? 

No es una cuestión de un puesto más abajo o un puesto más arriba. La lista la hace el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, y él evidentemente tiene todas las manos libres para hacer y deshacer la lista. Hay muchos factores. Para mí ya estar en esa lista es todo un éxito y sobre todo, ver que hay opciones de que el Partido Popular tenga 24 o más escaños.

Usted estuvo 4 años al frente del PP en esta última etapa. ¿Cómo fue tomar el testigo del partido en ese momento convulso?

El partido estaba roto. Yo sabía dónde me metía y era un momento terrible y complicadísimo. Pablo Casado me dijo que igual no teníamos representación en el Parlamento vasco, las encuestas decían que podíamos quedarnos sin grupo parlamentario. Y bueno, yo confié en mi trayectoria, en mi equipo, en este partido que es mi familia y obtuvimos un resultado que se podía haber mejorado, pero conseguimos el grupo parlamentario y seis diputados. Ahora con Javier de Andrés a la cabeza ha mejorado el resultado en votos, en porcentaje y en escaños. Estamos al alza, pero no sólo por mi trabajo. No me gusta ponerme medallas.

¿Esperaban algún escaño más? 

Es injusto porque el PSOE solo subió medio punto y tuvo dos escaños más, y nosotros, que subimos tres puntos, solo conseguimos uno. Esas son las cosas que tiene la ley d'hondt. 

¿Cuál es el papel del PP vasco a partir de ahora? 

Tenemos que ser relevantes en la política vasca y empezamos a serlo. Lo hemos sido en las municipales, lo hemos sido en las forales, y aunque volverán a pasarnos el rodillo el PSOE y el PNV, las circunstancias son diferentes. Viene un nuevo lehendakari, viene un nuevo Gobierno y vamos a ver qué tipo de política hace este nuevo engranaje político que ha salido de las urnas. Tenemos mucha chance desde la oposición de darle un pulso al Gobierno.

¿Cómo fue su salida de la presidencia del partido? 

Yo me fui muy feliz por el trabajo que había hecho, muy tranquilo. Con el deber cumplido. Sabía que todo lo que empieza tiene que terminar y que hay que dar paso a otras generaciones, a gente más joven, a gente con ilusión. Había que renovar el partido en el País Vasco porque yo en aquellos momentos traumáticos, de tanta tensión, a lo que viene fue a unificar el partido y lo conseguí. Cogimos un partido roto y lo hemos cosido.