Agricultor joven de archivo/EFE

Agricultor joven de archivo/EFE EFE

Política

El PNV propone un contrato para agricultores sin experiencia y compatible con cobertura de paro

Los peneuvistas llevan al Congreso una propuesta para imitar el modelo francés en busca del relevo generacional en el sector primario

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El Partido Nacionalista Vasco quiere importar a la legislación laboral del Estado una nueva modalidad de contrato de inspiración francesa dirigida a jóvenes agricultores sin experiencia que puedan adentrarse en el sector sin necesidad de renunciar a su situación de paro.

La propuesta, registrada por el PNV en el Congreso de los Diputados a través de una proposición no de ley, busca fomentar el relevo generacional en el campo. 

El modelo laboral al que hace referencia el partido es el denominado Contrato de Apoyo a Proyectos Empresariales (CAPE) en el sector agrario.

“Es una fórmula jurídica que permite al emprendedor o al líder de un proyecto beneficiarse del apoyo de una empresa o una asociación con experiencia, mientras prueba la viabilidad de su proyecto sin crear de forma inmediata su propia estructura”, explica el grupo de Maribel Vaquero

Maribel Vaquero, portavoz jeltzale en el Congreso

Maribel Vaquero, portavoz jeltzale en el Congreso EBB

“Un contrato –añaden- que no siendo de trabajo, facilita la inmersión en el mundo empresarial y que permite probar legalmente una actividad empresarial antes de su lanzamiento sin perder su situación de paro y de percepción de la prestación y con una cobertura social y de protección en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional”.

El grupo nacionalista aboga por “adaptar” estar fórmula a la realidad “económica, social, competencial y de cogoberannza” de España como una medida con la que fomentar el relevo generacional en el sector agrario.

“En el Estado español no existe ninguna figura de contrato específico para la finalidad emprendedora”, añaden. Un tipo de contrato del que, explican, se pueden beneficiar las personas físicas, emprendedoras de un proyecto de creación o traspaso de una empresa, exceptuando las personas asalariadas a tiempo completo e incluso los empresarios individuales de una SLU.

“Un contrato que está en vigor en Francia y que aquí se ha estudiado e impulsado a través de la figura de «espacios de test agrarios» para la actividad agraria tratando de emular al patrón francés, por la falta de relevo generacional y por la existencia de una generación de agricultores que con formación pero sin raíces agrarias carecen de experiencia práctica, de herramientas que faciliten acceso a la tierra, a la inversión, entre otros muchos factores y que, por tanto, necesitan de un acompañamiento diferente al que requiere un perfil tradicional”, aseguran. 

En su proposición no de ley, el PNV también aboga por “introducir algún marco contractual en este sentido en el catálogo de medidas y recomendaciones anunciado en favor del relevo generacional en el sector agrario”.

El contrato CAPE francés

No es un contrato laboral y, por lo tanto, no genera relación laboral entre el emprendedor y la entidad que lo acoge. Se hace como modelo de acompañamiento profesional: el emprendedor se integra temporalmente en una estructura de apoyo (como una cooperativa o asociación con experiencia), que le proporciona asesoramiento, formación, herramientas y en ocasiones, infraestructura.

Se trata de una prueba sin riesgo, que permite al emprendedor desarrollar su actividad de forma legal, emitir facturas a través de la entidad de acogida, conservar sus derechos como desempleado, incluyendo la percepción del paro y tener cobertura en caso de accidente laboral o enfermedad profesional.

La duración del contrato CAPE francés es limitada. El contrato es temporal y está diseñado para la fase de testeo o validación del proyecto. Tras ese período, la persona puede decidir constituir su propia empresa.