Pradales mide su capacidad de consenso con el Pacto de Osakidetza entre dudas de la oposición

Este viernes se celebra en Bilbao la última de las reuniones de la Mesa de Salud con el objetivo de sacar adelante el gran Pacto por Osakidetza con el máximo número de integrantes. 

El Pacto de Salud, del que oímos hablar por primera vez al poco de conformarse el nuevo Gobierno vasco, celebró su primer encuentro el 5 de septiembre de 2024. Desde entonces, se han ido sucediendo numerosas reuniones en las que, además de los partidos políticos, también han participado sindicatos, colegios profesionales y asociaciones de pacientes, entre otros. 

El objetivo era claro: elaborar un documento con medidas para mejorar Osakidetza. Aunque no se ha conseguido el plazo de seis meses que el lehendakari, Imanol Pradales, marcó en un principio, los nuevos plazos del Gobierno vasco hablaban de finales de junio para cerrar el pacto. 

Así, en este 27 de junio, el Gobierno de Pradales con Alberto Martínez al frente del departamento de Salud miden la capacidad de consenso en este asunto, puesto que el pacto saldrá, sí, pero habrá qué ver cuántos de los agentes se suman. Y esto es un aspecto clave.  

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ELA y LAB ya están fuera 

Por el momento, ya se sabe que ELA está fuera —lo hizo incluso antes de la primera reunión— y el último en abandonar el pacto ha sido LAB, que lo anunció este jueves. El sindicato abertzale no va a firmar porque "no garantiza los recursos públicos y propios, y mantiene la dependencia respecto al sector privado". 

Sumar, por su parte, también ha anunciado que no va a apoyarlo porque no está de acuerdo con el modelo. "Apuesta por una colaboración público-privada en la asistencia sanitaria que favorece las externalizaciones". 

Y el de la privatización es, precisamente, el aspecto que ha alejado posturas entre los integrantes. LAB, CCOO, UGT y Satse, así como EH Bildu, Sumar y el Colegio de Trabajo Social, aprobaron por mayoría una propuesta que planteaba reforzar la sanidad pública para que esta no tuviera que recurrir a la concertación de servicios con empresas sanitarias privadas, salvo en situaciones "excepcionales".

Pero el departamento de Salud planteó otra propuesta para "priorizar" los servicios públicos, aunque con la posibilidad de derivar, en ocasiones, determinadas actuaciones a la sanidad privada. 

Bildu está en el aire

EH Bildu también es muy crítico con la sanidad privada. Este mismo jueves, la formación abertzale acusaba a PNV y PSE-EE de "dar la espalda al mandato popular de blindar el sistema público de salud".

Sin embargo, si Bildu se sumará al pacto o no está en el aire porque han asegurado que esperarán a este viernes para ver "cómo se resuelven esta cuestiones". 

Por su parte, el PP vasco está de acuerdo con algunas cuestiones, pero discrepa en otras "muy relevantes". 

De hecho, los populares vascos ya han advertido de que "no pueden comprometerse con los acuerdos que se alcancen" porque piensan que no van a ser "lo suficientemente eficaces", ya que "no se han retirado los filtros ideológicos".