¿Se están recuperando las aguas del Nervión?
Breve historia de uno de nuestros ríos, el Nervión, que ha sufrido y sufre de una contaminación importante en sus aguas.
28 mayo, 2024 13:54Noticias relacionadas
Hace varios años se había detectado un considerable aumento de la contaminación en el río Nervión, lo que disparó las alarmas de los grupos ecologistas. La toxicidad del río condujo a la pérdida de una gran cantidad de especies animales tradicionalmente presentes en él, incluyendo peces y cangrejos. Además, no se trataba de un problema con un único origen, sino que respondía a múltiples tipos de vertidos con poco o ningún control.
Los análisis de valoración química demostraron que la toxicidad del río era continua en 2019 y 2020, de manera que los esfuerzos para limpiar la desembocadura del río eran en vano. Retirar la polución acumulada en las áreas más visualmente atractivas del río era casi como ponerle puertas al campo, porque las fuentes de polución seguían vertiendo sustancias tóxicas tanto en el Nervión como en sus distintos afluentes.
Recientemente, sin embargo, han vuelto a verse algunos cangrejos en la desembocadura del río que sugieren un mejor estado de sus aguas. Haría falta elaborar nuevos análisis para poder confirmar si efectivamente las aguas del río están menos contaminadas que antes, pero los signos son positivos. Lo cierto es que en los últimos años se están endureciendo las normativas contra los vertidos ilegales en el País Vasco y en el Estado español.
Múltiples fuentes de contaminación
El río Nervión se ve afectado por la contaminación procedente de diferentes fuentes, que a grandes rasgos pueden reducirse a dos categorías. Por una parte, encontramos los vertidos de aguas fecales procedentes de las ciudades situadas a lo largo del río. Estos vertidos acostumbran a desembocar en el río prácticamente sin ningún tratamiento, así que el aumento de la presión poblacional causa daños severos a su ecosistema.
Por otra parte, el País Vasco tiene una fuerte presencia industrial que desemboca en vertidos directos o indirectos en el Nervión. Las grandes industrias están cada vez más identificadas y reguladas, lo que ha permitido reducir la densidad de los vertidos en el río durante los últimos años. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer para regular los vertidos de las pequeñas industrias que acostumbran a evadir las inspecciones gubernamentales.
El trabajo de recuperación del Sena
Los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en París este año suponen un buen ejemplo del enorme esfuerzo que requiere recuperar un río contaminado. La limpieza del Sena ha pasado a ser una prioridad estatal para la república francesa, con un Emmanuel Macron obstinado en ofrecer la mejor imagen posible de París en este evento. Diversas pruebas de natación tendrán lugar en el río, con lo que la salud de los atletas también está en juego.
Nadar en el río estuvo prohibido durante cien años, pero ahora, gracias a un esfuerzo multimillonario –se mencionan cifras de 1.400 millones de euros–, será posible volver a nadar en el Sena. Quienes han participado en los procesos de limpieza recuerdan que se puede nadar, pero que no se debe beber el agua del río, con lo que la salubridad del Sena todavía está en entredicho. Sin embargo, la mejora de su ecosistema ha sido notable.
La colaboración de la ciudadanía
Será difícil que el País Vasco pueda hacer frente a una inversión tan masiva como la que ha hecho Francia para recuperar el Sena, pero los procesos de limpieza y las medidas de control de vertidos están dejando su huella poco a poco. Además, también hay algunas medidas que puedan adoptar la población general para recuperar el río o, cuanto menos, para reducir al mínimo la degradación de sus aguas.
La más evidente es la de no contaminar los alrededores del río. La correcta disposición de las basuras utilizando los contenedores de reciclaje correspondientes puede reducir de forma considerable la contaminación del río, y no solo en sus alrededores. Las acumulaciones de basura quedan expuestas a la intemperie, y el agua de lluvia puede filtrar sustancias tóxicas al subsuelo, cuyas aguas eventualmente terminan llegando al río.
¿Un futuro donde el Nervión estará completamente limpio?
Las décadas de contaminación acumuladas tanto en el lecho del río como en el subsuelo colindante hacen que resulte difícil imaginar un Nervión completamente limpio en los próximos años. Sin embargo, las medidas de control de los vertidos contaminantes y los esfuerzos presentes y futuros para limpiar el río pueden dar excelentes frutos si se mantienen o incrementan los trabajos en esta línea.
Es probable que no lleguemos a ver un río Nervión tan limpio como lo habría estado en el siglo XVIII o a comienzos del siglo XIX –al menos, no en nuestras vidas–. Pero sí que podemos dar pasos para que el río Nervión reduzca gradualmente sus niveles de contaminación. Seguirá siendo desaconsejable beber sus aguas durante un largo tiempo, pero, al menos, podremos disfrutar de un ecosistema parcialmente recuperado y mucho más saludable.
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