Sociedad

Las residencias superan los 1.000 muertos en Euskadi desde que se desató la pandemia

La cifra de muertos supera la traumática cifra del millar desde el inicio de la pandemia en unos lugares habitados por una población mayor y vulnerable que requiere de cercanía en los cuidados

4 febrero, 2021 05:00

Las personas fallecidas por coronavirus en las residencias vascas acaban de superar la traumática cifra del millar. Las residencias han demostrado ser unos lugares especialmente vulnerables. La covid-19 ha hecho estragos entre sus usuarios desde el inicio de la pandemia, segando la vida de 1.004 personas, según los datos facilitados a 'Crónica Vasca' por las tres diputaciones forales. La escasa ventilación en unos edificios donde hasta ahora casi todo era compartido entre los residentes estaría entre las principales causas de la letalidad del virus una vez se adentra entre sus paredes, según explica Cinzia Sannino, médico y responsable de la dirección médica de Matia Fundazioa, una entidad dedicada al cuidado de las personas mayores.

Algunos de los residentes y el personal de estos centros para personas mayores ya están totalmente inmunizados tras haber recibido la segunda dosis de Pfizer. Sin embargo, a día de hoy hay 31 residencias con casos activos en Euskadi y más de 7.000 residentes positivos por coronavirus en los tres territorios vascos. El virus se cuela en ocasiones con facilidad porque estos centros presentan debilidades. La escasa ventilación, compartir todo y la no sectorización de sus usuarios son algunas de las facilidades que se le da al virus para su extensión, generando riesgos a las personas mayores. Hasta este pasado miércoles, Bizkaia contaba con 501 fallecidos por coronavirus, Gipuzkoa con 321 y Álava con 182.

Estos centros son especialmente vulnerables a la covid- 19 por varios aspectos. Por un lado, por el perfil de los residentes. "Ellos son una población frágil y muchos ya cuentan con enfermedades crónicas, lo que les hace más vulnerables a poder sufrir fácilmente más contagios”, explica Sannino. Otro aspecto son las propias residencias, que favorecen la propagación del virus ya que todo es compartido. “Son unidades donde conviven muchas personas y hay una mayor densidad de población en un espacio compartido, facilitando el contagio”, confirma Sannino. En tercer lugar, están los cuidados que reciben los usuarios de estas residencias. "La base de estos cuidados es la cercanía, la proximidad, algo que en este momento no podemos hacer", explican desde esta fundación.

El diseño de las residencias

Además de esto, también existen los aspectos estructurales, como el diseño arquitectónico de estos centros para mayores. “Los sistemas compartidos, los sistemas de ventilación deficitarios y el no salir a espacios abiertos dificultan el control del coronavirus”, clarifica Sannino. Como los espacios, el personal sanitario también es compartido, ya que rota por diferentes plantas y servicios. Todos estos aspectos facilitan la entrada, la rapidez y la eficacia en la propagación de este virus.

Para paliar y evitar los brotes y los contagios, desde Matia recomiendan seguir y definir muy bien los protocolos para que haya una detección precoz, aplicar las medidas de forma estricta y mentalizarse y autocontrolarse acerca de los síntomas y del propio virus. “Con el coronavirus la formación continuada del personal sanitario y la disponibilidad de recursos es crucial”, apunta la profesional de Matia. También recalca la importancia y relevancia que tienen las instituciones públicas y la necesidad de informar de forma clara y continuada tanto a los usuarios como a las familias. 

Guardería de mayores

Los usuarios de estas residencias son personas mayores que pierden habilidades y para las que es difícil mantener los protocolos y las medidas de seguridad. Las enfermedades y la edad avanzada dificultan estas tareas. "Muchas veces una persona con Alzheimer no puede controlar si se pone o no la mascarilla, no se les puede exigir", comenta Cristina Leziñana, responsable de prensa del Sindicato Médico de Euskadi.

Desde la llegada de las primeras dosis de la vacuna los usuarios de las residencias de Euskadi han sido los primeros en recibirla. A fecha de este miércoles, en Euskadi había 14.059 personas que han recibido las dos dosis de la vacuna y se han administrado un total 59.582 dosis. Aunque el País Vasco continúa siendo la última comunidad autónoma en el proceso de vacunación su estrategia permite asegurar que la segunda dosis llega a todos los que reciben el primer pinchazo.

Las residencias son el grupo prioritario de la vacunación contra la covid-19, primero los residentes y en segundo lugar todo el personal que trabajara en esos centros. De esta forma, los espacios más vulnerables para la propagación del virus, como son las residencias, han sido los primeros inmunizados contra el virus. El protocolo de vacunación, en este caso, estaba claro. Los usuarios de las residencias debían ser y han sido los primeros en recibir esa vacuna que les ofrece la inmunidad ante este virus.