Bilbao antiguo

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Sociedad

Estos son los oficios más míticos de Bilbao que, tristemente, han desaparecido

Hay un oficio que sigue existiendo: el de saramero, aunque ha cambiado. Antes tenían unos carros tirados por bueyes para recoger la basura, luego pasaron a ser caballos y, después, camiones. 

12 septiembre, 2023 20:00

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Hay oficios que todavía se mantienen, como el de profesor, camarero, abogado, policía o bombero. Son, de hecho, profesiones muy demandadas en nuestro país. En especial la de camarero, pues España es un país que se sustenta mucho en la hostelería, aunque bien es cierto que últimamente hay falta de ellos

Hubo un tiempo en el que en Bilbao también predominaban estos oficios y también un momento en el que algunos oficios dejaron de existir por no poder adaptarse a los nuevos tiempos. 

Oficios inexistentes

  • Limpiavías: se encargaban de limpiar las vías de los tranvías. Iban vestidos con chaquetones y una pequeña txapela. Además llevaban un palo largo de madera que tenía una espátula de acero. También llevaban una escobilla, una lata de pimientos con grasa y una palanca para engrasar y ajustar los cambios.
  • Chupinero: los chupineros se encargaban de los morteretes de mano, que se ocupaban del ruido durante las fiestas. 
  • Encargado de los chirridos de los carros: empleados municipales dispuestos a controlar el chirrido de los ejes de los carros con tal de no molestar a los vecinos. 
  • Faroleros: controlaban los faroles municipales y el oficio desapareció en el siglo XVIII. Se ocupaban de encender los faroles de aceite primero y, más tarde, los de gas.
  • Sarameros: este sigue existiendo, ya que solo ha cambiado de nombre. Estos recogían la basura y se encargaban de las alcantarillas. El trabajo ha cambiado hoy día. Antes los sarameros tenían unos carros tirados por bueyes, luego pasaron a ser caballos y, después, camiones. La basura se recogía en el Casco Viejo y las familias las dejaban detrás de sus casas. 
  • Alguaciles: en 1588 echaban a los vagabundos de la ciudad. En 1852 se convirtieron en guardias, siempre acompañados de una vara. Llegaron a tener otros nombres como chíneles o chibas. En 1860 pasaron a llevar levita, sombrero de copa y pantalón azul.
  • Los veladores: alguaciles de noche. Comprobaban, con su txapela y uniforme azulado, los cierres y trataban de calmar las peleas. También cantaban las horas y el tiempo. Si había una emergencia usaban un silbato. 
  • Plañideras: mujeres contratadas para llorar durante los entierros. Costumbre de hace cientos de años. Si había muchas plañideras en un entierro, eso significaba que la persona fallecida tuvo mucha popularidad o gran status. Iban acompañadas de un jarrón en el que dejaban las lágrimas derramadas. Un jarrón que se ponía junto al fallecido. 
  • La sirga: las mujeres de los soldados que luchaban en la guerra durante el siglo XIX. Arrastraban las gabarras por las rías. Trabajo prohibido por las Ordenanzas Municipales en el siglo XX. 
  • Cargadoras del muelle: las cargadoras del muelle tenían el trabajo de cargar y descargar los buques. Una curiosidad es que en 1906, los hombres cobraban 5 pesetas por 10 horas de trabajo, mientras que las mujeres cobraban 2.50 pesetas. 

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