Universidad de Mondragón: "El número de jóvenes puede ser insuficiente para cubrir los puestos de trabajo en Euskadi"
Vicente Atxa, rector de la cooperativa universitaria vasca, que acaba de cumplir 25 años de trayectoria, advierte de la necesidad de atraer talento extranjero para poder cubrir la demanda de puestos de trabajo especializados por parte de las empresas en el futuro
1 octubre, 2023 05:00Noticias relacionadas
Desde la Universidad de Mondragón acaban de inaugurar el nuevo curso 2023-2024 con la celebración del acto oficial de apertura en su campus de Oñati coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la institución. Se avecina un futuro prometedor, que pivotará en torno a la formación dual, la internacionalización y la personalización, tal y como destaca Vicente Atxa, rector de la única universidad en el mundo con una estructura cooperativa.
En estos 25 años de historia, la Universidad de Mondragón ha pasado de ser "una universidad incipiente en el sistema universitario vasco" a formar parte de él, hasta el punto de que "a día de hoy, el sistema universitario vasco no se podría entender sin Mondragon Unibertsitatea", subraya Atxa. "Hemos dado un gran salto en nuestra aportación de conocimiento y tecnologías que pueden transferirse a las empresas, porque Mondragon Unibertsitatea tiene muy claro que debemos contribuir a la mejora competitiva del tejido empresarial vasco", advierte.
-En realidad, el proyecto formativo de la Universidad de Mondragón tiene una larga trayectoria...
-Sí. Como universidad llevamos 25 años, pero nuestro proyecto formativo comenzó hace 80 años, cuando los fundadores de la primera de nuestras facultades, en Oñati, decidieron que la mejor manera de transformar la sociedad es la educación y ese sigue siendo nuestra misión. Una misión que puede parecer utópica, pero que en nuestro caso no lo es, ya que los números dicen que en las zonas donde Mondragon Unibertsitatea tiene más presencia, las tasas de desempleo son las más bajas del Estado. Tampoco es casualidad que tengamos unos pueblos y unas ciudades donde el reparto de la riqueza es más equitativo. Una universidad cooperativa trabaja para generar riqueza social y hacer así que la sociedad se transforme en una sociedad con menos desigualdades.
Por otro lado, la celebración de nuestro aniversario ha tenido, como objetivo principal, reconocer a los estudiantes que nos han acompañado estos 25 años, que han puesto la confianza en la universidad para desarrollar su formación, y, sobre todo, mirar atrás para coger las fuerzas suficientes para afrontar los nuevos retos que tiene la universidad por delante. De ahí que la apertura de este curso, en el que se han matriculado 2.300 alumnos y alumnas, sea muy especial, porque empezamos otros 25 años más.
-Tienen un modelo cooperativo único en el mundo.
-Sí. No hay ninguna universidad con esta modalidad en el mundo. En Valencia hay una escuela cooperativa, con la cual tenemos mucha relación, pero es verdad que el movimiento cooperativo vasco, el de Mondragon, es único, por tener una serie de cooperativas en sectores muy competitivos, como Mondragon Unibertsitatea, demostrando así que con otro modelo, con el modelo cooperativo, también se puede ser competitivo en este mundo.
-De las 2.300 nuevas matriculaciones de este nuevo curso, ¿cuál es la carrera estrella?
-En todos los grados que ofertamos se han cubierto las plazas y por lo tanto no existe una carrera estrella. En el ámbito empresarial ofrecemos tres itinerarios, en el ámbito de las Humanidades y las Ciencias de la Educación, cuatro, y en el ámbito de las Ingenierías hay una decena de especialidades.
Que se llenen todos y que incluso haya lista de espera en algunos casos, quiere decir que la oferta que tenemos responde a los requerimientos de empleo, pero lo más importante es que también responden a esas vocaciones que tienen los chicos y chicas de 18 años.
-Este curso amplían su oferta, pero además deciden reforzar su formación dual, ¿por qué?
-Sí. Actualmente, Mondragon Unibertsitatea ofrece 20 Másters y 11 grados que posibilitan que los estudiantes tengan un itinerario dual, es decir, que puedan compaginar su formación en el campus universitario con el campus laboral, para que entre empresa y universidad tengamos un mismo objetivo formativo. Y eso queremos reforzarlo.
-¿Por qué cree que la formación dual es tan valorada por las empresas?
-La relación Universidad-Empresa ha sido una de las señas de identidad de Mondragon Unibertsitatea. En estos 25 años seguimos colaborando cada vez con más empresas. Hemos conseguido desarrollar un modelo de investigación colaborativa donde el 50% de nuestra actividad de investigación es financiada por las empresas, lo que demuestra que para las empresas es positivo colaborar con la Universidad y para la Universidad es positivo colaborar con las empresas.
-El talento es algo que está muy solicitado en Euskadi y en el resto de la geografía por el desafío demográfico que supone el envejecimiento de la población. La formación especializada para insertarse en el mercado laboral es algo imprescindible hoy en día...
-Por nuestra demografía, el número de jóvenes que tenemos en Euskadi puede no ser suficiente para cubrir los puestos de trabajo especializados que salgan a futuro. Tenemos que trabajar en un equilibrio entre potenciar, mantener y retener el talento, pero también ser atractivos como país para que otras personas puedan venir a desarrollar su vida laboral a Euskadi. Y ahí, el papel de la universidad puede ser importante a través de los másteres, atrayendo a chicos y chicas que quieran terminar su etapa formativa universitaria en Euskadi, de forma que luego podamos ofrecerles unas posibilidades de desarrollo de su vida laboral aquí.
La formación dual permite, sin duda alguna, que la inserción de nuestros estudiantes tenga muy buenos ratios. La tasa de desempleo de los chicos y chicas que terminaron en septiembre de 2022 y mayo de 2023 es del 4%, es decir, una tasa que es prácticamente un paro técnico. Aunque tengo que reconocer que con sólo un chico o una chica que quiere trabajar y no está trabajando, tenemos que seguir impulsando todas nuestras políticas de apoyo al empleo. No obstante, la tasa de desempleo es muy baja y además es un empleo encajado casi al 90%, lo que significa que los perfiles que se están necesitando están saliendo de la universidad, es decir, son perfiles adecuados para los puestos de trabajo que hoy en día se necesitan.
-El apoyo al emprendimiento es otra de las señas de identidad de Mondragon Unibertsitatea.
-Sí. En nuestra última reflexión estratégica, apostamos por seguir impulsando el emprendimiento. Cualquier país avanzado tiene que tener en cuenta que si quiere generar riqueza necesita mantener la competitividad de sus empresas, por lo que necesita generar nuevas empresas y ahí Mondragon Unibertsitatea quiere tener un papel activo.
No me gustaría olvidarme de otro ámbito muy importante, como es el de la formación a lo largo de la vida. Y Mondragon Unibertsitatea ha sido pionera en la formación a lo largo de la vida. Todos los años más de 8.500 personas profesionales vienen a la universidad a mejorar su capacitación y a adquirir nuevos conocimientos. Porque la labor más importante de las universidades es la docencia de los jóvenes de 18 años que vienen a vivir una experiencia universitaria, pero tenemos que ocuparnos también de todas esas personas que ya en el mundo laboral necesitan una formación. Con la demografía que tenemos en Euskadi no podemos permitirnos el lujo de que las personas que están en edad laboral no tengan las suficientes capacidades y conocimientos para seguir trabajando.
-Hablando de esos perfiles especializados, tenemos una gran oportunidad en torno a las STEM. Desde Mondragon Unibertsitatea están desarrollando programas para tratar de incentivar estas vocaciones, especialmente entre las chicas, que siguen siendo minoría en estos itinerarios.
-Sí. El primer reto que tenemos como sociedad es seguir trabajando en las políticas de igualdad. Hoy en día no hay mucha diferencia en el acceso a los estudios universitarios entre chicos y chicas, ya que el 54% son chicas, pero necesitamos seguir trabajando para no tener profesiones masculinizadas o feminizadas. En un futuro de necesidad para nuestras empresas, hay que seguir peleando por incorporar más mujeres, porque no hay ningún área ni ningún sector económico ni social que pueda permitirse el lujo de tener un porcentaje bajo de mujeres, cuando el talento de las mujeres es, sin duda alguna, un talento excepcional que hay que seguir aprovechando como sociedad.
En las carreras STEM hay un 30% de chicas, pero nuestro objetivo es llegar al 50% y para eso hacemos proyectos con las escuelas, este año con más de 80 centros, para trabajar las STEM desde niñas y niños y creo que esa es la mejor vía para que en un futuro podamos hacer que cambie esa visión de la sociedad de que hay ciertas profesiones que son más apropiadas para los chicos y otras para las chicas.
-¿Y qué hay de la internacionalización? ¿Es uno de los retos a futuro de Mondragon Unibertsitatea?
-El pasado mes de mayo, el Gobierno vasco aprobó el nuevo plan del sistema universitario vasco, que tiene cuatro ejes principales: universidad-empresa, innovación y calidad en la docencia, excelencia e internacionalización. Por tanto, la internacionalización es otro de los ejes del plan universitario.
Mondragon Unibertsitatea quiere ser una universidad más europea, que permita que el 70% de nuestros estudiantes tengan una experiencia internacional antes de que se gradúen. Pero eso debe compatibilizarse también con que una universidad más europea y más internacional sea más atractiva para estudiantes extranjeros que quieren venir a formarse con nosotros. El curso pasado casi 2.000 estudiantes de Mondragon Unibertsitatea estuvieron fuera y más de 600 estudiantes extranjeros vinieron aquí, procedentes principalmente de Europa y Latinoamérica.
-También están trabajando para poder ofrecer una formación personalizada y flexible, una filosofía que se vio acelerada aún más con la pandemia, cuando las nuevas tecnologías se convirtieron en algo imprescindible.
-En la docencia tenemos que integrar la digitalización y hacer una apuesta clara por una formación más personalizada que pueda permitir más formatos y más flexibilidad para el estudiante, porque entendemos que la formación de calidad del futuro vendrá a través de la personalización, que posibilitará que cada uno de los estudiantes desarrolle al máximo sus capacidades.