Diez años sin Borja, el vitoriano amante de la fotografía que desapareció en Colombia
Este año su familia lo declarará como fallecido
6 enero, 2024 18:15La última vez que se vio a Borja Lázaro con vida fue la madrugada del 8 de enero de 2014 en la Posada Pujurú, situada en el Cabo de Vela, península de La Guajira, Colombia. Una zona paradisíaca y fronteriza con Venezuela, de menos de 5.000 habitantes. Borja tenía 34 años y era de Vitoria.
Aunque era ingeniero informático de profesión, entre sus grandes pasiones se encontraba la fotografía. Por eso, había decidido pedirse un año sabático en su trabajo de Luxemburgo y recorrer, cámara en mano, algunos destinos que siempre había querido recorrer. En sus últimos días, había convivido con los wayuus -una hermética tribu repartida entre Colombia y Venezuela- y experimentado la particular y enigmática ceremonia de ‘La fiesta de los huesos’.
Se sabe la última entrada que escribió en sus redes sociales, horas antes de su desaparición, titulaba: “Wayuu: el secreto del tiempo; el ritual del hueso”. En la pedanía donde se hospedaba el joven vasco se encontraron todas sus pertenencias, incluidas el pasaporte y la cámara con la que había documentado aquel ritual.
Cumpliría 44 años
Han pasado diez años desde que Borja Lázaro desapareció. A día de hoy cumpliría 44 años. Su familia y amigos no han perdido la esperanza, por eso, cada 7 de enero, convocan una concentración para recordarlo y que se mantengan abiertas las investigaciones hasta esclarecer lo ocurrido y dar con su paradero. “Vemos que va pasando el tiempo y que después de tanto tiempo no hemos resuelto nada de lo que pudo pasar aquella noche. La cosa decae, pero nuestra esperanza por saber dónde está continúa intacta”, explica Sergio Lázaro, hermano de Borja.
Aclara que en los últimos meses no ha habido ningún avance por parte de la policía local colombiana, encargada de este caso. “También están trabajando ahí desde la embajada de España, y aquí está colaborando la Ertzaintza pero a modo de requerimiento de información, ya que ellos no pueden llevar a cabo una investigación en Colombia”. Y es que es ese, precisamente, el mayor miedo de la familia: que las autoridades colombianas, al no haber avances, cierren el caso.
Se le declarará fallecido este año
Este domingo se cumplen diez años desde que se vio a Borja por última vez. A partir de esta fecha su familia podrá proceder a la declaración de su fallecimiento. En todo caso, esto se trataría de un mero “paso administrativo, para dejar las cosas cerradas para el día de mañana”, insiste su hermano. “No es agradable, ni siquiera obligatorio. Además, el hecho de declarar a una persona fallecida no implica cerrar el caso”, añade.
El caso, por el momento, seguirá abierto, las autoridades colombianas investigándolo y su familia con la esperanza de poder ver a Borja regresar a casa.