"Si no dejaron en su momento que hubiera ahí un caserío, ¿por qué han permitido esto?". Esta es la pregunta que se han hecho varios vecinos del barrio de Igeldo y también de Donostia. En medio de una posible Entidad Local Menor en el distrito de la capital guipuzcoana, el futuro del chalet del exfutbolista de la Real Sociedad, Xabi Alonso, continúa en el aire. Desde el Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de San Sebastián no vieron con buenos ojos la construcción de la vivienda, algo opuesto a lo que opinan desde el Ayuntamiento de Donostia. Un eterno debate que también se comenta entre algunos ciudadanos. Algunos se muestran a favor de este movimiento, mientras que otros creen que esto es "ilegal".
"No entiendo el revuelo que se ha formado con este tema, si en su momento dejaron que se construyera, sería por algo", afirma Aitor Landaluze, vecino de Donostia. Cabe recordar que en el año 2018, momento en el que tanto Xabi Alonso como su mujer Nagore Aranburu decidieron dar el paso en la construcción de la vivienda, el arquitecto municipal elaboró un informe en el mes de octubre dando el visto bueno al diseño de la casa, ya que era "respetuosa con el medioambiente" y cumplía "el artículo 64 del PGOU de reducir y minimizar todo tipo de impacto paisajístico o ambiental". El Ayuntamiento, una vez visto el dosier, dio su permiso.
El Ayuntamiento defiende el plan que aprobó Enrique Ramos
Seis años después, una vez recibida la denuncia por parte de Haritzalde Naturzaleen Elkartea e Ieltxo Kultur Elkartea a finales del año 2022, la batalla sigue y el exfutbolista se muestra en silencio desde Alemania, país donde reside actualmente al estar dirigiendo al Bayer Leverkusen de la Bundesliga. "Reclamamos en su momento que esta construcción no es válida, está al lado de un depósito de agua en el monte Igeldo". Además, añaden que se ha edificado en un "terreno rural no urbanizable", palabras que subraya también Maite Oroz. No es vecina del barrio, pero está al tanto de todo lo que sucede: "Nos están dando a entender que esto ha seguido hacia adelante por ser quién es el dueño de la casa". Otros, en cambio, reflejan que todo esto proviene de la decisión del Ayuntamiento y que, por eso, están "reclamando cada decisión del juez, al fin y al cabo ellos fueron los que decidieron dar el visto el bueno a esto".
"Confiamos en la profesionalidad y en los criterios de los técnicos municipales"
Hace apenas unos días, la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, reveló que el Gobierno local ha enviado un escrito de demanda contra la sentencia que ha anulado la licencia y confían en la "profesionalidad y en los criterios de los técnicos municipales" que en su momento emitieron informes dando el 'ok' a la edificación del chalet del tolosarra. Eso sí, desde el PNV admiten que, aunque fuera el socialista Enrique Ramos el que aprobó este plan, ellos tienen el deber de "defender la actuación municipal". Unas palabras que Crónica Vasca recordó a Gotzon Gurrutxaga y que, desde su punto de vista, las ve como "una clara estrategia para no ser los máximos responsables y hacerse cargo de... ¿Algo económico? Puede que sí".
El caserío Goiatz Txiki, perjudicado
Por su parte, EH Bildu considera que la situación que se está viviendo es "muy grave", puesto que las obligaciones deben ser "iguales para todos, no se puede seguir colonizando suelo rural con vivienda". El portavoz del Partido Popular, Borja Corominas, va más allá y recuerda que este terreno pertenecía a un caserío de Martutene que fue expropiado y que tuvo que ser reconstruido a pocos kilómetros: "El caserío Goiatz Txiki ha sido el más perjudicado de este tema, ha sido perjudicada una familia donostiarra", subrayando que el máximo responsable de todo esto, siempre será "el Ayuntamiento".
"Las obligaciones debe ser iguales para todos, no se puede seguir colonizando suelo rural con vivienda"
Xabi Alonso y su mujer, Nagore Aranburu, adquirieron más de 10.500 metros cuadrados de terreno mediante su empresa inmobiliaria Tavaro XXI, creada desde junio del 2005. Una sociedad que se fue tomando fuerza con una pequeña inmobiliaria de tan solo 90 metros cuadrados en Tolosa y que se fue expandiendo hasta tal punto de disponer de viviendas de total lujo tanto en la capital guipuzcoana como en la española.