La gastronomía vasca es famosa por su riqueza y diversidad, reflejada en una tradición culinaria que combina ingredientes locales de alta calidad con técnicas ancestrales. Dentro de esta tradición, los pintxos ocupan un lugar especial. Estas pequeñas delicias, servidas generalmente en barras de bares, son una muestra de la creatividad y el amor por la buena comida de los vascos. Cada pintxo es una obra de arte que se disfruta en un par de bocados, ofreciendo una explosión de sabores y texturas.

La antxoa o anchoa es uno de los productos más emblemáticos de Euskadi. Este pescado, capturado en las aguas del Cantábrico, es valorado por su sabor intenso y su versatilidad en la cocina. En el País Vasco, la anchoa no es solo un ingrediente, sino un símbolo de la conexión profunda de la región con el mar. Su preparación y conservación en salazón o aceite son tradiciones que se han transmitido de generación en generación, convirtiéndola en un elemento esencial de la gastronomía local. A continuación, descubrimos el mejor pintxo de anchoa de Euskadi. 

Bar Txepetxa, el templo de la anchoa

El mejor pintxo de antxoa se puede degustar en un bar de San Sebastián: el bar Txepetxa. Este establecimiento lleva más de 100 años dedicados a la creación de pintxos y ha sido el único bar de toda la ciudad en ganar el primero, segundo y tercer premio en el prestigioso concurso de pintxos. Situado en la Parte Vieja de San Sebastián, Txepetxa ha conseguido un reconocimiento tanto a nivel local como internacional, consolidándose como una visita obligada para los amantes de la buena mesa.

El bar Txepetxa es una empresa familiar, conocida cariñosamente como el "templo de la anchoa". A lo largo de las generaciones, la familia Marañón ha sabido mantener un estilo tradicional que respeta las raíces de la cocina vasca, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia. Este lugar se ha convertido en una institución en San Sebastián, especialmente famoso por sus pintxos de anchoa en diversas preparaciones. La fama del Txepetxa ha traspasado fronteras, y es considerado un referente no solo en San Sebastián, sino también en medios nacionales e internacionales.

Uno de los pintxos más destacados es el de lomos de anchoa marinada sobre una rebanada de pan, cubiertos con una brunoise de pimiento verde y rojo, guindillas y cebolla. Esta receta es un secreto familiar que ha pasado de generación en generación dentro de la familia Marañón. La combinación de ingredientes y la técnica de preparación dan como resultado un pintxo de sabor exquisito y equilibrio perfecto, que destaca por su frescura y sofisticación.

Según recoge el portal web Gastronosfera, en el Txepetxa entienden que la sencillez es más difícil de lograr que la complejidad. Por ello, trabajan con esmero para hacer las cosas correctamente y cuidar hasta el último detalle. Cada pintxo de anchoa se sirve en una rebanada de pan que aún está un poquito caliente después de tostarla, lo que realza los sabores y texturas de los ingredientes.

Es evidente que cada cliente tiene su pintxo de anchoa favorito en Txepetxa. Según revela Gastronosfera, a Martín Berasategui, uno de los chefs más renombrados de la región, le encanta la tosta con crema de centollo, mientras que Arzak, otro icono de la cocina vasca, prefiere la de coco. Sin embargo, la favorita de la mayoría de los clientes es la "jardinera", una mezcla de pimiento rojo, verde y cebolla, con dos anchoas blanquitas por el vinagre encima, sobre una rebanada de pan perfectamente tostada. Esta diversidad de sabores y preferencias refleja la maestría del bar Txepetxa en la creación de pintxos de anchoa que cautivan a todos los paladares.

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