El pueblo medieval y amurallado de nueve torres más bonito cerca de Euskadi.

El pueblo medieval y amurallado de nueve torres más bonito cerca de Euskadi. Shutterstock

Sociedad

Ni Laguardia ni Labastida: el pueblo medieval y amurallado más bonito cerca de Euskadi es este

Justo en la parte alta de la villa uno puede observar los torreones que dibujan un "perfil arriñonado rodeado de campos".

24 agosto, 2024 18:00

En España hay cientos de hermosos pueblos, aunque sentimos especial debilidad por los medievales. Y es que el país se encuentra repleto de rincones escondidos. Estos los guardan, en especial, las comunidades autónomas de Castilla y León y Castilla-La Mancha, muy conocidas por su antigüedad e historia. Sin embargo, el norte del país también puede sorprender: el pueblo medieval más sorprendente se halla cerca de Euskadi.

Este, que ya ha robado el corazón los turistas en repetidas ocasiones, se ubica a 1 hora y 20 minutos de Vitoria-Gasteiz y se asemeja a los muchos pueblos de esta provincia por ser de corte medieval. Se trata de un lugar pintoresco y muy curioso, ideal para pasar el día. 

Artajona, el mejor pueblo amurallado 

La villa de Artajona, en Navarra, es uno de los pueblos más bonitos de la comunidad. Justo en la parte alta de la villa, uno puede observar los torreones que dibujan un "perfil arriñonado rodeado de campos", según expone el Ayuntamiento de Artajona en su artículo El Cerco de Artajona. Su Cerco, un recinto de nueve torres en una muralla del siglo XII, es la fortificación popular medieval más relevante de la Zona Media de Navarra. Una visita imprescindible. 

Por el interior del Cerco se podrá disfrutar de "un conjunto amurallado del siglo XI que originariamente tuvo catorce torreones almenados". De estos solo quedan nueve que se encuentran unidos. Se puede acceder a través de los portales que aún se conservan, como el de San Miguel y el de Remahua

El Cerco nació en 1085, justo cuando comenzaron los trabajos encargados de Saint Sernin de Toulouse. "Este lugar ha sido, a lo largo de los siglos, anhelado por reyes, señores y clérigos, lo que provocó numerosas luchas que hicieron necesarias varias reconstrucciones de la fortaleza, especialmente durante el reinado de Carlos II el Malo (XIV)", apunta el artículo. 

En este espacio se ubica la gran iglesia de San Saturnino, edificio del siglo XIII que fue declarado Monumento Histórico Artístico. Además de campanario, "supuso un importante punto de vigía". Fue construida en este siglo sobre "las ruinas de un templo románico" y tuvo su papel en la defensa de la fortificación, ya que cuenta con muros y contrafuertes, un calabozo, sacristía, una torre prismática del siglo XIV, y un pozo de agua. 

El aljibe medieval, hallado en la parte norte de la iglesia, no puede faltar. Guarda una superficie de siete por cuatro metros y tres metros de profundidad. "Si su visita coincide con la apertura del punto de información turística, se puede contemplar en la iglesia un retablo gótico realizado entre 1505 y 1515 que alberga una talla sedente de San Saturnino, una talla gótica de la Virgen con el Niño, y un calvario de estilo gótico hispano-flamenco que se completa con pinturas y abundantes oros".

También hay curiosas y atractivas pinturas murales góticas. Después de pasar por la fortificación popular medieval más relevante, un lugar que no pueden obviar los turistas que pasen por allí es el caserío de Artajona, "que desciende por la ladera del cerro". Este permite disfrutar de unas increíbles panorámicas que no dejan indiferente a nadie