Vaya Semanita / Vaya Semanita

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Sociedad

El regreso de un mito del humor: el programa vasco que rompió las reglas de lo políticamente correcto

La combinación de humor, sketches sobre la vida cotidiana y el tratamiento descarado de temas delicados, lo convirtió en un programa único en su especie

5 septiembre, 2024 05:00

En una era en la que lo políticamente correcto parece regir el contenido televisivo y digital, es refrescante recordar y hablar de programas que rompieron moldes, se atrevieron a traspasar límites y, sobre todo, nos enseñaron a reírnos de nosotros mismos. En este contexto, Vaya Semanita, el mítico programa de humor de Euskadi Telebista (ETB), se erige como uno de los pilares de la comedia televisiva que marcó un antes y un después en el panorama audiovisual español. Estrenado en 2003, este programa se convirtió en un fenómeno que resonó tanto en el País Vasco como en todo el país por su audacia y enfoque transgresor. 

Un programa patriótico y variopinto: el humor de la cotidianidad

Desde sus inicios, Vaya Semanita dejó claro que no sería un programa convencional. Su humor, nacido y emitido en Euskadi, abordaba de forma irónica y cómica la realidad del País Vasco y de España en general. En una época marcada por tensiones políticas, sociales y culturales, el programa supo retratar con inteligencia situaciones cotidianas y universales, como las relaciones de pareja, la amistad, el sexo, el trabajo, la inmigración, la política y hasta la muerte.

Vaya Semanita enseñó a la audiencia a reírse de lo cotidiano

El formato del programa se basaba en sketches, pequeñas piezas cómicas que trataban temas de la vida diaria con un toque ácido y atrevido. Lo sorprendente del formato era su capacidad de conectar con el público mediante un humor sinvergüenza que nunca se había visto en la televisión española, o al menos, no con tal descaro. Los personajes que creaban representaban con humor las preocupaciones de la gente común, pero con una vuelta de tuerca que les permitía desafiar lo políticamente correcto y cuestionar los tabúes sociales.

El humor que se atrevía con todo: ETA, política y nacionalismo

Uno de los elementos que más definió a Vaya Semanita fue su capacidad para abordar temas extremadamente delicados y complejos en la sociedad vasca, como la organización terrorista ETA, el nacionalismo y las tensiones entre comunidades. Lo que para muchos sería un terreno prohibido para el humor, el equipo del programa supo darle la vuelta y convertirlo en una oportunidad para la reflexión a través de la comedia. Hacer chistes sobre ETA o las cuestiones nacionalistas en el País Vasco en esa época era algo impensable en cualquier otro medio, pero lo hizo con destreza y valentía.

El programa trataba estos temas desde una perspectiva social, donde no solo se abordaban las implicaciones políticas, sino también el impacto que estos asuntos tenían en la vida cotidiana de las personas. Así, más que hacer burla directa de los problemas, invitaba a la audiencia a reflexionar sobre cómo la política afectaba sus vidas y lo absurdo que podía llegar a ser muchas veces. El humor, en este caso, no solo era una herramienta de entretenimiento, sino una manera de liberar tensiones y reírse de lo que muchas veces no nos atrevíamos a enfrentar de otra manera.

Vaya Semanita enseñó a la audiencia a reírse de lo cotidiano, de las situaciones absurdas que, por ser tan comunes, a menudo pasaban desapercibidas. El programa nos recordaba que, a pesar de los problemas, siempre había espacio para la risa, que podía ser un medio poderoso para enfrentar las dificultades y tensiones de la vida diaria. Reírse de los tabúes era una forma de liberarse de ellos, y en este sentido, el programa fue pionero en ofrecer un espacio donde la audiencia podía sentirse identificada y, a la vez, desafiar sus propias barreras mentales.

Una fórmula de éxito que rompió con lo establecido llega de nuevo a la parrilla

El éxito del formato no fue fruto de la casualidad. La combinación de humor, sketches sobre la vida cotidiana y el tratamiento descarado de temas delicados, lo convirtió en un programa único en su especie. A lo largo de sus temporadas, se mantuvo fiel a su esencia, desafiando constantemente las normas establecidas de lo que se podía o no se podía decir en televisión.

Este formato rompió las reglas de lo políticamente correcto, enseñándonos que el humor puede ser un arma para la reflexión y la liberación

Once años después, en un tiempo en que la autocensura y lo políticamente correcto dominan gran parte del contenido televisivo, Vaya Semanita regresa a las parrillas de EITB como un soplo de aire fresco para una audiencia que busca humor auténtico, capaz de desafiar las convenciones y reírse de las situaciones más complejas. En definitiva, fue y sigue siendo un mito del humor que, con su valentía y descaro, rompió las reglas de lo políticamente correcto, enseñándonos que el humor puede ser, más que nunca, un arma para la reflexión y la liberación.