Vaca / Pixabay

Vaca / Pixabay

Sociedad

¿Qué es la enfermedad de la ‘lengua azul’?: Euskadi sobrevive e intensifica la prevención

Publicada

Las enfermedades en los ganados representan una seria preocupación para los ganaderos, ya que pueden generar pérdidas económicas significativas y afectar la producción de alimentos de calidad.

Entre los males que más impactan a los rebaños se encuentran las enfermedades infecciosas y víricas que, en ocasiones, pueden propagarse rápidamente y devastar a los animales si no se controlan a tiempo. Las autoridades veterinarias y los ganaderos trabajan constantemente para prevenir, controlar y erradicar estas amenazas, que ponen en riesgo tanto la salud animal como la seguridad alimentaria.

¿Que es la 'lengua azul'?: síntomas y afectados 

Una de estas enfermedades es la conocida como ‘lengua azul’, una enfermedad vírica que afecta principalmente a los rumiantes, como ovejas, vacas y cabras. Se contagia a través de la picadura de un mosquito del género Culicoides, lo que convierte su propagación en un fenómeno estacional, dependiendo de la actividad de estos insectos.

El virus causa fiebre alta, inflamación de la banda coronaria (encima de la pezuña), úlceras en la boca y lengua azul, entre otros síntomas, y aunque no afecta a los humanos, es una enfermedad grave para los animales, en especial para las ovejas, que pueden sufrir una alta mortalidad si no son tratadas.

Los animales infectados pueden experimentar dificultades respiratorias y en los casos más graves, la muerte. La enfermedad se propaga rápidamente si no se controlan los insectos vectores y si no se toman las medidas preventivas adecuadas.

Lengua Azul / Contexto Ganadero

Lengua Azul / Contexto Ganadero

Comunidades autonómas afectadas

En Euskadi, a pesar de la cercanía geográfica con las áreas afectadas, actualmente la región se mantiene libre de la enfermedad de la lengua azul. No obstante, el riesgo de aparición es elevado debido a la presencia del virus en el sudoeste de Europa, particularmente en zonas como Francia y la Península Ibérica.

La enfermedad está expandiéndose rápidamente en otras comunidades autónomas, pero Euskadi ha logrado mantenerse a salvo gracias a la prevención y al monitoreo constante del entorno ganadero. La vigilancia epidemiológica sigue siendo crucial para evitar la entrada del virus en la región.

Otras comunidades españolas no han corrido con la misma suerte que Euskadi. Regiones como Galicia, Asturias, Cantabria, Cataluña y Aragón ya han sido afectadas por la lengua azul, lo que ha obligado a las autoridades a tomar medidas urgentes para contener la enfermedad. En estas zonas, la enfermedad se ha extendido rápidamente debido a la actividad de los mosquitos portadores del virus y la falta de vacunación en algunos sectores.

Zonas consideradas de riesgo y las no consideradas de riesgo en 2024 / Ministerio de Agricultura

Zonas consideradas de riesgo y las no consideradas de riesgo en 2024 / Ministerio de Agricultura

¿Cómo se previene?

Ante esta situación, Euskadi ha intensificado las medidas de prevención. El centro de investigación Neiker, dependiente del Departamento vasco de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, ha destacado la importancia de redoblar los esfuerzos para evitar la aparición de esta enfermedad en la región.

En especial, se ha puesto énfasis en la vacunación como la medida más eficaz para proteger a los animales. Neiker subraya que la vacunación no solo reduce el riesgo de contagio, sino que también fortalece la salud general de las cabañas ganaderas. Las diputaciones forales de Euskadi lanzaron campañas de vacunación voluntaria a principios del verano, y hasta el momento, buena parte del ganado ya ha sido inoculado, lo que incrementa la protección frente a este virus.

La prevención es clave para combatir la lengua azul. Entre las principales medidas están la vacunación de los animales, el control de los vectores, es decir, los mosquitos, y la vigilancia constante del ganado. Además, es fundamental evitar el transporte de animales infectados entre regiones, así como monitorear cualquier brote en las áreas vecinas para tomar acciones rápidas y evitar la propagación. La colaboración entre ganaderos, veterinarios y autoridades es esencial para mantener la salud de los rebaños y garantizar que esta enfermedad no cause estragos en nuevas regiones.