Iñaki Urdangarin / Europa Press

Iñaki Urdangarin / Europa Press

Sociedad

Qué fue del patrimonio de Iñaki Urdangarin y su nueva herencia: un nuevo local de 135 metros cuadrados

Esta herencia proviene de su familia materna y supone su regreso a la propiedad inmobiliaria tras haber liquidado la mayoría de sus bienes para hacer frente a las deudas derivadas del caso Nóos

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Iñaki Urdangarin, exduque de Palma, completó el 9 de abril de 2024 su condena de cinco años y diez meses por delitos de corrupción relacionados con el caso Nóos. Tras obtener la libertad condicional en marzo de 2022, ha intentado rehacer su vida en Vitoria, su ciudad natal, donde reside cerca de su madre y mantiene una relación con Ainhoa Armentia.

En enero de 2024, Urdangarin y la infanta Cristina formalizaron su divorcio después de casi 26 años de matrimonio. Actualmente, sin vínculos con la Casa Real y sin los privilegios asociados, su situación económica es más modesta en comparación con su pasado.

Como consecuencia del caso Nóos, Urdangarin fue condenado por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, delitos fiscales y tráfico de influencias. Este escándalo no solo afectó su reputación, sino que también tuvo un impacto significativo en su patrimonio.

Aunque no se detallan públicamente todas las propiedades que pudo haber perdido, es conocido que su situación financiera se deterioró considerablemente. Antes de su implicación en el caso, gozaba de una posición económica privilegiada, incluyendo un lucrativo contrato con Telefónica y otros beneficios derivados de su posición. Sin embargo, tras el escándalo y la condena, perdió estos ingresos y privilegios, lo que afectó su estabilidad financiera.

Nueva propiedad

Según información publicada por diversos medios, tras perder sus anteriores fuentes de ingresos y privilegios, Urdangarin ha tenido que adaptarse a una nueva realidad laboral. Se ha informado que trabaja en una pequeña constructora en Vitoria, propiedad de un conocido de su familia. Este empleo, aunque modesto en comparación con sus anteriores posiciones, le permite mantenerse activo laboralmente en esta nueva etapa de su vida.

Recientemente, según ha avanzado Vinitatis, Urdangarin ha heredado una propiedad en Urretxu, Guipúzcoa, junto a sus siete hermanos. Se trata de un local comercial de 135 metros cuadrados, ubicado en una zona céntrica del municipio.

Esta herencia proviene de su familia materna y supone su regreso a la propiedad inmobiliaria tras haber liquidado la mayoría de sus bienes para hacer frente a las deudas derivadas del caso Nóos. La otra mitad del local pertenecía a un matrimonio en régimen de gananciales, pero tras el fallecimiento del esposo en octubre de 2024, la propiedad se ha dividido entre varios herederos.

El reparto de esta herencia hace que el local tenga ahora un complejo entramado de copropietarios, lo que podría dificultar cualquier decisión sobre su posible venta o uso. No se ha confirmado si Urdangarin y sus hermanos planean mantener el inmueble o vender su parte, pero la situación plantea un nuevo capítulo en su vida económica tras años de dificultades financieras. Este inesperado legado contrasta con su proceso de divorcio con la infanta Cristina, en el que se han discutido aspectos patrimoniales y acuerdos económicos que marcarán su futuro inmediato.

Situación financiera de Urdangarin

La situación financiera de Iñaki Urdangarin ha sido objeto de diversas informaciones en los últimos tiempos, especialmente tras su divorcio de la infanta Cristina. Según un artículo de El Nacional, se ha sugerido que Urdangarin podría estar recibiendo una pensión vitalicia financiada por el rey emérito Juan Carlos I. Este acuerdo incluiría un pago inicial de dos millones de euros y un ingreso mensual que oscilaría entre 25.000 y 50.000 euros, con una parte abonada en el extranjero para evitar el control fiscal en España.

Además, se menciona que, aunque Urdangarin y la infanta Cristina se han divorciado, él seguiría beneficiándose indirectamente de una fundación creada por Juan Carlos I en Abu Dabi, destinada a sus hijas Elena y Cristina, lo que garantizaría su manutención futura.