Un coche de la Guardia Civil frente a la vivienda donde han hallado el cuerpo sin vida de la mujer.

Un coche de la Guardia Civil frente a la vivienda donde han hallado el cuerpo sin vida de la mujer. Europa Press

Sucesos

El crimen de una mujer vasca en Castro Urdiales: detenidos sus hijos adoptivos de 13 y 15 años

Los niños simularon un secuestro y llamaron a su abuela, que avisó a la Guardia Civil. El más joven es inimputable y el mayor será internado seis meses

8 febrero, 2024 16:59

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Un suceso que tristemente será recordado tanto en Euskadi como en el resto de España. Dos hermanos de 13 y 15 años eran detenidos este jueves como presuntos autores de la muerte de su madre, cuyo cadáver se encontró en Castro Urdiales (Cantabria) la noche anterior.

La víctima era natural de Bizkaia y trabajaba como celadora en el Hospital de Cruces (Barakaldo)El caso se conoció el jueves pero fue el miércoles a las 21 horas cuando la Guardia Civil encontró el cadáver de la mujer, Silvia L.G., de 51 años, que presentaba signos de violencia y estaba en los asientos traseros de un coche.

Al decir de las primeras investigaciones, los menores habrían asesinado a la mujer con un cuchillo y a golpes. Detalles que convierten el caso en uno de los más terribles que se recuerda en los últimos años en la crónica negra. 

Maniatada y apuñalada

Presuntamente los dos hermanos llamaron por teléfono a su abuela tras cometer el crimen y simularon haber sido secuestrados. La anciana avisó a las autoridades, que encontraron el coche empotrado en el garaje de la vivienda familiar. Dentro del vehículo, en el asiento de atrás, maniatada, con una bolsa de plástico en la cabeza y con "al menos" una puñalada en el cuello, estaba el cuerpo sin vida de Silvia, natural de Bizkaia pero que residía en Castro Urdiales con su marido y sus dos hijos adoptivos.

Los hermanos estaban desaparecidos desde el hallazgo del cadáver y la Guardia Civil montó un dispositivo para encontrarlos; fueron detenidos en torno a las 2:15 horas de este jueves en el parque Cotolino de la misma localidad cántabra. Desde el primer momento, los investigadores creían en la implicación de los menores

Inimputable e internado seis meses

Los presuntos implicados fueron adoptados en Rusia por la pareja que conforman la fallecida y su esposo, L.J.G.M., vecinos de Castro Urdiales. Además, los dos hermanos estudiaban en el colegio que hay en el barrio Brazomar de dicha localidad cántabra, donde vive la familia, en una urbanización de chalés donde este jueves reinaba la conmoción. 

Nadie en Castro Urdiales daba crédito este jueves. Ni en la parroquia donde la víctima impartía catequesis. Ni en el colegio al que acudían los dos menores de origen ruso

Los dos menores pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores. Es sabido que el adolescente de 13 años es inimputable. A última hora de la tarde del jueves, la titular del Juzgado de Instrucción n.º 5 de Santander, en funciones de Juzgado de Guardia, acordaba el internamiento en régimen cerrado durante seis meses del mayor de estos dos adolescentes que, según todos los indicios, asesinaron a su madre adoptiva. 

"Es una desgracia"

El padre estaba trabajando en el turno de noche cuando se produjeron los hechos y, como es lógico, se derrumbó al enterarse de lo sucedido. Nadie en Castro Urdiales daba crédito este jueves. Ni en la parroquia donde la víctima impartía catequesis. Ni en el colegio al que acudían los dos menores de origen ruso. 

Vecinos de la zona donde vivía la familia han señalado que la fallecida trabajaba en el Hospital de Cruces (a apenas 30 kilómetros) y han trasladado su "conmoción" por los hechos, de los que han explicado a EFE que se han enterado por los medios de comunicación, y que solo vieron anoche coches de la Guardia Civil que cortaban la rotonda de entrada a la urbanización.

"Es una desgracia, la verdad", ha considerado uno de esos vecinos, que reconocen que los residentes en esa zona se conocen poco porque van solo a dormir, ya que es una urbanización alejada del núcleo urbano de Castro Urdiales, donde residen personas que trabajan, en la mayoría de los casos, fuera de la localidad cántabra, muchos de ellos en Bizkaia.