Bruselas acaba de dar un importante empujón para la llegada del TAV a Euskadi. La Comisión Europea ha otorgado 145,4 millones de euros a la construcción del nudo de Bergara de la "Y" ferroviaria, que permitirá la conexión en alta velocidad entre Vitoria, Bilbao y San Sebastián. Este montante que recibe ADIF es el más importante de los 216,5 millones de euros aprobados para siete proyectos de transporte en España dentro de su programa Conectar Europa con el que el que se pretende mejorar las redes de transporte e impulsar una movilidad sostenible.
La Comisión Europea ha seleccionado un total de 135 iniciativas y siete son de España. La cantidad total que van a invertir asciende hasta los 5.400 millones de euros. Y concretamente, entre esos siete proyectos el que más inyección va a recibir es el del TAV en Euskadi: 145,4 millones de euros. Otros beneficiarios seleccionadas son la Autoridad Portuaria de Bilbao (14,3 millones), la Autoridad Portuaria de Las Palmas (20,6 millones), la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (15,6 millones), la Consejería de Fomento e Infraestructuras de la Región de Murcia (13,9 millones) y las empresas Transportes Calsina y Carre (3,5 millones) y GP Limite Andamur (3,2 millones).
Construcción de la alta velocidad vasca
Julio será un mes decisivo
El plazo de llegada sigue siendo un lejano 2027, pero poco a poco el TAV empieza a avanzar a Euskadi para hacer realidad la Y vasca. Uno de los últimos movimientos llegaba a principios de junio con el anuncio del Gobierno central de un nuevo impulso con la adjudicación de las obras para hacer realidad la entrada de la alta velocidad a Vitoria -que comenzarán este verano y tendrán un plazo de ejecución de un año-. Además, tras los retrasos sufridos en los últimos meses, el tramo que conecta Venta de Baños y Burgos encara ahora su recta final para hacerse realidad.
La inauguración de esta nueva vía va a permitir acortar los tiempos de viaje entre Bizkaia y Madrid hasta las cuatro horas y media, recortando así unos 30 o 40 minutos al actual Alvia que invierte en este trayecto cinco horas y cinco minutos. En el caso de Vitoria, este viaje sería en poco más de dos horas. Con la apertura del nuevo tramo, estos trenes van a poder circular en un tramo de 90 kilómetros a 250 por hora, cuando, hasta la fecha, podían ir sólo a 140. De esta forma, el tren podría ganar atractivo frente a otras formas de transporte como el autobús o coche y acortará la distancia con Madrid, centro neurálgico para tantas cuestiones sociales, económicas y empresariales. La inauguración de este tramo ya lleva dos años de retraso pero cuando por fin arranque este mes de julio - y según publica el 'Diario de Burgos' será el día 21-, ya solo quedará por unir Burgos con Vitoria y Bilbao para finalizar las conexión Euskadi-Madrid. La eterna espera.
Entrada a la estación de Abando en Bilbao. / EFE
¿Qué papel jugará Bizkaia?
El compromiso de las instituciones con la llegada de la Alta Velocidad a Euskadi quedaba suscrita el pasado mes de febrero en ese acuerdo entre el Ministerio de Transportes y los ayuntamientos de Vitoria y Bilbao para la integración ferroviaria del TAV a estas dos capitales, que incluyen una encomienda de gestión para que el Gobierno Vasco ejecute la obra civil de los accesos a ambas ciudades. La última fecha que está sobre la mesa para que esto sea una realidad es 2027, aunque con estaciones provisionales en Vitoria y en Basauri para su entrada a Bilbao.
En el caso de la capital vizcaína también se siguen dando pasos. Hace un mes, en abril, el Gobierno vasco comprometía 220,30 millones de euros para el TAV de Bilbao. Concretamente, un acuerdo entre los gobiernos central y vasco con ADIF para la gestión de las obras del corredor de acceso a la estación de Bilbao-Abando, por un plazo de ocho años prorrogables. Sin embargo, mientras todo esto da pasos hacia delante, sigue en el aire el papel que jugará la Diputación de Bizkaia y si aportara financiación para que la Y vasca llegue a su capital. En las últimas palabras, Unai Rementeria seguía sin comprometerse y señalaba que cuando se conozcan los detalles sobre el proyecto, la Diputación "determinará cuál es su participación, si la tiene que haber".