Universitarios en Euskadi: los que se quedan 'en casa', los que llegan y su papel en la economía

Los días 7, 8 y 9 de junio, unos 13.300 estudiantes vascos se enfrentaron a la primera convocatoria de las pruebas de la EAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad) y ahora, en pocos días, será el turno de otros tantos que se presentan a la segunda convocatoria de julio. Algunos ya tienen claro lo que estudiarán y otros, en cambio, todavía están por decidir. También deben decantarse por el lugar donde estudiarán, al menos, durante los próximos cuatro años. 

Según los últimos datos del informe del Ministerio de Universidades 'Datos y cifras del Sistema Universitario Español', tres de cada cuatro estudiantes vascos deciden estudiar en los campus de la Comunidad Autónoma Vasca. Quienes se quedan en Euskadi, pero se marchan a otra ciudad y quienes llegan a aquí a estudiar deben buscar opciones de alojamiento, bien sea un piso o una residencia universitaria. 

Muchos, sobre todo al principio y para el primer curso, se decantan por esta última opción. Las residencias universitarias vascas ven llegar a sus instalaciones alumnos tanto del propio País Vasco, como de otras comunidades e incluso de otros países.

Muchos de ellos llegan, entre otras cosas, por el atractivo cultural y la gastronomía. "En la residencia tenemos gente de Erasmus y el País Vasco es un territorio que les resulta muy apetecible. Bilbao, por ejemplo, no es una ciudad muy grande, pero tiene vida y ambiente", señala Miriam Pérez, directora de la residencia Resa Blas de Otero de Bilbao. Resa es líder en el sector de las residencias de estudiantes y acoge a unos 1.200 alumnos en sus residencias del País Vasco, dos en Bilbao, una en San Sebastián y otra en Vitoria. 

El año pasado, en esta en concreto, rozaron el 100% de ocupación y, aunque de momento las solicitudes para alojarse han descendido un poco, esperan rondar el 80% el próximo curso 2023-2024. Recuerdan además, que hasta septiembre —siempre que queden habitaciones libres—, es posible entrar en la residencia universitaria. 

Resa San Mamés

¿Por qué se quedan o vienen? 

Son bastantes los vascos que deciden estudiar la carrera universitaria en su propia comunidad. Una de las principales razones tiene que ver con el arraigo, estar cerca de sus familiares y amigos llama mucho. 

Otra de las causas se debe a la gran variedad de grados que oferta la Universidad del País Vasco. En concreto, para el próximo curso 2023-2024 ofrecen 107 grados, dos de ellos en inglés, quince dobles grados y doce con formación dual. Una cifra muy superior a la de comunidades vecinas como Navarra, que oferta 70 grados o La Rioja y Cantabria con 46 cada una. 

Asimismo, la oferta laboral y los sueldos, que en muchos casos son mejores que en otras regiones, llaman también la atención tanto a los de aquí, como a los que llegan de fuera. 

El arraigo y el no querer separarse mucho de los suyos hizo que Olaia Minteguiaga —de San Sebastián— se decantase por estudiar Marketing en la Facultad de Sarriko de Bilbao. “No quería alejarme mucho de mi familia, ni de mi entorno. Opté por una carrera afín a mí y al ver esta opción en Bilbao, que es una ciudad cercana que me gusta, me vine aquí”, cuenta esta estudiante de segundo curso.

Tras los propios vascos, la demanda de estudiantes que eligen Euskadi para estudiar procede de Burgos y Navarra, tanto por la oferta variada de carreras como por cercanía. Es el caso de Asier Ferrer, de Gallipienzo (Navarra). En busca de las mejores Escuelas de Moda se topó con la de Javier Barroeta —en Bilbao— y decidió estudiar allí y alojarse en la residencia Blas de Otero. 

Además, el hecho de estudiar en Euskadi hace que algunos se planteen desarrollar su carrera profesional aquí. Es el caso tanto de Asier como de Olaia, que no descartan trabajar en Bilbao si se da la oportunidad. “Cuando acabe de estudiar, si me sale una oferta sí que me quedaría en el País Vasco”, dice Asier, al igual que Olaia que, aunque no sabe a ciencia cierta cuál será su futuro, sí tiene claro que existe la posibilidad de que se quede si encuentra un trabajo que le guste.  

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV/EHU (Sarriko) / WIKIPEDIA

La importancia para la economía 

Los universitarios son además un factor muy importante de las ciudades y sobre todo, en aquellas zonas donde más se concentran porque contribuyen al crecimiento económico. Prueba de ello es el consumo que hacen en el sector hostelero y en el ocio nocturno, además de en supermercados o en el transporte público. 

Por ejemplo, en la residencia Blas de Otero, cuentan con cocina en la propia habitación, así que compran en los supermercados cercanos. En otras ocasiones —explica la directora— “comen fuera, eso sí, adaptado a su nivel económico”. “Siempre adaptado a su nivel, pero gastan.  van al supermercado, a los bares de la zona. Adaptado a su nivel económico, pero sí gastan. Van al supermercado, salen por la noche a bares y discotecas e incluso, muchas veces, piden comida a domicilio”, explica. 

Ellos también lo saben y son conscientes de ello. “Sí que contribuimos. Yo creo que los bares y las discotecas lo notan mucho, especialmente en la zona de Somera y Pozas, donde siempre se ven universitarios”, cuenta Olaia.