Isabel Abascal, fundadora de Compostree, en su visita al Instituto Tecnológico del Plástico. LinkedIn
Isabel Abascal (53), emprendedora, sobre el éxito de su empresa: "Hemos vendido 10.000 unidades y facturaremos 50.000 euros"
Compostree ha lanzado su primer producto, el protector biodegradable y compostable Brown Celular, que ha tenido éxito entre los clientes.
Más información: Aitziber Luque, vecina, sobre la compra especulativa: "No es justo que alguien con 5 casas compre una de 200.000€ fácilmente".
Todo comenzó en el año 2022, cuando detectó un problema no visibilizado: no vale con la reforestación, el planeta necesita protectores para evitar que el árbol se deteriore cuando es joven. Esta motivación personal y profesional por querer dejar huella y mejorar el mundo es lo que le ha llevado a la fundadora y CEO de la 'startup' Compostree, Isabel Abascal, a hacerse con el Premio Women Startup Awards en la categoría de Ideación.
Los protectores usados son de plástico y, si no se retiran, estos "quedan en los montes durante años", asegura Abascal para CRÓNICA VASCA. En el caso de retirarlos, al ser un "envase", acaban en el vertedero. Motivo por el que esta pequeña empresa, dedicada a las soluciones forestales sostenibles, acaba de ver la luz con la apuesta y venta de más de 10.000 protectores biodegradables.
Una huella que no pesa
Una de las problemáticas a las que hay que poner solución es al uso de plásticos en la naturaleza para promover la gestión sostenible de los bosques, algo en lo que ya está trabajando esta pequeña desde 2023, fecha en la que se le empezó a dar forma al proyecto de Compostree.
En el año 2024 lo dedicaron a la investigación y desarrollo de un material a partir de residuo orgánico de la industria agroalimentaria para que esa materia prima sirviera para resolver otras cuestiones y, finalmente, en 2025 han sacado su primer producto, los protectores biodegradables compostables llamados Brown Celular.
Una alternativa a los protectores de prolipopileno, polietileno y otros plásticos con una resistencia de entre cinco y ocho años. Estos tubos semirígidos con doble pared de estructura celular y a base de un material compostable y residuo agrícola orgánico, mantiene una estructura celular, como explican en su propia web, capaz de aportarle "resistencia y favorecer el microclima sobre la planta".
Además, la incorporación de residuos agrícolas orgánicos le da "una rugosidad y un tono natural, que facilita su integración y mimetización en la naturaleza". Se trata de un material innovador que brinda un "grado de flexibilidad que permite su apilamiento para facilitar su almacenamiento, logística y transporte, a la vez que recupera la forma tubular original en cuanto se coloca con el tutor".
Isabel Abascal con sus productos. Cedida por Isabel Abascal
Una flexibilidad que favorece que los bordes no sean "abrasivos" para que los tallos de las plantas no se rocen al crecer. El tiempo de degradación del producto depende de las condiciones meteorológicas de los organismos de la tierra, como explica la CEO, por ello, no es lo mismo "cómo se biodegrada Compostree en Bizkaia o en Galicia que en Almería, depende de la humedad y de los microorganismos".
Este novedoso y llamativo producto se encuentra en el punto de mira de decenas de clientes fieles a Compostree, por lo que ya han vendido "más de 10.000 protectores facturados", confirma Abascal. Ello equivale a evitar que "una tonelada de plástico" llegue a los bosques. Por ahora esperan facturar "50.000 euros en 2025" y Abascal espera que la cifra se triplique el próximo año.
"Somos una pequeñita empresa y tenemos que escalar, y es una solución escalable a nivel vasco y europeo", asegura. "Todo dependerá también de los prescriptores que vean claro que es una alternativa al plástico", añade. Pide que los clientes apuesten por Compostree al igual que ellos se arriesgan a la hora de desarrollar alternativas para cuidar del planeta.
Hasta ahora, han conseguido colaborar en programas de donaciones porque, para ellos, "es una medida indispensable en una sociedad egoísta" y han llamado la atención de la Diputación Foral de Bizkaia, que se encuentra entre sus clientes, y del Ayuntamiento de Madrid, que está "muy interesado". La ganadora del premio Women Startup Awards espera que el próximo mes, o en breve, se "materialice en una venta".