CAF sufre las envidias del gigante ferroviario Alstom, que no quiere perder su liderazgo en Francia

CAF ha encontrado un aliado en los gestores franceses de la línea ferroviaria para defender su contrato para construir 146 trenes para la red de cercanías de París. La empresa guipuzcoana y la canadiense Bombardier habían ganado el 14 de enero esa adjudicación de 2.560 millones de euros. Los problemas comenzaron la semana pasada, cuando Bombardier fue comprada por el gigante francés Alstom y los nuevos propietarios rechazaron el contrato señalando que la oferta no se correspondía al precio de mercado, con lo que dejaban la adjudicación anulada. La respuesta de las entidades licitantes ha sido contundente y, después de denunciar la actitud de Alstom, han señalado que la adjudicación es plenamente vigente emplazando a las empresas a iniciar los trabajos. Un movimiento que respalda la posición de CAF, pero que deja todavía muchas dudas sobre el desarrollo de unas tareas en las que la compañía guipuzcoana y Bombardier deben ir de la mano.

El viernes a última hora de la tarde, los gestores ferroviarios galos, RATP y SNCF, comunicaron de forma oficial que consideraban otorgada de pleno derecho la concesión a CAF y Bombardier. Una decisión que desbarata el primer intento de los nuevos propietarios de Bombardier para anular el contrato. Y es que Alstom buscaba dos objetivos, evitar que CAF pudiera aumentar su presencia en Francia y llevarse en solitario la adjudicación de los 146 trenes con la oferta que había presenado por 500 millones de euros más. Se abre ahora una batalla legal a la espera de la respuesta de Alstom. Fuentes de CAF han asegurado a ´Crónica Vasca´ que consideran que este hecho genera un nuevo escenario en el que cuentan con sacar adelante el trabajo, aunque reconocen que no saben cómo será la relación con Bombardier, ni se han planteado, de momento, afrontar la adjudicación en solitario.

Alstom no quiere que CAF comprometa su liderazgo en Francia

Alstom, el gigante ferroviario francés quiere mantener su posición hegemónica en el país galo. Esta sería una de las causas que le ha llevado a tratar de torpedear la adjudicación a CAF, que ganó el concurso con una propuesta realizada con Bombardier antes de que esta fuera adquirida por Alstom. Este intento por dejar desierta la adjudicaciónindignó a los contratadores que ven como el movimiento podría retrasar el refuerzo de los servicios de cercanías y por eso anunciaron medidas legales el mismo jueves.

La empresa vasca con sede Beasain se está haciendo un hueco en el país galo, donde se adjudicó un importante contrato con el operador SNCF a finales de 2019 para el suministro de 28 trenes con opción de 75 adicionales, que prestarán servicio en las líneas París-Clermont y ParísLimoges-Toulouse y por un coste de 700 millones de euros. Este movimiento podía amenazar la posición de dominio de Alstom en el mercado galo y, además, se unía a que en la adjudicación de los trenes de cercanías para París, CAF y Bombardier habían presentado una oferta mejor que la del gigante francés.

Respaldo de los contratadores a CAF

Desde CAF, aseguran que, a pesar del contratiempo, confían en poder desarrollar el encargo. Unos trabajos que podrían reportar a la compañía en torno a un 40% de esos 2.560 millones de euros. Eso sí, queda pendiente una disputa legal compleja que pueda desentrañar el atasco en que ha quedado la situación.

La ventaja para CAF es que la batalla legal se lidera desde las autoridades francesas responsables de la red ferroviaria de París. El consorcio que convocó la licitación y aglutina al gestor ferroviario galo y al de los trenes de cercanías de París, RATP y SNCF, ha criticado duramente a Alstom por renunciar al contrato de adjudicación. Y es que la decisión del nuevo propietario de Bombardier retrasaría el necesario el refuerzo de la red de cercanías de la capital francesa de un “modo inaceptable en la segunda línea de pasajeros más transitada de Europa”.

Alstom perdió en el concurso frente al consorcio CAF-Bombardier

La cuestión es que Alstom también optó a ese contrato presentando una oferta entre 500 y 600 millones superior que la de CAF y Bombardier. Alstom ha podido paralizar la adjudicación evitando la firma del contrato a través de los recursos interpuestos ante el Tribunal Administrativo de París. Alstom ha acusado a la red ferroviaria de París, la licitadora del contrato, y a CAF de rechazar las propuestas de diálogo y mediación para hallar un acuerdo ante el Tribunal administrativo en un pacto que comprometa a todas las partes para ofrecer una mejor solución en un plazo de diez años. Después de concluir la adquisición de Bombardier, Alstom dijo que estudiaría el contrato y finalmente anunció la retirada de la oferta.