La paridad llegará a la dirección de las empresas en el año 2188 (con el ritmo actual)

La Asociación PWN Bilbao ha constatado a través de una encuesta la falta de mujeres en puestos directivos y también en profesiones técnicas. Por eso, en relación con este estudio y con el objetivo de dar respuesta a esta situación, la asociación organiza este jueves una jornada ‘LEAD: Liderazgo Equilibrado ante la Diversidad’ en el Palacio Euskalduna de Bilbao para hablar de liderazgo empresarial desde el punto de vista de igualdad. Además, la segunda parte de la jornada estará abierta a la participación de todas las personas interesadas en la temática. En este evento cuentan con la participación de Jordi Alemany, ponente y mentor especializado en liderazgo y transformación cultural y reconocido como Best Business Influencer 2022 por Forbes España.

Los datos del estudio son muy reveladores. Por ejemplo, el 33% de las empresas encuestadas no dispone de planes ni medidas que favorezcan la igualdad en puestos directivos y solo el 22% cuenta con acciones de concienciación en cuestión de género. Además, el 18% de las empresas estaban dirigidas por mujeres y, en una amplia mayoría, los puestos de dirección están principalmente cubiertos en más de un 60% por hombres. 

En opinión de Jordi Alemany, aunque los datos han ido mejorando a lo largo de los años, considera que hay una "mirada sesgada”. Esto es, “a nivel macro sí se pueden apreciar avances y de hecho ese es el argumento que utilizan determinados sectores que todavía permanecen bastante clausurados a la apertura de mente y dicen que hay muchas profesiones que ya están feminizadas y las que no lo están, es porque las mujeres no quieren participar en ellas. Este es un punto de vista que incluye muchos sesgos. Si analizamos las posiciones relevantes dentro de cualquier empresa, las oportunidades que otorgan a las mujeres para acceder a posiciones de responsabilidad están muy concentradas en segmentos que se consideran de muy poca influencia y con muy poco poder de veto o toma de decisión como son recursos humanos, publicidad, marketing y comunicación”. En este sentido, solo uno o dos asientos en los consejos de administración a nivel de alta dirección están ocupados por mujeres en el 75% de las empresas del IBEX y, si hablamos en términos generales, se trata únicamente del 3%. De esta forma, si se analiza el tiempo que ha costado llegar a la situación actual, tendrían que pasar 165 años —año 2188—  para alcanzar la paridad en puestos de alta dirección. 

El estudio constata la falta de mujeres en puestos directivos y también en profesiones técnicas / PWN Bilbao

Razones y medidas para el cambio 

Desde la experiencia de Alemany y lo que lleva observando desde hace más de dos décadas, esto se debe a tres razones principales. En primer lugar, según Alemany, todavía se mantienen paradigmas “bastante rancios”. Es decir, el hombre es el que ha predominado siempre en posiciones de liderazgo y además, los modelos organizativos y sociales han favorecido este tipo de situación donde la figura del varón es la que siempre ha tenido más privilegios o se ha considerado que son más capaces que las mujeres a la hora de dirigir y tomar decisiones. Estos paradigmas además, tardan en cambiar, a pesar de que ha habido una serie de avances tanto científicos como sociales que apuntan que no hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de tomar decisiones. Por último, todavía no hay una serie de contextos que hagan entender a los que ocupan esas posiciones de liderazgo cuáles son los beneficios de cambiar estos paradigmas. “Para los que se resisten a que los paradigmas cambien y encuentren beneficioso esa adopción de cambios, se tiene que acompañar de argumentos sólidos y tangibles a nivel de resultados que justifiquen ese cambio de costumbre”, explica. 

Para que se produzcan cambios en cuanto a este aspecto, Alemany destaca que es importante que haya una transformación a nivel cultural y social en las empresas, pero también que la haya desde los agentes sociales, instituciones públicas y políticas, etc. En este punto, recomienda tres medidas para el cambio. Primeramente, explorar. “Si no crees que las mujeres están capacitadas para liderar, haz una prueba, ponlas a ocupar algún puesto de responsabilidad a ver qué ocurre”, plantea y, aunque cree que muchas organizaciones han avanzado en este sentido, reconoce que las posiciones que están ocupando las mujeres son las consideradas como “blandas o de menor responsabilidad”. Es fundamental también —señala— evaluar cuáles son las diferentes situaciones en las que un liderazgo u otro tiene más sentido “porque el masculino y femenino están claramente diferenciados”. “La manera que tiene de entender, tomar decisiones o llevar a cabo resoluciones de conflictos una mujer o un hombre tienen componentes y elementos bien diferenciados. Las situaciones que se dan en las compañías también son muy diferentes así que requiere de estilos de liderazgo diferentes o distintas alternativas”. Y, por supuesto, si todo ello funciona, darle continuidad. 

De esta jornada esperan “mucha reflexión”. “Todavía estamos en fase concienciación y educación, es decir, estamos transitando desde la frontera de la conciencia colectiva donde ya cada vez más personas son conscientes de que existen problemas y que hay que solucionarlo, hacia una etapa educativa donde estamos tratando de darles a los ejecutivos y ejecutivas las herramientas para que puedan ejercer esa transformación cultural”, explica. Por eso, de momento, no esperan que de este evento “surjan acciones concretas a nivel de colectivo empresarial en el País Vasco que apunten a algún cambio legislativo”.