Tamara Yage, presidenta de la federacin industrial FVEM. / FVEM

Tamara Yage, presidenta de la federacin industrial FVEM. / FVEM

Empresas

“La recuperación del empleo en la industria va por delante de la recuperación de la actividad”

Tamara Yagüe, presidenta de FVEM, la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, apuesta por la tecnología, la diversificación y la innovación como claves para garantizar la competitividad de la industria en Euskadi

9 abril, 2023 05:00

Aunque el sector del turismo y los servicios tecnológicos han ido ganando protagonismo, la industria sigue fuertemente arraigada en Euskadi. De hecho a día de hoy, el 25 % del PIB territorial procede de la industria y llega al 40 % si se suman los servicios conexos, tal y como destaca la presidenta de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), quien asegura que “la industria se transformará, pero no desaparecerá” en el escenario del futuro, si bien vaticina que la tecnología, la diversificación y la innovación serán las claves para garantizar su competitividad.

¿Cuál es la situación actual de la industria en Bizkaia? ¿Las empresas vizcaínas han recuperado sus niveles de facturación prepandémicos?

Todavía no hemos alcanzado los niveles normales de actividad de 2018, el año previo a la pandemia. Y no sólo ha sido el covid, sino que después vino la crisis energética y de materias primas derivada de la guerra de Ucrania que aún estamos viviendo y el sector industrial está siendo más golpeado que otros.

Según los datos de la encuesta de coyuntura que hicimos a finales de año con respecto a 2022, vemos cómo una de cada tres empresas ha mantenido este año su rentabilidad con respecto a un año normal, pero el 44 % ha reducido sus márgenes de beneficio. Y sii analizamos las exportaciones vemos que han crecido un 3,6 % con respecto a 2021, pero es que 2021 no fue un buen año. 

La parte positiva es que el 38 % de las empresas dicen que ya se han recuperado y otro 20 % prevé que su recuperación va a ser durante este año 2023, si bien el 40 % restante piensa que lo hará más a largo plazo. Con todo ello no hay duda de que el sector está demostrando una gran capacidad de adaptación y resiliencia.

¿Y cuáles son sus estimaciones de creación de empleo?

La recuperación del empleo está siendo más rápida que la recuperación de la actividad. En el primer semestre de 2022 hubo mucha creación de empleo y aunque en el segundo se paralizó, aun así, el año se cerró con la creación de 2.000 puestos en Bizkaia y 3.000 en Euskadi en la industria del metal. Y las expectativas de 2023 no son malas ya que el 29 % de las empresas prevén recuperar empleo. Según nuestros cálculos podrían crearse 500 ó 600 puestos este año, con lo que alcanzaríamos de nuevo los niveles de empleo que teníamos en 2018.

La presidenta de FVEM, Tamara Yaguë, destaca la capacidad de resiliencia del sector industrial. /CV

La presidenta de FVEM, Tamara Yaguë, destaca la capacidad de resiliencia del sector industrial. /CV

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las empresas industriales en Bizkaia en los próximos años?

Aparte del reto urgente de encontrar cómo ser viables ante esta incertidumbre, yo detecto seis retos a los que se enfrenta la industria. El primero de los retos es la transición energética. La industria del metal en Bizkaia es intensiva en energía, por lo que los fabricantes tienen que adoptar tecnologías para reducir su consumo energético para cumplir con los objetivos de sostenibilidad de 2030. En segundo lugar está el reto de la competencia global, porque la competencia en el sector del metal es muy intensa, especialmente en algunos países con mano de obra más barata. Entonces, para mantener la competitividad hay que innovar y mejorar la eficiencia de los procesos.

El tercer reto es la digitalización. La tecnología puede ayudar en la eficiencia y la calidad de los procesos, pero para eso hay que invertir. Como cuarto reto tenemos la escasez de materias primas. Hay materias muy utilizadas en la industria del metal, como el cobalto o el litio, que se están volviendo cada vez más escasas y costosas. Las empresas tienen que encontrar la forma de reducir su dependencia de estas materias y buscar alternativas.

Como quinto reto destacaría la escasez de mano de obra cualificada, que es un reto sobre el que debemos reflexionar como sociedad. Debemos invertir también en formación y en capacitación. Y por último, desde FVEM hacemos hincapié en la internacionalización de las empresas, algo vital para la subsistencia del sector industrial.

Todos estos retos están encaminados hacia la transformación en industria 4.0.

Sí, pero tiene que haber dinero para que las empresas puedan invertir y ser eficientes, porque no es algo que ellas solas puedan llevar a la espalda. Entonces está bien que haya unas empresas tractoras para que todas las demás sigan detrás y que haya inversión desde el Gobierno vasco, el Estado y Europa para que realmente este proceso se pueda llevar a cabo porque si no es inviable.

La inversión en I+D+i, sin embargo, suele ser la primera partida en reducirse en épocas de crisis…

Bueno, hay que decir que lo que las empresas nos trasladan es que han seguido invirtiendo en I+D+i en los mismos ratios que invertían antes. 

Desde el sector industrial esperan con urgencia la llegada de los fondos Next Generation, advierte la presidenta de FVEM. / FVEM

Desde el sector industrial esperan con urgencia la llegada de los fondos Next Generation, advierte la presidenta de FVEM. / FVEM

¿Y qué esperan de los fondos europeos y del resto de ayudas?

Lo que esperamos de los PERTES es que se pongan en marcha. Hay que decir que aunque en sus bases promueven la inclusión de las pymes, en la práctica no es tan fácil y debe haber una empresa tractora de las grandes, que lleve de la mano a las pymes, o es bastante difícil poder hacerlo. No obstante las ayudas están ahí, esperemos a ver si se desarrollan y podamos hablar dentro de un año de todos los proyectos que han salido de los PERTES. Y lo que vemos más lejos son los fondos Next Generation, que no acaban de llegar. Es muy importante que lleguen a las pymes todos esos fondos porque nuestro entramado industrial son pymes y ahora deben responder a la financiación que han solicitado para llevar a cabo esas inversiones.

¿Cuáles son, por tanto, las principales demandas que realizan desde el sector industrial?

Las demandas giran en torno a lo que las empresas industriales necesitan para cumplir los retos de los que hemos hablado. Para la transición energética se necesitan ayudas, colaboración público-privada para poder llevarla a cabo, medidas para poder potenciar la formación y la capacitación de las personas, formación en los institutos y en las propias empresas para poder capacitar, políticas fiscales que ayuden a las empresas a poder llevar estos retos que tenemos enfrente, que son muchos y debemos acometerlos en muy poco tiempo.

¿Y las preocupaciones?

Por un lado los elevados costes de producción, muy vinculados a la escasez de materias primas y a la crisis energética, y por otro lado los costes salariales, pues hay una cierta inseguridad jurídica ya que cada año nos están cambiando las condiciones. Sin entrar a valorar si el real decreto sobre las pensiones es bueno o malo, lo que sí que está claro es que de repente nos cambian de nuevo las condiciones. Entonces cuando un empresario va a vender no sabe lo que le va a costar producir…

¿Cree en este sentido que la subida del salario mínimo afectará de alguna manera a las empresas industriales?

Creo que la subida del salario mínimo probablemente afectará de alguna manera pero en el sector del metal el convenio está por encima. El salario mínimo se podrá subir, pero también habrá que indexar los contratos de la Administración en relación a esa subida mínima. Pero además hay un dato en el que hay que trabajar que es en el absentismo, que es algo que ahora mismo está encima de la mesa del diálogo social porque es dramático. Los índices de absentismo de Euskadi son, año tras año, los mayores de todo el Estado. Uno de cada diez trabajadores faltan a su puesto de trabajo y creo que sería bueno reflexionar sobre ello.

El talento en la industria

La nueva edición del programa ‘Industria Erronka’, impulsada por FVEM, ha vuelto a poner en contacto a los jóvenes con las empresas industriales para que puedan ver en primera persona cómo es el día a día en ellas.

Tenemos un gran problema demográfico que dificulta atraer talento en todos los sectores en general, pero más que talento mano de obra, porque talento existe, otra cosa es si existe en las cantidades necesarias. Y la industria es la gran desconocida porque hace años ya que desapareció del centro de las ciudades, por lo tanto cuando vas por la calle no la ves, entonces hay que hacerla valer.

Y en Industria Erronka lo que estamos trabajando es, por un lado, en que los jóvenes, tanto hombres como mujeres, visualicen la industria y perciban la capacidad de desarrollo de una carrera profesional en este ámbito, y por otro lado estamos acercando las empresas a los centros. Este trabajo cuenta con el apoyo de las instituciones pero es como un xirimiri, que parece que no moja pero al final cala. Y desde FVEM tenemos esa obligación y ese compromiso hacia la sociedad y hacia nosotros mismos, porque si en Euskadi tenemos esta calidad de vida es como consecuencia de nuestro arraigo industrial y eso no podemos abandonarlo.

La presidenta de FVEM en la presentación de la última edición del programa Industria Erronka. / FVEM

La presidenta de FVEM en la presentación de la última edición del programa Industria Erronka. / FVEM

¿De qué manera puede la industria resultar un destino atractivo para los jóvenes?

Los jóvenes ya no buscan lo mismo que buscábamos nosotros entonces los que tenemos que cambiar somos las empresas, no los jóvenes, porque ellos realmente están más acertados que nosotros. Ellos lo que buscan es que su trabajo tenga un porqué, que les llene y que tenga una responsabilidad con la sociedad.

La presencia femenina en la industria es sólo del 18 %, un porcentaje que desciende aún más en taller, donde apenas son el 12 %. ¿Por qué siguen siendo minoría?

Es una realidad que tiene distintas causas y por ello tenemos que trabajar en distintos ámbitos. Primero en mostrar referentes de mujeres que desarrollen una carrera profesional en la industria y mostrarlos a las jóvenes. También hay que trabajar en la orientación educativa. Muchas veces desde los propios colegios orientan a las chicas hacia unos estudios determinados en vez de otros. Pero, además, hay que trabajar mucho socialmente y también con las familias para suprimir determinados clichés de género que todavía hacen que mucha gente piense que hay trabajos para hombres o para mujeres, cuando no es así. 

Seguramente se cargue menos peso en una fábrica que en una residencia y los turnos también son la forma de organizar el trabajo en el sector sanitario, con mayor presencia femenina.

Así es. Y el tema de la corresponsabilidad es algo en lo que también tenemos que trabajar para que una mujer también tenga la posibilidad de desempeñar trabajos cuya organización sea por turnos, porque la conciliación no debe ser solamente de mujeres, sino de mujeres y hombres.

Como presidenta de FVEM tiene un cargo de responsabilidad en un sector donde las mujeres son minoría. ¿Es consciente de su papel como referente?

Que yo sea una mujer en el sector del metal y que tenga un cargo de responsabilidad suma para que haya referentes, pero no tiene que haber una, sino que tiene que haber muchas más. También he de decir que yo he vivido en mis propias carnes el sesgo inconsciente de género. Es una realidad, pero hay que entender que el sesgo inconsciente es inconsciente en todos los sentidos, para el que lo hace y para el que lo recibe. Es decir, yo cuando recibo ese sesgo inconsciente tengo que darme cuenta también de que es inconsciente por la otra parte. Y tengo también que entender qué es lo que está ocurriendo. Entonces nos tenemos que entender mutuamente, es un trabajo de hombres y mujeres.

Además, soy defensora del liderazgo equilibrado de género en el mundo profesional y es algo que no se da, entonces hay que promover políticas para que realmente la contratación de mujeres en el mundo de la industria se lleve a cabo, no solamente por derecho y por igualdad, que por supuesto que sí, sino porque además hay muchos estudios que demuestran que cuanta más diversidad de género hay en las empresas, mejores resultados económicos se consiguen.