El CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt / Europa Press

El CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt / Europa Press

Empresas

Siemens Gamesa mantendrá a Windar de proveedor tras sellar su adiós a la fabricación de torres

La eólica de Zamudio prevé hacer efectiva la venta de su parte en la compañía asturiana en el tramo final del año, por lo que la operación podría no tener impacto en las cuentas de 2023

26 mayo, 2023 05:00

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Siemens Gamesa sigue 'podando' el negocio en dirección a ese objetivo de preservar solo las actividades de máxima rentabilidad para enderezar el rumbo perdido en los últimos años. La eólica con sede en Zamudio se deshace así del 32% que todavía poseía en la asturiana Windar, compañía gestada precisamente a raíz de que la vieja Gamesa decidiera en 2007 traspasar la actividad vinculada a la fabricación de torres.

La salida definitiva del fabricante de torres eólicas con sede en Avilés es otra muesca en un proceso de desinversiones acelerado que tiene pendiente, por otro lado, elegir comprador para las filiales dedicadas a la fabricación de multiplicadoras y generadores eléctricos, lo que afectará a un millar de trabajadores en España entre ellos los de Asteasu y Mungia. Es ese un proceso de venta que sigue abierto a pesar de la rápida concurrencia de candidatos una vez se colocó el cartel de 'se vende' a comienzos del pasado otoño.

En cuanto a la venta de la participación en Windar al fondo británico Bridgepoint que se firmó este pasado viernes, la compañía ha informado a la plantilla de que la salida definitiva del fabricante de torres obedece tanto a la necesidad del grupo asturiano de contar con músculo económico para dar cauce a su expansión (Windar participa, por ejemplo, en el parque marino de Iberdrola en Francia) como porque permite a la compañía vasca dar otro paso en esa hoja de ruta enfocada a concentrar el negocio en las actividades estratégicas.

Windar volará sola de esta forma una vez se formalice definitivamente la venta de esa parte del accionariado que conservaba la empresa de Zamudio desde sus orígenes en 2007. La idea es en todo caso que la firma asturiana se mantenga como proveedor preferente de torres para los parques eólicos que tiene en marcha Siemens Gamesa, así como los que puedan surgir en el futuro. La firma de Avilés está completamente asentada en el mercado y fabrica tanto torres onshore como marinas, segmento en el que se maneja también la vasca Haizea Wind, así como subestructuras para los propios aerogeneradores marinos (los pilares sobre los que se coloca la torre propiamente dicha).

Trabajadores de Siemens Gamesa. / Siemens Gamesa

Trabajadores de Siemens Gamesa. / Siemens Gamesa

Nacelles y palas

Quedará consumada de esta forma la apuesta iniciada hace 16 años por externalizar la fabricación de las torres. Aunque ya no tenía el control de la compañía que controlaba hasta ahora el grupo Daniel Alonso, la presencia en el capital permitía a Siemens Gamesa contar con un cierto vínculo con esta actividad, en la que tuvo varias plantas productivas en España, una de ellas en Navarra, y de la que ahora se despide definitivamente.

Sin las torres y en vías de deshacerse de la producción de esos otros componentes (multiplicadoras y generadores) las piezas de fabricación propia se reducirán a las palas, trasladadas a Portugal, así como el montaje de las nacelles, que se mantiene aun en la fábrica soriana de Ágreda.

Foto de una instalación de Siemens Gamesa./ GURUTZ BEGOA

Foto de una instalación de Siemens Gamesa./ GURUTZ BEGOA

Un proceso de externalización que viene aplicando también el competidor Vestas y que el económico Cinco Días comparaba con la dinámica que sigue desde hace años la industria de la automoción. Hoy en día parecería descabellado que un gran fabricante de vehículos fabricara todo el coche pieza por pieza y, como en la automoción, las empresas de aerogeneradores parecen coincidir en que es mejor sacar fuera la producción separada de estructuras y componentes.

En lo relativo al impacto económico de la venta de Windar todo apunta a que el traspaso no se materializará hasta la parte final del año, por lo que no está claro que el dinero vaya a poder llegar a tiempo para endulzar los números del ejercicio fiscal 2023, que va del pasado octubre hasta el próximo septiembre.