Siemens Gamesa cumple el guión diseñado en Alemania pero el parón ahoga los pedidos
La eólica, que da el primer mordisco relevante a sus abultadas pérdidas, sigue sin fecha para retomar las ventas de turbinas 5X y continúa sembrando dudas en clientes y proveedores
8 febrero, 2024 05:00Noticias relacionadas
Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Siemens Gamesa continúa sumida en una profunda crisis económica y de imagen, pero es cierto que la sensación es que la herida cada vez sangra menos. El primer tramo del ejercicio apunta de nuevo a pérdidas multimillonarias en 2024, pero de momento se cumplen las previsiones de la matriz alemana que pasan por salir de los números rojos en 2026.
La parte positiva es que, aunque las cifras siguen siendo muy malas, al menos Siemens Energy puede decir que tiene un plan. Cuando a finales del año pasado el CEO de la matriz, Christian Bruch, esbozó (con mucho menos detalle de lo previsto) la hoja de ruta de la energética alemana para los próximos años apuntó precisamente a 2.000 millones de euros más de pérdidas para Gamesa en el ejercicio fiscal 2024 (de octubre a septiembre), una cifra que desde luego no parece ir desencaminada tras el dato del primer trimestre (426 millones).
El resultado negativo es prácticamente la mitad de lo que la eólica perdió el mismo tramo del ejercicio anterior y, aunque por ahora la matriz mantiene esos 2.000 millones de pérdidas previstas, queda por jugar la baza de las ventas pendientes, caso de las fábricas en España, entre ellas las vascas de Mungia y Asteasu. Año y medio después de colocar el cartel de 'se vende', Siemens sigue sin comprador.
En cualquier caso, al margen del resultado final, la evolución de la cuenta de resultados es, dentro de la situación crítica que vive la compañía, uno de los pocos motivos para la esperanza. El agujero va a menos y, con el respaldo de los ejecutivos de Berlín y Madrid, se abre una vía para recuperar la rentabilidad del negocio onshore.
Pérdida de confianza
El gran problema es que no se sabe qué hay después del túnel. En caso de que los planes de la matriz salgan bien y en 2025 continúe la progresión económica y se puedan retomar las ventas de aerogeneradores terrestres, la posición de Gamesa en el mercado en ningún caso va a ser la misma que cuando empezó la crisis de la 5X. Este mismo miércoles Bruch, al anunciar las pérdidas entre octubre y diciembre, apuntaba a una bajada de los pedidos a la mitad en ese trimestre en relación al ejercicio anterior.
El dato es muy relevante porque la carga de trabajo en estos momentos está al límite. Las plantas españolas trabajan sobre ventas cerradas el año pasado, antes de que se decretara el parón por parte de Alemania, siempre dando por hecho que se van a poder resolver los problemas de las turbinas 4 y 5X antes de las entregas. Si esa solución finalmente llega, se podrá dar salida a estos pedidos y cosechar nuevos encargos, pero para ello habrá que recuperar la confianza de unos clientes que se agolpan en la puerta reclamando indemnizaciones millonarias.
Como es lógico la imagen de la compañía está muy deteriorada y las dudas sobre si se podrá recuperar la confianza de los grandes operadores energéticos recorren los cuarteles generales de Gamesa. Por otro lado está el papel de los miles de proveedores, que en muchos casos están teniendo que apostar ya por otras alternativas ante la incertidumbre que genera estar atado a la eólica de Zamudio.
Si había alguna opción real de que se retomaran las ventas en el inicio de 2024, Bruch enfrió este miércoles esa posibilidad al declarar que aun se está trabajando en la resolución de los fallos de las nuevas turbinas.